PLATAFORMAS OTT: CRECIENTE DESAFÍO PARA LA TELEVISIÓN

Por: Aislinn Carolina Flores Rodríguez y Andrea Daniela Vázquez Sarabia
Ciudad de México (Aunam). En la actualidad, a nivel mundial, se han presentado profundos y acelerados cambios debido a la Tercera Revolución Industrial, mejor conocida como la Revolución Digital. De esta manera se ha generado un cambio drástico en diversos sectores, uno de ellos es la televisión.


Este sector audiovisual, fue introducido en una era tecnológica, que ha suscitado nuevas alternativas de ver, hacer y distribuir el contenido televisivo, es decir, las empresas televisoras se encuentran inmersas en una época de innovación.

Hay una frase dicha por Rupert Murdoch, que refleja la realidad actual: “Una nueva generación de consumidores ha nacido y demanda contenidos donde quieren, cuando quieren y de la manera en que ellos quieren.”

Hace 10 años, las plataformas digitales eran una incógnita para la sociedad, pero hoy en día son el rostro de un nuevo mundo de interconexión y constantes transformaciones. Algunas de ellas, como Facebook y/o Netflix, han acaparado audiencias y modificado la economía de las telecomunicaciones de forma rápida.

Pero, ¿en qué consisten estas plataformas digitales? Pues bien, son sistemas donde se puede guardar información de cualquier tipo y son adaptables a las necesidades que los internautas requieran.

La consultoría especializada en telecomunicaciones, The Competitive Intelligence Unit, reveló que México cerró el 2017 con 79 punto uno millones de usuarios en Internet, cifra que representa más de la mitad de la población nacional. Es decir, casi siete de cada diez ya disfrutan, al menos en cierto grado, los beneficios que se derivan del acceso a internet.

Las plataformas, sin importar su enfoque, brindan la posibilidad de realizar innumerables actividades dentro de ellas, especialmente de entretenimiento. La más frecuentada por los usuarios mexicanos es Facebook, pues el 98 punto ocho por ciento tiene una cuenta, seguida por Instagram con el 25 punto cinco por ciento de los internautas, Twitter con 23 por ciento, entre muchas otras más.

Según la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares Mexicanos del 2015, el 76 punto seis por ciento de los usuarios de Internet, dijeron conectarse a la red para acceder a contenidos audiovisuales.

The Competitive Intelligence Unit afirma que en México hay una marcada afinidad por el consumo de audiovisuales, debido a que las plataformas Over The Top (OTT), son el servicio de provisión de contenidos de vídeo de pago con el mayor crecimiento en 2017 (siete punto siete millones de suscripciones), 15 punto seis por ciento, más que en 2016.

Las plataformas OTT, son aquellas que transmiten información, programas, series y/o películas, por un pago fijo a los dispositivos conectados a su web, por ejemplo: Claro Video, Cinépolis Klic, Blim, HBO GO y Netflix, que permiten a sus audiencias un acceso “ilimitado”, a una gran variedad de contenidos audiovisuales, sin restricciones de tiempo u horario, como sucede en las televisoras tradicionales.

El periodista Jenaro Villamil escribió para la revista Proceso, que “tan sólo en el tercer trimestre de 2015, Netflix reportó ingresos globales por 1581 millones de dólares, superiores a todos los ingresos de Grupo Televisa en un año, que fueron 1233 millones de dólares”.


La misma empresa de Netflix declaró que sus consumidores en todo el mundo han recibido con los brazos abiertos la revolución de la televisión por Internet: “…Ese sector hace 15 años era muy pequeño, ha pasado a ser significativo ahora y en los próximos diez o 20 años, la televisión por Internet va a ser toda la TV ..." (Declaración de Reed Hastings para la cadena CNBC, el 21 de septiembre del 2015).

La forma en la que hoy se observa la televisión ha cambiado, debido a la incursión de las plataformas digitales y el uso de Internet en la vida cotidiana de las personas. En entrevista con el especialista en Comunicación, Ramiro Gerardo Aguilera Ortega, expresó: “Hoy el grabar tus programas de televisión favoritos, para verlos después, como en los 80’s, está pasado de moda.”

El también director de la empresa Evolución21, cree que esta nueva forma de ver televisión resulta conveniente para la sociedad actual, cuyo tiempo de recreación varía de manera indeterminada. En pocas palabras, el receptor es libre de disfrutar cualquier contenido en el tiempo que éste disponga para dicha actividad.

