Con Carlos Rivera… Toda canción tiene un porqué
Por Mara Báez |
México (Aunam). Después de un largo día de trabajo, decido tomar un respiro y entro a redes sociales ¡oh sorpresa!... está por empezar un concierto en vivo de Carlos Rivera. Doy click en la transmisión de Facebook, aún hay tiempo para preparar un par de snacks y disfrutar lo más parecido a la realidad esta experiencia, ya saben la nueva normalidad…
En punto de las 7:10 pm empieza la transmisión, una voz femenina dice “Desde casa con causa. Ocho conciertos desde casa por las mujeres que hoy nos necesitan” como parte de la campaña creada por Kotex ante la pandemia por COVID19. Con una enorme sonrisa y entusiasmada, Ileana Rodríguez da la bienvenida a Carlos Rivera y la caja de comentarios hacia él pareciera que va a explotar… “¡Hermosooo!” “¡Como siempre hermoso, te amoooo” “súper guapo! ¡Me encantas!” por mencionar algunos.
El ansiado momento llegó, la cámara enfocó al cantante provocándole cierto nerviosismo que evidenció el movimiento de sus piernas y una gran emoción que la sonrisa demostró. La pandemia que vivimos fue el pretexto perfecto para que se uniera a la campaña, y con solidaridad afirmó el deseo de ayudar a otros a través de la música.
Antes de comenzar, cordialmente Carlos Rivera hizo una petición hacia los espectadores, invitándolos a donar para la causa, y con los brazos abiertos, reiteró su agradecimiento hacia las mujeres que laboran en el sector salud y que luchan contra el virus día a día.
El set preparado por Carlos Rivera fue elegido por sus mismos fans, y en compañía de sus músicos, dio inicio al concierto con la canción romántica titulada “Perdiendo la cabeza”. La intensidad de sus gestos y ademanes, en conjunto con su sincera e iluminada mirada, y el tono acústico de la guitarra, transmitió la misma satisfacción con la que entonó la canción.
Con un trasfondo reflexivo y un suspiro profundo inicial entonó “Ya pasará”, utilizó la canción para asegurar que la situación pandémica mejoraría, envió un cálido abrazo al público y a sí mismo. “Recuérdame” una de sus composiciones con mayor reconocimiento a nivel internacional ocupó el tercer lugar dentro del set, recordó la increíble historia de la canción y la absoluta importancia de no olvidar a los seres queridos que se han ido.
Al inicio del concierto la energía inacabable en las primeras canciones se hizo presente, pero conforme avanzó a las siguientes interpretaciones el estilo cambió. Entre gestos melancólicos y sentimentales entonó canciones como “La luna del cielo”, “Que lo nuestro”, “Me muero”, “Te esperaba” y “¿Cómo pagarte?”.
El cantante decidió cerrar con broche de oro y complació una petición del público, mostró la diversidad de estilos en sus canciones, con su propio toque y entonó vigorosamente la canción titulada “Regrésame mi corazón” perteneciente al género musical flamenco.
Moviéndose de acá para allá con un intenso movimiento de cadera y hombros Carlos Rivera se entregó totalmente a su público concluyendo la interpretación con un perfecto agudo.
Siempre reflexivo y carismático conquistó al público, al final de cada una de las canciones interpretadas, el cantante, entre suspiros y recuerdos al borde de las lagrimas, explicó el significado de cada una de sus composiciones. La caja de comentarios varias veces demostró el apoyo incondicional por parte de sus fanáticas, comentaban “que hermoso y maravilloso tocas la guitarra”, “eres el mejor, mi tía es enfermera y ha salvado a pacientes con Covid felicidades a todos y a todas las enfermeras #EnCasaConCausa” “Qué bonito cuando nos cantas. Qué bonito no poder olvidar lo que vivimos hoy”.
Alrededor de cincuenta minutos duró el concierto, terminó con una cálida despedida por parte del artista, envió un beso hacia los espectadores. La conductora impresionada y emocionada dio las gracias al cantante y al público invitándolos a hacer una donación en apoyo a las mujeres, así como a continuar apoyando los conciertos siguientes.
La transmisión terminó y mi pequeño respiro se convirtió en una experiencia placentera, realmente era necesario ese descanso, levanté el plato del aperitivo que comí y con el cuerpo relajado me dirigí a tomar un baño mientras escuchaba el nuevo sencillo de Carlos Rivera.
