Un skape musical contra la pandemia
Por: Diana Galván
Mundo (Aunam). Esta vez, no hubo cantos a coro ni la interacción con miles de almas reunidas en un mismo recinto. Esta vez, sólo fue necesario encender un dispositivo móvil y encontrar un lugar agradable para ser el principal espectador de “La Unión Hace La Fiesta”, el primer festival latinoamericano de música on line para hacerle frete al confinamiento por la pandemia.
Los conciertos vía streaming no son una novedad, pero sí han ganado popularidad y tendencia en los últimos días. Y a pesar de que esta experiencia virtual no le llega a los talones a la extasiante emoción de ver a una banda en vivo, tiene la particular ventaja de la comodidad, pues este flexible modo se presta para ser disfrutado desde la cama, el sofá, la mesa del comedor o cualquier rincón de la casa en compañía de alimentos y bebidas.
Leon Vodo, Los Tulipanes, La Urband, Los bolitas, Gallo Rojo, Vieja Skina, Kachiporros y Percance fueron las agrupaciones representantes de los ocho países latinoamericanos para dar vida, ritmo y sabor a la cuarta edición del festival que tuvo lugar el pasado sábado 23 de mayo a través de la cuenta oficial del evento.
A las 19.00 pm dio inicio la transmisión, el show no entró de lleno con la música sin antes haber realizado una breve presentación del evento, seguida de una semblanza y entrevista a unos de los integrantes de Leon Vodo, la agrupación programada para abrir el concierto. Dinámica que sería realizada con cada una de las bandas del cartel para profundizar más en su trayectoria musical y sobre cómo se vive el confinamiento en otras partes del mundo.
Con la pantalla dividida, la batería comenzó a marcar los primeros ritmos del toquín. Los instrumentos armonizaban en conjunto mientras que cada integrante tocaba desde la intimidad de su hogar. La distancia, no fue impedimento para prender el ambiente, entre canción y canción el saxofonista lanzaba confeti a la cámara, otros cuantos hacían invitaciones al público de aplaudir y de momento mostraban sus mejores pasos de ska.
Luego de 20 minutos, Leon Vodo finalizó su presentación con una de sus rolas más emotivas “No hay nadie mejor que vos para mí”, una canción de amor paternal que tuvo la presencia del hijo del saxofonista, quien corría y jugaba al tiempo que su papá tocaba, y del canino amigo del tecladista sentado sobre él con las orejas asomadas en la pantalla.
La segunda presentación estuvo a cargo de La Urband, singular banda de ska, que desde un estudio musical transmitió su mensaje de amor, justicia y unión. Y si en algo destacó esta agrupación sobre las demás, fue por ser la única del festival en tener a una mujer entre sus integrantes, Maryann, encargada de dar voz al proyecto junto con su compañero Felipe.
Consignas sociales, un viaje sonoro al mar y una versión personalizada del clásico éxito de Beyoncé “Crazy in love” fueron parte de la energética interpretación de los colombianos. Para su última canción, el formato de la presentación cambió a una video llamada con tonalidades grises y la agrupación emitió un mensaje para uno de los sectores más importantes en estos tiempos de crisis, los trabajadores, con la frase “hoy te agradecemos, hoy damos un gran valor al esfuerzo del trabajador”.
Al cabo de un rato comenzaron a tocar Los Bolitas, quienes, bajo ese nombre que –mencionan- es usualmente utilizado de forma despectiva hacia los bolivianos, buscan enaltecer el orgullo de su país. Un simpático sombrero de marinero, una gorra con ojos gigantes y un cubre bocas con un estilo rockero son algunos de los accesorios que lucían en su atuendo los miembros de la agrupación de pop rock en su presentación en conjunto desde una casa de ladrillos.
Fueron múltiples los sonidos para echar a volar la imaginación, los cuales, emanaban de una flauta de pan y unos cuantos tambores que daban la ilusión de escuchar a un caballo galopear. Además de la experiencia auditiva, los bolivianos le dieron un toque diferente a su canción “borracho” con unas tomas borrosas y luminosas acompañadas de risas y murmullos que provocaban en el espectador la sensación de estar sobre pasado de copas.
Gallo rojo de México, La vieja Skina de Perú y los Tulipanes de Argentina, fueron las presentaciones intermedias del concierto, cada una con su peculiar estilo musical. Los mexicanos con tonos jocosos complementados por el singular sonido del acordeón, prestaban de momento el ambiente ideal para bailar con la pareja.
Los peruanos, sin cantos y con un ritmo balada más apegado al jazz ofrecían un momento de serenidad. Mientras que los argentinos prendían con una fiesta hasta el tope junto con invitados especiales de agrupaciones como los Caligaris, los Auténticos Decadentes, los Cafres, entre otros.
A la segunda hora del evento llegó uno de los actos más esperados por la ciberaudiencia, Los Kachiporros, banda proveniente de Paraguay que, entre místicos sonidos psicodélicos realizados con el órgano, un fondo negro con repentinas luces estrambóticas y efectos visuales estremecedores, ofrecieron una presentación fascinante al festival.
La última interpretación de la noche, fue entonada por Percance desde Costa Rica, una banda que, al puro estilo del ska, ofreció entre trompetazos, coros, saltos y puños en alto, un energético cierre. Cada integrante, desde diferentes escenarios, dejaba ver lo mejor de sí con bailes y acercamientos a la cámara.
Finalmente, mientras vestían con un traje morado en conjunto, los costarriqueños emitieron un mensaje alentador a la audiencia con letras como “Y aunque las olas vienen y van, no existe nadie que te pueda parar”, para hacer presente que, a pesar de todo, la unión hace la fiesta.