Pero las plataformas digitales actuales, aquellas que se manejan a nivel global, ya no sólo se limitan a difundir extensiones de la televisión, ya que muchas de ellas re-transmiten y producen sus propios contenidos originales (documentales, series, shows, películas), que están disponibles para toda persona que esté conectada a su servicio, a cualquier hora y en cualquier lugar.

A pesar de las impresionantes cifras en audiencias de Netflix, nuestro país apenas representa el tres punto siete por ciento de sus suscripciones mundiales. En primer lugar se encuentra Estados Unidos, con 53 punto nueve por ciento del total; El seis punto uno en Brasil; así como el cuatro punto seis por ciento en Canadá, e igual porcentaje en Gran Bretaña.

Pero eso no quiere decir que esta empresa y todas las demás plataformas digitales, no representen un gran impacto en la sociedad mexicana, de hecho sucede todo lo contrario.

Televisoras vs Plataformas Digitales

Es cierto que la televisión, no se ha visto desplazada en su totalidad por los medios disponibles en redes de Internet, pero las redes han servido como una extensión de la “pantalla chica”. Lo que uno no puede desarrollar en la TV, debido al corto tiempo otorgado por las productoras, lo puede desarrollar en las diferentes plataformas disponibles en línea (Twitter, Facebook, blogs, Instagram, etc.)

La baja de rating en las televisoras se debe, principalmente, a que los millennials (nacidos entre 1982 y 2003 cuya característica principal es el dominio de las tecnologías digitales) ya no ven televisión. Según un estudio realizado por Roxana Morduchowics publicado en el libro Los adolescentes del siglo XXI, los jóvenes consideran que es el medio menos creíble y relevante para ellos.

El ciberespacio nos ha facilitado las cosas, es multifuncional. No sólo sirve para entretenernos, sino que nos abre las posibilidades para informarnos y consumir noticias.

De acuerdo con la encuesta “La Cultura Política de los Jóvenes en México”, en el contexto electoral de 2012, entre los adultos, el consumo de noticieros en televisión lo realizaba 51 por ciento de los hombres y 21 por ciento de las mujeres, mientras que entre los jóvenes se reducía a 29 por ciento en hombres y 17 por ciento en mujeres.

Esto no significa,que los noticieros en televisoras hayan dejado de tener el poder de penetrar en los hogares, pero sí que han tenido que competir con Internet. No hay duda de que el consumo de noticias mediante los televisores será mucho menor, pues cada vez son más los que frecuentan enlaces noticiosos en Facebook, como por ejemplo Aristegui Noticias, Proceso, Milenio e incluso The New York Times.

Por otro lado, según Jorge Álvarez Hoth, uno de los directores de Grupo Televisa: “La transformación que está creando Netflix, afectará sobre todo a la televisión de paga, pues la gente preferirá pagar por el servicio de un plataforma digital que el que ofrece la televisión de paga.

Esto es malo para Televisa porque en los últimos años invirtió más de dos mil millones de dólares para lograr el control de 62 por ciento de los casi 17 millones de suscriptores que existen en México en televisión de paga”.

En la cuestión de la televisión abierta, Nadxieelii Chávez Carballo, una de las productoras de contenidos audiovisuales de Televisa, dijo en entrevista que plataformas digitales sí han afectado a la empresa, pero que en realidad eso no ha pasado a gran escala.

“Sí bajamos algunos números en rating, pero tomamos decisiones inmediatas: creamos Blim, un servicio de suscripción con material exclusivo de nuestra televisora, y creo que esa decisión nos ayudó”, declaró.

Chávez opina, que muchas veces de manera errónea, se asume que en la actualidad, todos ven productos audiovisuales en las redes digitales, pero lo cierto es que son muchos más los mexicanos que tienen una televisión en lugar de acceso a Internet.

“Las amas de casa siguen viendo nuestros programas de televisión abierta en las mañanas y tardes, igual que siempre. Sí competimos contra las plataformas OTT pero nosotros no estamos derrotados, como muchos creen”.

La licenciada Irais Paola Zaldivar Gama, quien ha trabajado por 17 años con la empresa TV Azteca, en la distribución de contenidos audiovisuales, aseguró en entrevista, que las plataformas digitales también pueden ser aprovechadas por las televisoras:

“Son una herramienta que nos ha ayudado a resaltar todos nuestros contenidos. Dan un plus, es como una segunda pantalla que promociona los productos que transmitimos en televisión”.

Al cuestionarle sobre cómo es que se da la distribución de contenidos audiovisuales en las plataformas digitales, la especialista en la materia explicó que en TV Azteca “los contenidos se han renovado, como siempre, para generar más audiencia pero, la diferencia ahora es que esos productos se expanden hacia las plataformas digitales. Se replican ahí”.

