ESTUDIANTES DE PREPA 2: BLANCO FÁCIL DE LA DELINCUENCIA

Por Vania Eloísa Juárez Rios
Ciudad de México (Aunam). Las inmediaciones de la Escuela Nacional Preparatoria Plantel 2, perteneciente a la UNAM -incluye Iniciación Universitaria-, son inseguras según alumnos y comerciantes que trabajan en la zona. El pasado 11 de septiembre de 2018 se entregó un pliego petitorio de 13 puntos, elaborado por los alumnos del plantel, a las autoridades del mismo, donde en el punto 9 pide: “Que la Directora Licenciada Isabel Jiménez Téllez solicite mayor seguridad en el perímetro de la escuela y cerca de las paradas RTP, STCM (Metro), Metrobús y Microbuses, pues es en estos lugares donde se suscita la mayor cantidad de actos vandálicos”.


El punto 9: sentimiento de inseguridad

La “Prepa 2” como estudiantes, docentes y comerciantes suelen llamarla es un bachillerato de seis años, se encuentra entre dos avenidas muy transitadas de la Ciudad de México: Churubusco y Canal de Tezontle.

A los tres primeros años -a nivel secundaria- se les conoce como Iniciación Universitaria. “Iniciación” está constituida por dos edificios, una cafetería, un estacionamiento para profesores, canchas para diversas actividades deportivas, una cancha cerrada de fútbol y una pista de carreras que circunda a ésta última. A ella asisten los jóvenes que cursan primer y segundo año del bachillerato, mismos que cuentan con un rango de edad entre los 11 y los 14 años.

Por su parte, las instalaciones de la prepa albergan a los estudiantes de tercero a sexto año, con un rango de edad de entre 14 y 18 años. Sus instalaciones cuentan con edificios que llevan el nombre de distintas áreas de conocimiento, tales como: Ciencias, Humanidades, Difusión y Artes. Cuenta con un gimnasio, canchas al aire libre, entre ellas la de fútbol que es también usada para fútbol americano, un Auditorio- que lleva por nombre “Enrique Ruelas”-, un edificio exclusivo de laboratorios, una cafetería, un gimnasio y el edificio de Dirección, donde laboran los administrativos.

Al ser parte de la UNAM cuenta con una gran oferta académica así como de actividades extracurriculares que permite a sus alumnos desarrollarse en distintos ámbitos y áreas de conocimiento. Jóvenes de toda la Ciudad de México, incluso del Estado de México, asisten a la institución. Éstos arriban de distintas partes, en el turno matutino y vespertino. En la Prepa 2 convergen jóvenes de distintos niveles socioeconómicos y estilos de vida, pero en su mayoría, hacen uso del transporte público para llegar y retirarse del plantel.

No es sólo el tema del transporte lo que obliga a los estudiantes a deambular por las inmediaciones de la Prepa, también están los negocios de comida o Plaza Rio -ubicada frente a las instalaciones, cruzando la Avenida Churubusco-, donde los jóvenes pasan tiempo de ocio con sus amigos, van a sacar copias o a saciar su hambre.

Debido a que el Plantel 2 de la Escuela Nacional Preparatoria es una institución educativa, el hecho de que haya inseguridad por la zona, afecta a un sector vulnerable de la población de la UNAM: los estudiantes. La inseguridad es un factor que puede afectar la vida académica y personal de los estudiantes, así como distorsionar de forma negativa la percepción que tienen de la institución en la que estudian, provocando una incertidumbre y sentimiento constante de inseguridad en cuanto salen de las instalaciones de la Prepa.

Advertencia cumplida



Yolanda González, Jorge Treviño y Fernando Domínguez concluyeron el sexto año de bachillerato en el mes de abril. Respecto a la inseguridad en las inmediaciones los jóvenes aseguran que desde antes de ingresar a estudiar al plantel sabían que no era una zona segura. Yolanda, quien cursó el bachillerato desde Iniciación Universitaria ha sido víctima de asalto en calles aledañas a la misma, por su parte, Jorge comentó que se enteró de que mataron a un joven por la zona.

