La noche de los globos


Por Daniel Alejandro Manzano González 
La noche del 5 de enero del 2024, la familia González (conformada por 4 familias nucleares) se reunió en la acogedora casa de la abuela Lidia, a solo una cuadra y media de la imponente Basílica de Guadalupe. La atmósfera estaba cargada de alegría y emoción por verse nuevamente en las posfechas navideñas, mientras los primos preparaban los detalles para lanzar su globo a los Reyes Magos desde la azotea, las tías terminaban de preparar la cena.

La casa resonaba con risas y pláticas animadas. Oscar, el primo mayor de 33 años, inicio la organización para lanzar el globo, asegurándose de que todo estuviera en orden. Erick, Toño, y Alan, los primos que pasaban de los 25, se encargaron de poner la música y de animar el ambiente con anécdotas de hace más de 15 años.

La mesa estaba adornada con una colorida rosca de Reyes y un aromático pozole que despertaba el apetito de todos. La familia compartió risas y anécdotas mientras disfrutaban de la deliciosa comida tradicional, recreando recuerdos de casi dos décadas  detrás.

Después de saborear el último bocado de rosca y pozole, llegó el momento de dirigirse a la azotea. La familia se reunió alrededor de los globos, cada primo contribuyendo con su entusiasmo y buenos deseos. Diego, el más joven de los primos adultos a sus 21 años, era el encargado de sostener los globos antes del lanzamiento que llevarían principalmente los sueños de las primas Alejandra de 13 y Andrea de 11 años a los cielos con la ilusión de ser atrapados por los Reyes Magos.

Con el cielo estrellado como testigo y la Basílica de Guadalupe como paisaje iluminando la noche, la familia lanzó sus globos llenos de esperanzas y sueños. Todos observaron con admiración mientras se elevaban lentamente los globos, aunque hubo quienes como Alan y Erick se preocuparon de que estos no se reventaran al pasar cerca de los balcones pertenecientes al edificio de costado.

La experiencia creó un lazo especial entre los primos, fortaleciendo su conexión familiar. Después de disfrutar de ese mágico momento, se despidieron con abrazos y sonrisas, aunque no se podían comparar las de todos los primos puesto que Andrea y Alejandra tenían una emoción e ilusión indescriptible en las suyas. Después del lanzamiento todos los integrantes de la familia se encontraban listos para regresar a sus hogares con corazones llenos de gratitud y la promesa de repetir esta entrañable tradición el próximo año.
xto Bookmark and Share

No hay comentarios.

Con tecnología de Blogger.