ESTUDIAN RAYOS CÓSMICOS PARA ENTENDER EL MUNDO

Por Eduardo Patiño
Ciudad de México (Aunam). El doctor en Física Espacial, Luis Xavier González Méndez, visitó la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional para dar una conferencia especializada en la observación de partículas espaciales desde la Ciudad de México y el volcán Sierra Negra.


Definió a los rayos cósmicos como “núcleos de átomos totalmente ionizados, en su mayoría, despojados de sus electrones”. Explicó que pueden clasificarse de diversas maneras, como su origen, su composición, y la manera en que interaccionan con la atmósfera al ingresar en ella.

González Méndez mencionó que es muy común que, cerca de los polos, estas partículas pasen por el proceso de “excitación”, y esa es la causa del espectáculo de luces conocido como Aurora Boreal.

Afirmó que el estudio de los rayos cósmicos en México inició en los años 30 con Manuel Sandoval Vallarta y que para los años 60, fue diseñado el primer detector de neutrones. También añadió que, actualmente en la Facultad de Veterinaria, se encuentra uno de estos detectores. “Los datos comenzaron a tener confiabilidad estadística hasta 1990, tenemos 30 años de datos”, confirmó.

El doctor explicó como una de las principales fuentes estudiadas en los observatorios es el sol, y que este libera las partículas a través de “fulguraciones, explosiones, o ráfagas, en ingles flares”. Añadió que estas partículas, llamadas neutrones, tienen un tiempo de vida muy corto, y difícil de medir.

“La universidad de Nagoya desarrolló un nuevo tipo de detector de rayos cósmicos, que es el telescopio de neutrones solares. Este detector, además de ver los rayos cósmicos galácticos, mide los neutrones que se producen cuando el sol explota, y puede captar cuánta energía perdieron desde la fuente, hasta llegar a nosotros”, afirmó.

Gonzáles Méndez comentó que la Universidad de Nagoya donó uno de estos observatorios a nuestro país, y es el que se encuentra en Sierra Negra actualmente. “Solo hay siete en el mundo”, añadió.

El objetivo principal de estos estudios es conocer el funcionamiento del Sol, también afirmó que la explosión solar más grande de los últimos 25 años sucedió el 7 de septiembre de 2005. “Y no tembló” agregó bromeando, refiriéndose a la creencia de que son estas ráfagas solares las causantes.

En una serie de preguntas, el doctor Gonzáles afirmó que las afectaciones de estos rayos son sólo tecnológicas, y que muchos estudios hasta el momento no han podido comprobar que afecten a nuestra salud. Igualmente, espetó que es imposible predecir estas explosiones solares.



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