Sentados en una jardinera en la esquina de la prepa, los tres jóvenes comentan que compañeros y docentes con los que convivieron también consideraban a la zona peligrosa. Contestan a las preguntas sin esfuerzo, pues es una situación común en su día a día: enterarse de que personas cercanas a sus círculos de amigos son víctimas de la inseguridad.

Moisés Zárate, alumno del turno vespertino también tenía una noción de que las inmediaciones no son seguras, al momento de comenzar sus estudios lo comprobó. Declaró en entrevista “No fui víctima de la inseguridad debido a que no tenía la necesidad de regresarme solo”. Sin embargo, del total de sus compañeros de grupo y amigos, seis han sido asaltados en las inmediaciones.

Es evidente que los alumnos de la Prepa 2 están enterados de la situación y al momento de ser parte de la institución educativa la comprueban. Se desarrollan en un ambiente de inseguridad donde es común llegar a clases y escuchar historias y testimonios de personas que han sido asaltadas o despojadas de sus pertenencias sin que se den cuenta.

Los estudiantes: el blanco fácil

Alfredo David Ramírez trabaja en un puesto de comida japonesa que se encuentra en la esquina de la ENP 2, entre el café internet donde los alumnos sacan impresiones y una pequeña unidad habitacional compuesta de edificios de departamentos. El negocio se inauguró hace nueve años y de lunes a viernes, de 12 a 6 pm ve desfilar a alumnos de todos los grados, quienes arrasan con los productos que ofrecen. De hecho, es uno de los negocios más frecuentados de las inmediaciones.

Alfredo, al terminar su turno, toma asiento en un banco y conversa de forma relajada sobre el tema. Comenta que ni el negocio ni quienes trabajan en él han sido víctimas de la inseguridad, pero si han presenciado por lo menos ocho asaltos a estudiantes en el tiempo que llevan operando. “Una vez detuvimos a unos policías y yo me fui con ellos en la patrulla a buscar al que le arrebató el celular a una chica”. Ésta ha sido la única vez que se han visto involucrados en alguno de los casos.

Quienes trabajan en el negocio se han acercado en distintas ocasiones a las autoridades para exigir mayor vigilancia, a lo que éstas han respondido de forma positiva, pues Alfredo comenta que hay más policías de ambos lados de la Avenida Tezontle. A partir de ello dice: “Por lo menos de lo que hemos visto aquí, yo creo que sí ha ido disminuyendo (la inseguridad)”.

A su parecer los asaltos no son tan seguidos y los negocios aledaños a la Prepa no han sido asaltados, “Creo que nada más se meten con los estudiantes”, concluyó Alfredo Ramírez.

Presencia policial insuficiente: vulnerabilidad del estudiantado


Andrea Nicolle Patiño Ayala es ex-estudiante de Iniciación Universitaria. A pesar de que las inmediaciones de la Institución están vigiladas por miembros de la policía y de haber egresado, las sigue percibiendo como inseguras.

Estudió entre el 2011 y 2014 en Iniciación. Sentada en una banca en el camellón frente a la que fue su escuela comenta: “Todos hablaban mal de la inseguridad… construyeron el edificio de Iniciación justo por eso. Porque asaltaban mucho a los más jóvenes”. Por lo que expresa que tenía una mala percepción de la seguridad en las inmediaciones del plantel antes de ingresar a estudiar. “Siempre escuchabas que asaltaban, incluso golpearon a alguno de mis compañeros de grupo alguna vez”, recuerda.

Docentes y compañeros con los que interactuó Patiño también temían por su seguridad. “Nadie se acercaba a los callejones (cerca de las instalaciones de Iniciación) y a Plaza Río estaba prohibido ir (plaza comercial que se encuentra frente las instalaciones de la Prepa)”, declara la ex-estudiante mientras clava su mirada en la puerta principal de las instalaciones.

No fue víctima de la inseguridad, pero sí una amiga de su hermana (también estudiante del plantel), y a otra conocida la asaltaron frente a la unidad habitacional “Mujeres Ilustres” que se encuentra en contra esquina de la institución; y golpearon a su compañero de grupo.