México (Aunam). Después de un largo día de trabajo, decido tomar un respiro y entro a redes sociales ¡oh sorpresa!... está por empezar un concierto en vivo de Carlos Rivera. Doy click en la transmisión de Facebook, aún hay tiempo para preparar un par de snacks y disfrutar lo más parecido a la realidad esta experiencia, ya saben la nueva normalidad…
En punto de las 7:10 pm empieza la transmisión, una voz femenina dice “Desde casa con causa. Ocho conciertos desde casa por las mujeres que hoy nos necesitan” como parte de la campaña creada por Kotex ante la pandemia por COVID19. Con una enorme sonrisa y entusiasmada, Ileana Rodríguez da la bienvenida a Carlos Rivera y la caja de comentarios hacia él pareciera que va a explotar… “¡Hermosooo!” “¡Como siempre hermoso, te amoooo” “súper guapo! ¡Me encantas!” por mencionar algunos.
El ansiado momento llegó, la cámara enfocó al cantante provocándole cierto nerviosismo que evidenció el movimiento de sus piernas y una gran emoción que la sonrisa demostró. La pandemia que vivimos fue el pretexto perfecto para que se uniera a la campaña, y con solidaridad afirmó el deseo de ayudar a otros a través de la música.
Antes de comenzar, cordialmente Carlos Rivera hizo una petición hacia los espectadores, invitándolos a donar para la causa, y con los brazos abiertos, reiteró su agradecimiento hacia las mujeres que laboran en el sector salud y que luchan contra el virus día a día.
El set preparado por Carlos Rivera fue elegido por sus mismos fans, y en compañía de sus músicos, dio inicio al concierto con la canción romántica titulada “Perdiendo la cabeza”. La intensidad de sus gestos y ademanes, en conjunto con su sincera e iluminada mirada, y el tono acústico de la guitarra, transmitió la misma satisfacción con la que entonó la canción.
Con un trasfondo reflexivo y un suspiro profundo inicial entonó “Ya pasará”, utilizó la canción para asegurar que la situación pandémica mejoraría, envió un cálido abrazo al público y a sí mismo. “Recuérdame” una de sus composiciones con mayor reconocimiento a nivel internacional ocupó el tercer lugar dentro del set, recordó la increíble historia de la canción y la absoluta importancia de no olvidar a los seres queridos que se han ido.
Al inicio del concierto la energía inacabable en las primeras canciones se hizo presente, pero conforme avanzó a las siguientes interpretaciones el estilo cambió. Entre gestos melancólicos y sentimentales entonó canciones como “La luna del cielo”, “Que lo nuestro”, “Me muero”, “Te esperaba” y “¿Cómo pagarte?”.
El cantante decidió cerrar con broche de oro y complació una petición del público, mostró la diversidad de estilos en sus canciones, con su propio toque y entonó vigorosamente la canción titulada “Regrésame mi corazón” perteneciente al género musical flamenco.
Moviéndose de acá para allá con un intenso movimiento de cadera y hombros Carlos Rivera se entregó totalmente a su público concluyendo la interpretación con un perfecto agudo.
Siempre reflexivo y carismático conquistó al público, al final de cada una de las canciones interpretadas, el cantante, entre suspiros y recuerdos al borde de las lagrimas, explicó el significado de cada una de sus composiciones. La caja de comentarios varias veces demostró el apoyo incondicional por parte de sus fanáticas, comentaban “que hermoso y maravilloso tocas la guitarra”, “eres el mejor, mi tía es enfermera y ha salvado a pacientes con Covid felicidades a todos y a todas las enfermeras #EnCasaConCausa” “Qué bonito cuando nos cantas. Qué bonito no poder olvidar lo que vivimos hoy”.
Alrededor de cincuenta minutos duró el concierto, terminó con una cálida despedida por parte del artista, envió un beso hacia los espectadores. La conductora impresionada y emocionada dio las gracias al cantante y al público invitándolos a hacer una donación en apoyo a las mujeres, así como a continuar apoyando los conciertos siguientes.
La transmisión terminó y mi pequeño respiro se convirtió en una experiencia placentera, realmente era necesario ese descanso, levanté el plato del aperitivo que comí y con el cuerpo relajado me dirigí a tomar un baño mientras escuchaba el nuevo sencillo de Carlos Rivera.
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