EL SISTEMA EDUCATIVO MEXICANO ES "DOS CARAS"

Por Carlos Sigfredo Vargas Sepúlveda
México (Aunam). Lunes 13 de mayo de 2013, primer jornada de actividades para celebrar el Día del Maestro por parte del Gobierno Federal. Profesores se dan cita para la entrega de reconocimientos por sus treinta y cincuenta años de servicio para la Secretaria de Educación Pública, SEP, en el Centro Asturiano, en la colonia Polanco, de la Ciudad de México.

Los maestros entran portando sus invitaciones y con la esperanza de ver al presidente, Enrique Peña Nieto. Más tarde notarán que no asistirá.


La escena: platos, vasos y copas de lujo, manteles con tonalidad de anuncio de jabón Ariel. Sillas y mesas impecables. Profesores vistiendo sus mejores trajes y recibiendo las medallas “Maestro Ignacio Manuel Altamirano" y "Maestro Rafael Ramírez”, por sus cinco y tres décadas en servicio, respectivamente, además de jugosos premios económicos.

Una licenciada en Enseñanza de Lenguas Extranjeras (cuyo nombre no será mencionado a petición de ella) recibe un cheque de 30 mil pesos, el trozo de metal que representa su tiempo en las aulas y un aplauso. Dicho acto se repite una y otra vez. Rutina interminable. Fiesta descomunal del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, SNTE.

Festejos que se detendrán hasta el 15 de mayo. Las sonrisas son un reflejo de lo sólido que está el ámbito educativo en México… (sonido de disco que se detiene abruptamente).

El otro rostro


Miércoles 15 de mayo de 2013, 15 mil personas marchan, a unos kilómetros de distancia de la fiesta del SNTE, hacia el Zócalo capitalino, según datos de la Secretaria de Seguridad Pública del Distrito Federal.

Profesores “disidentes” de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, CNTE, alumnos, gente del Sindicato Mexicano de Electricistas, SME, y uno que otro colado, que se oponen a la reforma educativa expuesta por el gobierno priista y por la cual ha habido manifestaciones en estados de la República como Oaxaca, Guerrero y Chiapas, se expresan con mantas, tambores, gritos, palabras, propuestas y desafíos, generando dudas ante la fortaleza del sistema educativo mexicano.

Con la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México de testigo, los manifestantes se unen al platón frente a Palacio Nacional. Son maestros, se nota: hay palabras con contenido. Propuestas. Mantas sin faltas de ortografía. Se siente calor junto “a los que se han convertido en los nuevos enemigos del país para el Gobierno Federal”, según Carlos Fazio Varela, columnista de La Jornada.

Los maestros tienen razón


“Hay regiones en el país que no pueden entrarle de la misma forma al juego (refiriéndose a las reformas del gobierno priista, entre ellas la educativa): los profesores chiapanecos, guerrerenses y oaxaqueños, que conviven con los niños que no desayunan y no tienen nada, tienen razón”, afirma el catedrático de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Porfirio Toledo Delgado.

Querer que todos los profesores del país estén bajo las mismas reglas sin pensar en el contexto es como poner en el “ring” a una pareja de “ponchados” contra unos escuálidos, es decir, “una estupidez”, según manifestantes del 15 de mayo.

Dichas manifestaciones, la quema de instalaciones de los partidos políticos en Guerrero, la inteligencia de los que dirigen al país, alumnos sin clase, jóvenes que no saben escribir y niños de 8 años que no saben leer muestran que en México las cosas no están bien en el sistema educativo.

La comidita, el 13 de mayo en Polanco, es solamente una máscara; es una imagen bonita que no se repite los otros 364 días del año; es un engaño y el cambio debe venir de raíz.

Luis Videgaray Caso, Secretario de Hacienda y Crédito Público, dijo “vamos a mejorar el sistema educativo nacional”, en la presentación del Plan Nacional de Desarrollo del sexenio de Peña Nieto, este 20 de mayo. Sin embargo, parece ser solo un llamado al fortalecimiento en contra de la CNTE.

Cualitativa y no cuantitativa


Para mejorar la educación hay que ver la situación de forma cualitativa y no cuantitativa: olvidar cosas como el documental de Carlos Loret de Mola, periodista de Televisa, “De panzazo”. Hay que ir a los cerros a ver la verdadera situación de los inconformes, observar a los pequeños que están en casa, preguntarnos “¿por qué no leen?” y comenzar a hacerlo uno mismo, según reflexiones escuchadas frente al plantón en el Zócalo capitalino.

El sistema educativo mexicano es como el enemigo de Batman, Harvey “dos caras”, de la película “El caballero de la noche”: se muestra como “un caballero blanco”, sin embargo, es un monstruo podrido desde los cimientos que va dejando las cosas a la “buena de Dios”, lanzando monedas al aire para elegir su siguiente paso.
















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