FEMINICIDIO, UN LARGO PROCESO PARA SU RECONOCIMIENTO
Por Alexa Denisse Saenz Castillo
Ciudad de México (Aunam). “El feminicidio es un efecto de la ideología retrógrada machista que lamentablemente ha ido en aumento”, comentó Teresa Elizabeth Durán Moreno, química especialista en genética y actual docente de Genética Especializada en un colegio particular.
Durán ejerció su profesión durante seis años como perito para la Procuraduría General de Justicia (PGJ) del Distrito Federal (ahora Ciudad de México) y del Estado de México, en el área de Genética Forense. Allí, Teresa trabajaba dos días a la semana las 24 horas del día y “aproximadamente se veían de uno a dos casos diarios de feminicidios”.
Moreno explicó que el término feminicidio se creó a raíz de la alta incidencia de la violencia contra la mujer, la cual ha ido en aumento, sobretodo en homicidios y violaciones; por lo tanto, el gobierno de la Ciudad y el Gobierno Federal crearon un conjunto de protocolos para la investigación de cualquier mujer que haya fallecido de manera dudosa.
En la Ciudad de México existe un protocolo de feminicidio en el cual es responsabilidad del perito que investiga el homicidio de una mujer, plasmar por escrito cada una de las características que presenta el cuerpo, así como las posibles razones de su muerte.
“El feminicidio toma en consideración que además de encontrar maltrato físico, psicológico y moral, también se busca la existencia de una posible violación”, explicó Elizabeth Durán. Esto a partir de un proceso de toma de muestras, como lo son la inspección de golpes, contusiones, laceraciones y oscilaciones (moretones), en mamas, vulva y cuello.
En el caso del reconocimiento genético de una violación previa o posterior al homicidio, Moreno declaró que la investigación procede a la búsqueda de espermatozoides del donador agresor. Al encontrar dichas células, los científicos intentan obtener por medio de la búsqueda en una base de datos; el Ácido Desoxirribonucleico (ADN) del violador, con el fin de obtener su identidad.
“En conjunto con el Ministerio Publico y el equipo policial, se espera a que atrapen al sospechoso, a fin de que le tomemos muestras y las comparemos, con la intensión de ver si efectivamente es el agresor”, expresó la especialista. Agregó que, muchas veces, los casos quedan sin esclarecer y que existen ocasiones donde después de algunos años se encuentran a los responsables de diversos homicidios.
Para la forense, es claro que la cantidad de feminicidios es mucho mayor en el Estado de México que en la Ciudad; esto debido a la falta de coordinación, inversión, estrategia y de interés del gobierno del Estado para encontrar a los responsables de dichos asesinatos. Declaró que en el caso de la Ciudad de México hay una mayor organización y una atención más rápida para éstos casos.
Teresa Moreno sabe (por sus compañeros que aún se encuentran trabajando en el área forense de la PGR) que la cifra de feminicidios se ha triplicado. Es por ello que consideró el aumento de los homicidios como una consecuencia de la falta de educación y comentó que “aunque la mujer ha ganado mucho terreno en lo laboral y social, esto genera que el hombre machista se moleste por el crecimiento de importancia del rol de la mujer en la sociedad”.
Para la docente, el caso del feminicidio es producto del machismo, como una forma de ejercer el dominio sobre la mujer, pues muchos de los responsables explican que “el hombre piensa que si a ti como mujer ya no te puede mantener bajo su control, ya no te puede ganar un puesto laboral, o ya no te puede prohibir salir a tomar una copa, esa es una forma de expresarse. Una forma horrible de mantener su ideología retrograda”.
Ciudad de México (Aunam). “El feminicidio es un efecto de la ideología retrógrada machista que lamentablemente ha ido en aumento”, comentó Teresa Elizabeth Durán Moreno, química especialista en genética y actual docente de Genética Especializada en un colegio particular.
Durán ejerció su profesión durante seis años como perito para la Procuraduría General de Justicia (PGJ) del Distrito Federal (ahora Ciudad de México) y del Estado de México, en el área de Genética Forense. Allí, Teresa trabajaba dos días a la semana las 24 horas del día y “aproximadamente se veían de uno a dos casos diarios de feminicidios”.
Moreno explicó que el término feminicidio se creó a raíz de la alta incidencia de la violencia contra la mujer, la cual ha ido en aumento, sobretodo en homicidios y violaciones; por lo tanto, el gobierno de la Ciudad y el Gobierno Federal crearon un conjunto de protocolos para la investigación de cualquier mujer que haya fallecido de manera dudosa.
En la Ciudad de México existe un protocolo de feminicidio en el cual es responsabilidad del perito que investiga el homicidio de una mujer, plasmar por escrito cada una de las características que presenta el cuerpo, así como las posibles razones de su muerte.
“El feminicidio toma en consideración que además de encontrar maltrato físico, psicológico y moral, también se busca la existencia de una posible violación”, explicó Elizabeth Durán. Esto a partir de un proceso de toma de muestras, como lo son la inspección de golpes, contusiones, laceraciones y oscilaciones (moretones), en mamas, vulva y cuello.
En el caso del reconocimiento genético de una violación previa o posterior al homicidio, Moreno declaró que la investigación procede a la búsqueda de espermatozoides del donador agresor. Al encontrar dichas células, los científicos intentan obtener por medio de la búsqueda en una base de datos; el Ácido Desoxirribonucleico (ADN) del violador, con el fin de obtener su identidad.
“En conjunto con el Ministerio Publico y el equipo policial, se espera a que atrapen al sospechoso, a fin de que le tomemos muestras y las comparemos, con la intensión de ver si efectivamente es el agresor”, expresó la especialista. Agregó que, muchas veces, los casos quedan sin esclarecer y que existen ocasiones donde después de algunos años se encuentran a los responsables de diversos homicidios.
Para la forense, es claro que la cantidad de feminicidios es mucho mayor en el Estado de México que en la Ciudad; esto debido a la falta de coordinación, inversión, estrategia y de interés del gobierno del Estado para encontrar a los responsables de dichos asesinatos. Declaró que en el caso de la Ciudad de México hay una mayor organización y una atención más rápida para éstos casos.
Teresa Moreno sabe (por sus compañeros que aún se encuentran trabajando en el área forense de la PGR) que la cifra de feminicidios se ha triplicado. Es por ello que consideró el aumento de los homicidios como una consecuencia de la falta de educación y comentó que “aunque la mujer ha ganado mucho terreno en lo laboral y social, esto genera que el hombre machista se moleste por el crecimiento de importancia del rol de la mujer en la sociedad”.
Para la docente, el caso del feminicidio es producto del machismo, como una forma de ejercer el dominio sobre la mujer, pues muchos de los responsables explican que “el hombre piensa que si a ti como mujer ya no te puede mantener bajo su control, ya no te puede ganar un puesto laboral, o ya no te puede prohibir salir a tomar una copa, esa es una forma de expresarse. Una forma horrible de mantener su ideología retrograda”.
Leave a Comment