ESTUDIANTES, FUERZA SOCIAL QUE TRANSFORMA EL MUNDO: NÚÑEZ MARIEL
Por Eduardo Patiño
Ciudad de México (AUNAM). El académico Mario Núñez Mariel invitado a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales para relatar sus experiencias durante el movimiento estudiantil de hace 50 años.
Previo a sus comentarios, proyectaron el fragmento final de la película Tlatelolco: Las claves de la masacre, para mostrar algunas anécdotas de los sobrevivientes, y diversas afirmaciones falsas del entonces presidente Gustavo Diaz Ordaz, como la cantidad de muertos y sus justificaciones tras la masacre.
Núñez Mariel afirmó que “la historia es un fenómeno de extrema complejidad […] la memoria me lleva a recordar mi propia historia, al final de cuentas, somos lo que recordamos que somos”.
El escritor confesó una anécdota que, afirmó, nunca haber contado en público, acerca de cómo en sus tiempos como estudiante, en 1966, él y muchos de sus compañeros dinamitaron la estatua de Miguel Alemán ubicada en la Rectoría de Ciudad Universitaria, logrando con esto, decapitarla con un par de explosiones.
Retomó el tema del 68 para decir que ese suceso es tal vez el más recordado del último siglo, pero que lo que más le apasiona de estas conmemoraciones es “la recuperación del sentido de radicalidad en la universidad de los días recientes”, refiriéndose a las marchas organizadas por estudiantes en semanas pasadas.
También espetó que los feminicidios en la UNAM son “absolutamente inadmisibles”. Añadió que “no hay razón para que las autoridades no entiendan que es tiempo de acabar con la violencia en esta universidad”.
Agregó que “lo único que puede contrarrestar a la violencia es la organización social, esa es la única respuesta verdadera a la barbarie, la respuesta de todos los mexicanos es decir ‘ni madres que vamos a perder el país, somos 130 millones’ lo que ustedes mostraron las semanas pasadas es una fuerza social, indiscutible, formidable, que sí logra modificar conductas, que si logra transformar el mundo”.
Ciudad de México (AUNAM). El académico Mario Núñez Mariel invitado a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales para relatar sus experiencias durante el movimiento estudiantil de hace 50 años.
Previo a sus comentarios, proyectaron el fragmento final de la película Tlatelolco: Las claves de la masacre, para mostrar algunas anécdotas de los sobrevivientes, y diversas afirmaciones falsas del entonces presidente Gustavo Diaz Ordaz, como la cantidad de muertos y sus justificaciones tras la masacre.
Núñez Mariel afirmó que “la historia es un fenómeno de extrema complejidad […] la memoria me lleva a recordar mi propia historia, al final de cuentas, somos lo que recordamos que somos”.
El escritor confesó una anécdota que, afirmó, nunca haber contado en público, acerca de cómo en sus tiempos como estudiante, en 1966, él y muchos de sus compañeros dinamitaron la estatua de Miguel Alemán ubicada en la Rectoría de Ciudad Universitaria, logrando con esto, decapitarla con un par de explosiones.
Retomó el tema del 68 para decir que ese suceso es tal vez el más recordado del último siglo, pero que lo que más le apasiona de estas conmemoraciones es “la recuperación del sentido de radicalidad en la universidad de los días recientes”, refiriéndose a las marchas organizadas por estudiantes en semanas pasadas.
También espetó que los feminicidios en la UNAM son “absolutamente inadmisibles”. Añadió que “no hay razón para que las autoridades no entiendan que es tiempo de acabar con la violencia en esta universidad”.
Agregó que “lo único que puede contrarrestar a la violencia es la organización social, esa es la única respuesta verdadera a la barbarie, la respuesta de todos los mexicanos es decir ‘ni madres que vamos a perder el país, somos 130 millones’ lo que ustedes mostraron las semanas pasadas es una fuerza social, indiscutible, formidable, que sí logra modificar conductas, que si logra transformar el mundo”.
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