SUEÑO HECHO REALIDAD... ¡PUMAS CAMPEÓN!

  • Sexto título en la historia del Club Universidad
  • El “Huracán” se caía a pedazos con el festejo auriazul
  • Ferreti ganó la partida a Enrique Meza
Por Isaid Mera (enviado)
Pachuca, Hidalgo (Aunam). En un encuentro digno de una final, los universitarios consiguieron su sexta estrella al igualar 2-2 con los Tuzos del Pachuca (3-2 global) en un duro partido en el estadio Hidalgo, peleado, que tuvo de todo, goles, emociones, errores, fallos increíbles, decisiones arbitrales polémicas, conatos de bronca en la cancha, en fin, todos los ingredientes para vivir una gran final en este Clausura 2009.

Desde muy temprana hora la gente empezó a ingresar al estadio, largas filas en los accesos al “Huracán“, todos, sin excepción, usaban algún distintivo de su equipo, caras pintadas, banderas, sellos de los escudos en los cachetes, sombreros, pelos teñidos; un colorido sin igual en la capital hidalguense, los seguidores de ambos equipos soñando con que al salir del recinto, su equipo se habría llevado la copa.

Faltando 10 minutos para que comenzara el encuentro, la lluvia apareció repentinamente en el estadio. Parecía que, al igual que el jueves pasado en la cancha de Ciudad Universitaria, Tláloc quería presenciar el partido; afortunadamente, por el bien del espectáculo, la lluvia duró alrededor de treinta minutos y se convirtió en llovizna, acompañada, eso sí, de un viento que calaba hasta los huesos.


Después de esperar que la gran final se jugara, ambos equipos saltaron a la cancha. El partido también empezaba para la grada, que con cánticos, papeles de colores, bombos y trompetas, alentaban a sus jugadores en pro del titulo, se hizo la ceremonia de la entonación del Himno Nacional mexicano, y así, todo quedó listo para el silbatazo inicial.

Pumas, como era de esperarse, salió a defender el gol de ventaja que traía del juego de ida, Pachuca buscaba por todos lados un hueco en la zaga felina, aunque sin suerte, hasta que en un centro al área, Efraín Juárez se vuelve loco y empuja flagrantemente al delantero tuzo Blas Pérez; el juez central, Paúl Delgadillo, no dudó en señalar la pena máxima, que a la postre Christian “Chaco” Giménez convertiría al 33´. La final estaba empatada, y empezaba un nuevo partido, a partir de la igualdad en el resultado global.

A raíz del gol, Pumas lució desconcertado, esto lo aprovecharon los Tuzos. El endemoniado “Chaco” llega a línea de fondo, mete un centro que Damián Álvarez no puede definir correctamente, se salvaba el cuadro del Pedregal; para beneplácito de la afición puma, después del susto que les propinó “La Chilindrina”, rápidamente se metieron de nuevo al encuentro.


Pachuca, ya con la ventaja, disminuyó las revoluciones tocando la pelota en su media cancha, a la espera de algún error de Pumas. No hubo más emociones en el primer tiempo, que dejaba la mesa servida para vivir un cierre emocionante en la definición del Clausura 2009.

Empezó el segundo tiempo, el más vibrante en todo el torneo, Pachuca parecía relamerse los bigotes al ver a un puma herido, y con pocos argumentos para atacar, pero como toda la liguilla, en Pumas vive un espíritu de héroe que ha ocupado el cuerpo de algunos jugadores para hacerse presente en el marcador.


Esta vez fue Dante López, al minuto 62, quien recibe un centro, el defensor de los Tuzos, Iván Pérez, se lo intenta puntear, pero el paraguayo logra controlar el esférico, se da una media vuelta hermosa, zurdazo que sorprende a Miguel Calero y… ¡Gol!, ¡Gol de Pumas!

Dante, corrió eufórico hacia donde estaba la porra universitaria, los jugadores felinos que estaban en la cancha y en la banca salieron rápidamente a festejar el tanto que los acercaba al título que no sólo acechaban, ya se palpaba el campeonato.

Parecía que Pachuca no tenia por donde meter el gol del empate global, iban y venían buscando algún resquicio, que no encontraron, solo Damián Álvarez pudo sacar un disparo peligroso, pero Sergio Bernal, a una mano, lo mandó a saque de esquina, estaba claro que sólo un error felino le daría vida al tuzo, desafortunadamente para Pumas, este error llegó.


