El arte, una alternativa para combatir el Síndrome de la Cuarentena
Por Faustino Alcántara Rodríguez y Yulissa Nicole López Arcos |
México (Aunam). Ante el anuncio oficial de la ampliación de la jornada de “Sana Distancia”, hasta el 30 de mayo, el síndrome de la cuarentena podría expandirse entre los habitantes mexicanos. Las formas visuales de expresión artística figuran como una de las alternativas para neutralizar los efectos colaterales del confinamiento social.
De acuerdo con Bernardo Ng Solís, presidente de la Asociación Psiquiátrica Mexicana, síntomas de miedo, angustia, depresión y agresividad habrían de presentarse como una respuesta al aislamiento, amenaza que afectaría a entre un 45 y 50 por ciento de habitantes mexicanos; “ya que son más sociables y amigables”.
La falta de provisiones, desinformación, propagación de fake news, miedo al contagio y alargue del proceso de prevención de Covid-19 elevarían sus posibilidades de desarrollar alteraciones emocionales: como insomnio, tristeza, frustración e ira, según los análisis del Consejo General de la Psicología de España (Infocop).
Por ello, el doctor Óscar Galicia, coordinador del Departamento de Psicología de la Universidad Iberoamericana, exhortó a los mexicanos a efectuar actividades que permitan ejercitar la cognición en tiempos de cuarentena. A su vez, instó a fijar un horario y metas diarias por conseguir, con tal de ocuparse y evadir situaciones que incrementen el estrés.
Por tal motivo, la terapia artística se desempeña en apoyo a este tipo de padecimientos cognitivos. Al respecto, el psicólogo Jonathan García Allen la describió como “un tipo de terapia expresiva que opera en conjunto de la psicología y el arte”.
De este modo, la “arteterapia”, como también es denominada, permite el fomento del ímpetu creativo y amplía el interés por el conocimiento de obras artísticas; mismas que contribuirán al bienestar y mejorarán habilidades sociales y comunicativas.
Explosiones creativas en procesos de cuarentena
Cabe recordar que históricas piezas, como “Autorretrato de gripe española” del noruego Edvard Munch y “La familia” del austriaco Egon Schiele, fueron ideadas durante un confinamiento: denotaron el sufrimiento e incomodidad generados en la pandemia de 1918, a causa del virus de influenza A-H1N1.
En adición a ello, herramientas como Google Arts & Culture se empeñan en optimizar la tradicional usanza del lienzo y la tinta para simular sus funciones en virtud de mecanismos tridimensionales; en que, el usuario puede visualizar exposiciones en alta definición y consultar pinturas en tiempo real.
Tampoco resulta extraño que, la imaginación sobrepase los linderos del contexto actual. Tres publicistas de Barcelona fundaron en Instagram el “Covid Art Museum”, perfil que se actualiza a diario, sirve como compendio de trabajos y refleja “una temática sobre el confinamiento y cierta calidad artística”.
Una tendencia similar se registró con el hashtag #BetweenArtandQuarantine, donde miles de usuarios de Twitter cumplen con el reto de “imitar” pinturas de Vincent van Gogh, Pablo Piccasso o Sandro Botticelli.
La experiencia tecnológica
Por otra parte, el programa “Efecto de la arteterapia en la ansiedad y depresión, la capacitación sociocultural y la reducción de la reincidencia penitenciaria de personas reclusas” dio muestra del buen uso de la terapia artística. Se efectuó en España durante 2014 y arrojó resultados positivos.
Los presos que formaron parte de la prueba tuvieron una reducción significativa en sus niveles de depresión: consistió en la estimulación cerebral mediante imágenes de obras pictóricas; por lo que no tuvieron interacción presencial con las piezas de arte.
Aunque las condiciones en que se ejecutó el estudio no tienen comparación con los esquemas tradicionales de un museo, asemejan un rasgo característico del panorama actual: la difusión de recorridos virtuales, por conducto de plataformas como Google Street View y los videos en 360 grados.
Ahora, el espectador puede apreciar los interiores del Teatro-Museo Salvador Dalí, de Figueres, desde la comodidad de su pantalla; adentrarse a las Catacumbas de París en su smartphone.
Además, tiene la facilidad de visitar más de 510 espacios culturales, auspiciados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), sin viajar por el interior de la República Mexicana.
El arte ya no se limita a la apreciación física, sino que comienza su expansión cultural hacia los terrenos de la web. En el nuevo lapso de la jornada de “Sana Distancia”, los mexicanos tendrán a la mano nuevas opciones para aflorar la imaginación y enfrentar las posibles amenazas psicológicas surgidas a partir del aislamiento.
