TRANSFORMACIÓN MENTAL: MODO DE RESOLVER CONFLICTOS SOCIALES

  • Destaca Seapaz que los principales problemas bélicos se dan gracias a la insatisfacción de las necesidades humanas
  • Proponen deshacernos de los grandes ejércitos y actores intermediarios, desarmar la mente, informarse y abrirse al diálogo
Por Liliana Morán Rodríguez
México (Aunam). Como parte de las conferencias en torno a El Desarme Mundial y la Cultura de Paz, Servicios y Asesoría para la Paz A.C. (Serapaz) ofrecieron una conferencia, encabezados por su directora Dolores González Arabia en el Museo de las Ciencias Universum con la temática: Paz y seguridad humana.

Al inicio, se informó que la asociación civil, encargada de la prevención y transformación de conflictos sociales en México, ha intervenido en los procesos de diálogo en los conflictos del 2006 en Oaxaca, el magisterial de Morelos, movimiento de estudiantes excluidos y otros de gran importancia; también tiene una Escuela de Paz y un Observatorio de la Conflictividad Social.

González Arabia destacó que es difícil alcanzar la paz y la seguridad en una sociedad que vive tantos problemas, y aprovechó para preguntar al público su concepto de paz; entre las respuestas más concurridas estaban “no pelear”, “estar bien con los demás y conmigo mismo” y “sentirme seguro”, mismas que le permitieron introducir su teoría: “los principales conflictos armados no son entre los países, como sucedía hace muchos años, ahora sobre todo son conflictos internos”.

Aseguró que estos problemas internos son en su mayoría sociales ya que las personas casi siempre quieren vivir en armonía, con seguridad económica, alimentaria, salud, ambiental, personal, ecológica, política y comunitaria por eso es que surgen grandes complicaciones de satisfacción y cobertura, se abren franjas de injusticia, se vive en la vulnerabilidad y la inseguridad.

Cifras relevantes

Los países pobres son los que más conflictos internos sufren, se dan principalmente en la clase media y las principales víctimas son de la sociedad civil. En México, citó la ponente, hay 21 grupos armados activos.

En 2009, los conflictos sociales provocaron más situaciones violentas (aparte del narcotráfico): incendios, tomas, linchamientos y protestas se dieron principalmente en las zonas urbanas (47 por ciento); tan sólo el 16 por ciento ocurrieron en el DF. El actor más demandado fue el Estado con 67 por ciento.

Según cifras del Observatorio de Conflictividad Social de Serapaz, la sociedad se manifestó en las calles, 26 por ciento lo hizo en marchas, y a través de denuncias públicas, 28 por ciento, a pesar de que siete de cada diez casos no fueron atendidos.

Tendencias

Los problemas más recurrentes son gracias al incremento de la inserción subordinada y dependiente a dinámicas y actores globales, división internacional del trabajo, conflictos por la defensa de los derechos y la justicia, contra la impunidad, defensa de territorios por el desmedido desplace de las comunidades rurales y a la urbanización salvaje, afirmó la conferencista.

Otro gran inconveniente, según Dolores González, es que se ha dado mucho la escalación de formas de confrontación, es decir, pasar de denuncia, a demanda legal, marchas, tomas, huelgas, bloqueos, confrontación física y violencia extrema, entonces el conflicto pasa a ser un choque de libertad de expresión contra libertad de tránsito o afectar los derechos de otras personas, aunque muchas veces se ha dado el consentimiento social a todo lo alusivo con lo violento y autoritario.

¿Qué se necesita para construir la paz?

“Ya no necesitamos grandes ejércitos, no necesitamos que un país-estado decida, ni los jugadores/actores globales porque muchas veces afectan todas nuestras relaciones políticas económicas como algunas ONG, transnacionales, multinacionales, multilaterales, etc.”; por tanto, “la paz será producto de las transformaciones sociales, siempre que se encaminen hacia formas de convivencia donde se puedan ejercer plenamente los derechos”.

La vía para enfrentar los conflictos sociales, propuesta Serapaz, es: primero, la negociación voluntaria, es decir que las dos partes puedan ponerse de acuerdo, se sienten y se abran al diálogo; que se respeten los razonamientos y argumentos de los demás; y que se lleven a cabo como se propusieron los convenios.

La segunda propuesta de la asociación consta de tres estrategias a largo plazo: “entender los problemas de crisis en relación a las raíces del sistema; reconocer a los actores intermedios que pueden generar las conexiones necesarias para mantener el proceso de cambio deseado; ayudarse de negociación y redes en las que el gobierno aún no puede controlar como lo son las comunicaciones, las nuevas tecnologías y su desarrollo”

Y la propuesta más importante: El desarme del pensamiento tanto en los civiles como en los gobernadores y actores que dirigen “deben entender las políticas de seguridad y defensa en términos no militares, no violentos y deben fomentar las diversas propuestas pacificas”.

Retos

González Arabia subrayó: “el marco es complicado, nos encontramos ante una democracia precaria, con inseguridad, miedo al proceso de militarización por la lucha contra el narcotráfico, criminales sueltos y desconocidos y muchas violaciones a los derechos humanos, pero es un camino que poco a poco se va construyendo”,

Otra complicación que la asociación ha encontrado en sus estudios es que la sociedad civil no entra al juego de la negociación porque tiene desconfianza en los gobernantes y funcionarios; pero resaltó: “Tengo fe de que se puede reconstruir el tejido social, las sociedades democráticas tienen mucho más éxito, a la nuestra solo le falta madurar, resolver conflictos de intereses, hacer mejores relaciones e informar a todos sobre lo que acontece y sus derechos”.




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