En cuanto a la policía que vigila las inmediaciones aclaró: “Su presencia no cambia nada… los ves que están hablando por teléfono cuando se supone que deben estar vigilando en el puente. Están mandando mensajes o fingiendo que no ven nada”. Los policías se encuentran distribuidos en puntos en los que más asaltan pero quienes delinquen buscan otros puntos. Los elementos de policía no son suficientes a su consideración pues: “Quedan muchos puntos ciegos”. Puso como ejemplo el espacio de debajo del puente que se encuentra saliendo de la Prepa, mismo que forma parte de Circuito en la avenida Río Churubusco, donde vive un hombre que ha violentado en ocasiones pasadas a estudiantes.

Señala que los estudiantes de Iniciación son blanco más fácil de la inseguridad que los de Prepa, pues son más jóvenes y vulnerables, a diferencia de sus compañeros más grandes que a su paso por el bachillerato aprenden a ser precavidos.

Ángel César Montalvo, ex-alumno de la prepa del turno vespertino, antes de estudiar en la Prepa 2 tenía la percepción de que las inmediaciones eran seguras debido a que había policías repartidos en los alrededores de la misma y en el puente del que muchos estudiantes tienen que hacer uso para acceder al recinto (éste cruza la avenida Churubusco).

Ya en cuarto año de bachillerato fue su conocimiento que las inmediaciones son inseguras a todas horas y hay ciertos puntos geográficos de los que los estudiantes se deben alejar. Argumenta que ser del turno vespertino es más complicado porque a la hora de dejar las instalaciones ya no laboran policías en el área.

Diana Laura González estudió en Prepa 2 desde Iniciación Universitaria. Y comenta que antes de ingresar era de su conocimiento que la entrada de la institución y en las inmediaciones tenían designados policías para vigilarlas.

No fue víctima de la inseguridad durante sus seis años de bachillerato, sin embargo, declara que conocidos y amigos sí fueron víctimas: una de sus amigas sufrió un asalto en el que le quitaron su celular, otro amigo sufrió intento de asalto y a su hermana le arrancaron una medalla de oro del cuello frente a la unidad habitacional “Mujeres Ilustres”. Por ello considera que con el paso de los años la inseguridad aumentó pero que es una situación que se ha dado en toda la Ciudad de México.

Inseguridad: el costo de la educación

En contra esquina de la Prepa se encuentra “Mujeres Ilustres”, una unidad habitacional famosa por ser peligrosa y evitada por los estudiantes y transeúntes que circulan en la zona.

Estudiantes de la Prepa han sido víctimas de asalto y/o despojo de sus pertenencias cerca o frente de dicha unidad. También sobre la avenida de Churubusco, donde la seguridad es escasa.

Dentro de la escuela, es normal que la última clase no la impartan los profesores o que éstos dejen salir a sus alumnos temprano, precisamente para no poner en riesgo a ninguno de los implicados. Alrededor de las 8:30 de la noche, del fondo hacia la entrada comienzan los administrativos, encargados de limpieza y profesores a orillar a los alumnos hacia la puerta de entrada, con el propósito de que a las 9:40 de la noche la escuela quede vacía.

Al salir de las instalaciones, los policías ya no se encuentran en sus puestos de trabajo, ya no vigilan la zona que, en sí, no está del todo iluminada y dejan a docentes, trabajadores, administrativos y alumnos a su suerte.


La situación en el turno matutino no es muy diferente. Hay extensos tramos de las inmediaciones donde la vigilancia es nula y donde la que hay es ineficaz. Los policías encargados de hacer sentir seguros a los estudiantes pasan el rato revisando sus dispositivos móviles o cuando se encuentran en pareja platican entre ellos sin prestar a atención a lo que pasa a su alrededor.