México (Aunam). Ante el anuncio oficial de la ampliación de la jornada de “Sana Distancia”, hasta el 30 de mayo, el síndrome de la cuarentena podría expandirse entre los habitantes mexicanos. Las formas visuales de expresión artística figuran como una de las alternativas para neutralizar los efectos colaterales del confinamiento social.
De acuerdo con Bernardo Ng Solís, presidente de la Asociación Psiquiátrica Mexicana, síntomas de miedo, angustia, depresión y agresividad habrían de presentarse como una respuesta al aislamiento, amenaza que afectaría a entre un 45 y 50 por ciento de habitantes mexicanos; “ya que son más sociables y amigables”.
La falta de provisiones, desinformación, propagación de fake news, miedo al contagio y alargue del proceso de prevención de Covid-19 elevarían sus posibilidades de desarrollar alteraciones emocionales: como insomnio, tristeza, frustración e ira, según los análisis del Consejo General de la Psicología de España (Infocop).
Por ello, el doctor Óscar Galicia, coordinador del Departamento de Psicología de la Universidad Iberoamericana, exhortó a los mexicanos a efectuar actividades que permitan ejercitar la cognición en tiempos de cuarentena. A su vez, instó a fijar un horario y metas diarias por conseguir, con tal de ocuparse y evadir situaciones que incrementen el estrés.
Por tal motivo, la terapia artística se desempeña en apoyo a este tipo de padecimientos cognitivos. Al respecto, el psicólogo Jonathan García Allen la describió como “un tipo de terapia expresiva que opera en conjunto de la psicología y el arte”.
De este modo, la “arteterapia”, como también es denominada, permite el fomento del ímpetu creativo y amplía el interés por el conocimiento de obras artísticas; mismas que contribuirán al bienestar y mejorarán habilidades sociales y comunicativas.
Explosiones creativas en procesos de cuarentena
Cabe recordar que históricas piezas, como “Autorretrato de gripe española” del noruego Edvard Munch y “La familia” del austriaco Egon Schiele, fueron ideadas durante un confinamiento: denotaron el sufrimiento e incomodidad generados en la pandemia de 1918, a causa del virus de influenza A-H1N1.
En adición a ello, herramientas como Google Arts & Culture se empeñan en optimizar la tradicional usanza del lienzo y la tinta para simular sus funciones en virtud de mecanismos tridimensionales; en que, el usuario puede visualizar exposiciones en alta definición y consultar pinturas en tiempo real.
Tampoco resulta extraño que, la imaginación sobrepase los linderos del contexto actual. Tres publicistas de Barcelona fundaron en Instagram el “Covid Art Museum”, perfil que se actualiza a diario, sirve como compendio de trabajos y refleja “una temática sobre el confinamiento y cierta calidad artística”.
Una tendencia similar se registró con el hashtag #BetweenArtandQuarantine, donde miles de usuarios de Twitter cumplen con el reto de “imitar” pinturas de Vincent van Gogh, Pablo Piccasso o Sandro Botticelli.
La experiencia tecnológica
Por otra parte, el programa “Efecto de la arteterapia en la ansiedad y depresión, la capacitación sociocultural y la reducción de la reincidencia penitenciaria de personas reclusas” dio muestra del buen uso de la terapia artística. Se efectuó en España durante 2014 y arrojó resultados positivos.
Los presos que formaron parte de la prueba tuvieron una reducción significativa en sus niveles de depresión: consistió en la estimulación cerebral mediante imágenes de obras pictóricas; por lo que no tuvieron interacción presencial con las piezas de arte.
Aunque las condiciones en que se ejecutó el estudio no tienen comparación con los esquemas tradicionales de un museo, asemejan un rasgo característico del panorama actual: la difusión de recorridos virtuales, por conducto de plataformas como Google Street View y los videos en 360 grados.
Ahora, el espectador puede apreciar los interiores del Teatro-Museo Salvador Dalí, de Figueres, desde la comodidad de su pantalla; adentrarse a las Catacumbas de París en su smartphone.
Además, tiene la facilidad de visitar más de 510 espacios culturales, auspiciados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), sin viajar por el interior de la República Mexicana.
El arte ya no se limita a la apreciación física, sino que comienza su expansión cultural hacia los terrenos de la web. En el nuevo lapso de la jornada de “Sana Distancia”, los mexicanos tendrán a la mano nuevas opciones para aflorar la imaginación y enfrentar las posibles amenazas psicológicas surgidas a partir del aislamiento.
Muy buena investigación.
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