Mundo (Aunam). Esta vez, no hubo cantos a coro ni la interacción con miles de almas reunidas en un mismo recinto. Esta vez, sólo fue necesario encender un dispositivo móvil y encontrar un lugar agradable para ser el principal espectador de “La Unión Hace La Fiesta”, el primer festival latinoamericano de música on line para hacerle frete al confinamiento por la pandemia.
Los conciertos vía streaming no son una novedad, pero sí han ganado popularidad y tendencia en los últimos días. Y a pesar de que esta experiencia virtual no le llega a los talones a la extasiante emoción de ver a una banda en vivo, tiene la particular ventaja de la comodidad, pues este flexible modo se presta para ser disfrutado desde la cama, el sofá, la mesa del comedor o cualquier rincón de la casa en compañía de alimentos y bebidas.
Leon Vodo, Los Tulipanes, La Urband, Los bolitas, Gallo Rojo, Vieja Skina, Kachiporros y Percance fueron las agrupaciones representantes de los ocho países latinoamericanos para dar vida, ritmo y sabor a la cuarta edición del festival que tuvo lugar el pasado sábado 23 de mayo a través de la cuenta oficial del evento.
A las 19.00 pm dio inicio la transmisión, el show no entró de lleno con la música sin antes haber realizado una breve presentación del evento, seguida de una semblanza y entrevista a unos de los integrantes de Leon Vodo, la agrupación programada para abrir el concierto. Dinámica que sería realizada con cada una de las bandas del cartel para profundizar más en su trayectoria musical y sobre cómo se vive el confinamiento en otras partes del mundo.
Con la pantalla dividida, la batería comenzó a marcar los primeros ritmos del toquín. Los instrumentos armonizaban en conjunto mientras que cada integrante tocaba desde la intimidad de su hogar. La distancia, no fue impedimento para prender el ambiente, entre canción y canción el saxofonista lanzaba confeti a la cámara, otros cuantos hacían invitaciones al público de aplaudir y de momento mostraban sus mejores pasos de ska.
Luego de 20 minutos, Leon Vodo finalizó su presentación con una de sus rolas más emotivas “No hay nadie mejor que vos para mí”, una canción de amor paternal que tuvo la presencia del hijo del saxofonista, quien corría y jugaba al tiempo que su papá tocaba, y del canino amigo del tecladista sentado sobre él con las orejas asomadas en la pantalla.
La segunda presentación estuvo a cargo de La Urband, singular banda de ska, que desde un estudio musical transmitió su mensaje de amor, justicia y unión. Y si en algo destacó esta agrupación sobre las demás, fue por ser la única del festival en tener a una mujer entre sus integrantes, Maryann, encargada de dar voz al proyecto junto con su compañero Felipe.
Consignas sociales, un viaje sonoro al mar y una versión personalizada del clásico éxito de Beyoncé “Crazy in love” fueron parte de la energética interpretación de los colombianos. Para su última canción, el formato de la presentación cambió a una video llamada con tonalidades grises y la agrupación emitió un mensaje para uno de los sectores más importantes en estos tiempos de crisis, los trabajadores, con la frase “hoy te agradecemos, hoy damos un gran valor al esfuerzo del trabajador”.
Al cabo de un rato comenzaron a tocar Los Bolitas, quienes, bajo ese nombre que –mencionan- es usualmente utilizado de forma despectiva hacia los bolivianos, buscan enaltecer el orgullo de su país. Un simpático sombrero de marinero, una gorra con ojos gigantes y un cubre bocas con un estilo rockero son algunos de los accesorios que lucían en su atuendo los miembros de la agrupación de pop rock en su presentación en conjunto desde una casa de ladrillos.
Fueron múltiples los sonidos para echar a volar la imaginación, los cuales, emanaban de una flauta de pan y unos cuantos tambores que daban la ilusión de escuchar a un caballo galopear. Además de la experiencia auditiva, los bolivianos le dieron un toque diferente a su canción “borracho” con unas tomas borrosas y luminosas acompañadas de risas y murmullos que provocaban en el espectador la sensación de estar sobre pasado de copas.
Gallo rojo de México, La vieja Skina de Perú y los Tulipanes de Argentina, fueron las presentaciones intermedias del concierto, cada una con su peculiar estilo musical. Los mexicanos con tonos jocosos complementados por el singular sonido del acordeón, prestaban de momento el ambiente ideal para bailar con la pareja.
Los peruanos, sin cantos y con un ritmo balada más apegado al jazz ofrecían un momento de serenidad. Mientras que los argentinos prendían con una fiesta hasta el tope junto con invitados especiales de agrupaciones como los Caligaris, los Auténticos Decadentes, los Cafres, entre otros.
A la segunda hora del evento llegó uno de los actos más esperados por la ciberaudiencia, Los Kachiporros, banda proveniente de Paraguay que, entre místicos sonidos psicodélicos realizados con el órgano, un fondo negro con repentinas luces estrambóticas y efectos visuales estremecedores, ofrecieron una presentación fascinante al festival.
La última interpretación de la noche, fue entonada por Percance desde Costa Rica, una banda que, al puro estilo del ska, ofreció entre trompetazos, coros, saltos y puños en alto, un energético cierre. Cada integrante, desde diferentes escenarios, dejaba ver lo mejor de sí con bailes y acercamientos a la cámara.
Finalmente, mientras vestían con un traje morado en conjunto, los costarriqueños emitieron un mensaje alentador a la audiencia con letras como “Y aunque las olas vienen y van, no existe nadie que te pueda parar”, para hacer presente que, a pesar de todo, la unión hace la fiesta.
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