Minuto 78, el arbitro marca una falta dudosa de Paco Palencia en tres cuartos de cancha, el de siempre, Christian Giménez, toma el balón y dispara fuere al ángulo inferior izquierdo de Bernal, el arquero comete un error increíble, el balón se le escurría entre las manos ante la mirada atónita de los auriazules en el terreno de juego.

El “Huracán” se volvió loco, veían perdida la sexta estrella, pero con el gol la esperanza volvía a su lugar.


La cancha no sólo olía a tiempos extras, los penales, parecía, se acercaban, para hacer lo más dramático posible la definición del torneo; si9n embargo, una jugada cambio la historia: descolgada de Martín Bravo -que había ingresado por Palencia-, se escabulle de la defensa de los Tuzos y cuando se disponía a enfilarse al área, Javier Muños Mustafá se barre con las piernas hacia el cielo dándole dos patadas a “La Rata”, Delgadillo no dudó ni un instante en llevarse la mano al bolsillo y sacar la tarjeta roja al defensor tuzo, Pachuca se quedaba con 10 y condicionaba mucho la final.

Se terminó el tiempo regular, el dramatismo era un protagonista más en la cancha del “Hidalgo”, Enrique Meza no modificó nada a pesar de la expulsión, confiaba en su defensa y en lo que podían hacer el “Chaco” y Damián Álvarez, pero no contaba con que el físico ya no daba para mucho entre sus jugadores; mientras tanto, en la otra banca, Ricardo Ferreti echaba toda la carne al asador, ya había metido a un rápido Martín Bravo, a su referente, Leandro Augusto, y por último al habilidoso Pablo Barrera.

Al minuto 95, Martín Bravo se internó al área hidalguense, le hace un caño a Iván Pérez y se pone de frente a Calero, saca un punterazo que pega en el poste, la pelota coqueteó con la raya de cal, pero no entraba, el destino le puso la bola al guaraní Dante López, el autor del primer gol universitario, que con el arquero en el piso y el arco descubierto fallaba el gol más increíble de toda su vida

Vamos, ni cuando era niño, el 9 falló un gol así. Disparó ¡a la pierna de Miguel Calero!, para no creer que el único lugar donde Dante no le tenia que pegar, le pegó; el alma le regresó al cuerpo a los Tuzos, pero Pumas estaba listo para dar el golpe final.


El destino se negaba a revelar al campeón, pero al minuto 107 de tiempo corrido Pumas tocó el cielo con las manos, Pablo Barrera toma el balón por banda derecha, se quita a un defensor, y después, tira a la portería … el tiempo se detuvo completamente en el “Huracán”, lentamente, así como latía el corazón de la hinchada puma, el balón se acercaba a su casa: la red.

Miguel Calero se equivoca gravemente, desvía la pelota hacia su meta, al pasar por debajo del colombiano, el balón sonrió al ver que iba al fondo de las redes, botó una, dos, y ¡Goooooool!, ¡Gol de Universidad! ¡El gol del Campeonato!, ¡Gol de Pumas, señores!.

El estadio se caía a pedazos, la afición auriazul cantaba como nunca en su vida, el recinto se partió en dos, la parte sur estaba loca con el gol de Pumas, la norte estaba en un velorio, un silencio sepulcral; sí, los Tuzos caían en la final, el sueño se cambiaba de bando, y se iba a la “Rebel”, y a toda la gente de la Universidad.

Por un momento la vida se salió del cuerpo de los felinos, Damián Álvarez mete un centro al 114´, que entre Paúl Aguilar y David Toledo lanzan el balón a escasos centímetros de la cabaña puma, al salir el esférico, todo volvió a la normalidad, brincos, silbidos, cánticos, lagrimas, era lo que caracterizaba a la parte del estadio que se pintó azul y oro.

Al final, un conato de bronca en la cancha debido a la frustración de la barra de Pachuca y de sus jugadores, no paso a mayores, Paúl Delgadillo señaló el final del partido.

¡Los Pumas son los nuevos campeones del futbol nacional!

Fotos: Club Universidad Nacional

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