Es por ello que los estudiantes aprenden a cuidarse en las inmediaciones: no salen solos del plantel, evitan “Mujeres Ilustres” y “Plaza Rio”. En las mañanas intentan estar acompañados de sus padres o de otros compañeros al ingresar a las instalaciones pues la iluminación en la zona es escasa, misma situación que se da en el turno vespertino, no se quedan muy tarde y evitan determinados puntos geográficos.

No frecuentan los callejones y calles cercanas a Iniciación, procuran siempre estar atentos a su alrededor. Éstas medidas son muestra del impacto que la inseguridad ha causado en sus vidas. Aunque muchos afirman que no ha habido afectaciones en el ámbito académico, sí los ha habido en el ámbito personal, provocando el cambio de hábitos y costumbres en el estudiantado en general.

Acciones concretas: ¿hacia un Sendero Seguro?

Debido a los asaltos y en respuesta a la presión que la población estudiantil ha ejercido ante autoridades del plantel, así como la búsqueda de cumplir el punto nueve del pliego petitorio, antes mencionado, la Escuela Nacional Preparatoria número 2 se une al programa “Sendero Seguro”, del que otros planteles de la Universidad ya son partícipes.

El sitio oficial rtp.cdmx.gob.mx explicó que el objetivo del programa es proveer transporte seguro, accesible, económico y de calidad a la comunidad estudiantil, académica y a trabajadores de la Universidad, a través de la Red de Transporte de Pasajeros (RTP).

En 2019 el servicio se presta a 14 escuelas de la UNAM y el costo del mismo para la comunidad universitaria es de 2 pesos. Responde a la necesidad de un transporte seguro que va desde escuelas y facultades a puntos de intersección con otros sistemas de transporte público. Pues es en éstos puntos es donde los universitarios se sienten más vulnerables.

Cuando egresan, los alumnos se quedan con una percepción negativa de las inmediaciones. Concluyen que son peligrosas y que hay que estar acompañado en todo momento, aunque esto no garantice su seguridad. Esto no afecta su percepción del plantel, pues a pesar de la situación de inseguridad que viven día a día, se sienten seguros dentro de las instalaciones y satisfechos con la escuela, la consideran buena.


El peligro asecha en las inmediaciones

A esta interrogante Yolanda González, Jorge Treviño y Fernando Domínguez responden: “No es un lugar seguro. Podría estar mejor”. Y aconsejan a las generaciones venideras que se cuiden, que nunca estén solos.

Andrea Patiño, Ángel Montalvo y Diana Laura González coinciden en que sí es un lugar seguro para estudiar, el peligro está en las inmediaciones. Una vez que las abandonan están prácticamente a su suerte, los policías que las vigilan no son los suficientes, aunado a que no cumplen bien con su trabajo y se dejan muchos puntos ciegos en los alrededores. Es necesaria mayor iluminación tanto para las primeras horas del turno matutino como para las últimas del vespertino.

Evidentemente los estudiantes, sobre todo los más jóvenes, son el objetivo principal de los asaltantes. La situación de la inseguridad es inaceptable pues lo que busca el estudiantado es un espacio donde puedan estar seguros al momento de dejar las instalaciones. Las circunstancias los han obligado a adaptarse a este ambiente desfavorable donde si no han sido víctimas de la inseguridad, por lo menos conocen a alguien. Las medidas tomadas por los administrativos tampoco son suficientes.

Conforme a distintos testimonios la vigilancia se ha reforzado pero esto no corresponde con las adversidades a las que se enfrenta el estudiantado. La Prepa 2 alberga a las futuras generaciones de licenciados, ingenieros, doctores, maestros e investigadores, mismos que merecen la certidumbre de que arribarán al plantel y regresarán a casa de forma segura para continuar formándose académicamente.





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1 comentario:

  1. Como desafortunadamente es inseguro gran parte de nuestra cdmx o de nuestro pais... es una pena y una tristeza que seamos rehenes de la delincuencia pero no veo la noticia en especifico en ese sitio a pesar de ser padre de 2 estudiantes en esta institución.
    La vigilncia se ha solicitado y se ha atendido pero mientras el tejido social no se solucione... solo estamos palindo la situacion

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