Para Zaldivar Gama la utilización de plataformas digitales representa “una ventaja que antes no se tenía”, y argumenta esto al decir que “ahora las plataformas digitales, nos ofrecen una nueva manera de distribución de contenidos y una oportunidad de conseguir más ojos y más venta”.

En contraparte con esto, se tiene información de parte de Milenio de que en el tercer trimestre del 2016, el duopolio televisivo de Televisa y TV Azteca, registró altas pérdidas de sus ganancias.

Las de Televisa se redujeron en 84 por ciento además, de bajar en venta de publicidad y en utilidades, mientras que las ganancias de TV Azteca, cayeron en 132 por ciento; esto daría pie a la interpretación subjetiva de que, en efecto, las redes socio digitales, han hecho que la televisión poco a poco se vaya hundiendo.

Sin embargo, esto podría resultar cuestionable si se observan los Indicadores sobre Sociedad de la Información, por parte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), de 2013 a 2015, en donde se inscribe que en los hogares mexicanos sólo el 44 punto nueve por ciento, de la población total cuenta con una computadora en su casa, el 39 punto dos por ciento con una conexión a Internet fija, mientras que el 93 punto cinco por ciento de las familias mexicanas cuenta con al menos un televisor en sus hogares.

Entonces, ¿Cómo es que se utiliza más el Internet que la televisión? La respuesta es que de los 70 millones de mexicanos que utilizan Internet, 70 punto siete por ciento, se conecta a través de telefonía móvil, por lo que, el hecho de que menos de la mitad de la población no cuente con conexión a Internet fija, no influye de manera significativa en la cantidad de personas que usan las plataformas digitales.

Empresarios, como Reed Hastings y Richard Plepler, aseguran que en menos de 30 años promedio, la televisión será desplazada por las plataformas digitales que ellos respaldan (Netflix y HBO GO), en la actualidad, ambos cuentan con re-transmisiones y producción de contenido original, que gracias al mundo globalizado en el que nos desarrollamos como individuos, se encuentra disponible en cualquier parte del mundo que cuente con una conexión a Internet.

Pero ¿Qué es lo que sucede con los países tercermundistas, aquellos que están en “vías de desarrollo”?, ¿Cuentan con los recursos para adaptarse al cambio paulatino que se dará en la Internet?, ¿Compartirán la misma afinidad de contenidos en Medio Oriente que en los países latinos o en Europa que en la India?

Efectivamente, aquellos países considerados como Potencias Mundiales (E.E.U.U, Alemania, Reino Unido, China, por mencionar algunas) transformarán la forma de ver contenidos recreativos y de información, tanto a largo plazo como de forma instantánea mediante el uso de Internet, en menos de 20 años.

Para los países como México, el cambio de la televisión hacia las plataformas digitales, será un asunto a largo plazo, pues como primera instancia las televisoras usarán Internet para desarrollar, de una manera más amplia, sus contenidos y las retransmisiones de su programación.

Pero para las regiones más pobres del mundo como Bhaka y Dhaka en Bangladesh, el cambio tecnológico en las plataformas digitales, como nueva forma de distribución de contenidos televisivos, tal vez, ni siquiera llegue a consumarse de manera efectiva.

Aunque la transformación, se desarrolle de manera distinta dependiendo del país, no cabe duda que en México, las plataformas digitales le han dado una creciente batalla a las productoras de televisión y que lo seguirán haciendo los próximos años.

Se puede decir entonces, que a la fecha las plataformas digitales representan para los monopolios televisivos, como Televisa y Tv Azteca, más que una desventaja, una oportunidad para expandir sus contenidos, para que así sus audiencias puedan disfrutar de sus programas favoritos, a la hora y día que prefieran.

En resumen se puede decir que las plataformas de expansión de contenidos que utilizan las grandes empresas televisivas, se convierten en una herramienta para hacer frente a su competencia, las OTT´s.

“La cultura audiovisual mexicana, que dependía anteriormente de Televisa y TV Azteca, no ha cambiado, lo que pasa es que ha migrado hacia las plataformas digitales” (Villamil para la Revista Proceso, 2016).

Adaptación de la televisión a los nuevos sistemas de comunicación

Con la adaptación de la televisión a nuevos sistemas de comunicación, se hace referencia a las redes sociales, principalmente Facebook, Twitter e Instagram, que en los últimos años han dado origen a un fomento de lo que comúnmente se conoce como periodismo ciudadano.

De igual manera, se toma en cuenta la presencia de los blogs del duopolio televisivo en México: TV Azteca y Televisa, que mediante las plataformas digitales retransmiten los contenidos previamente visualizados por las audiencias de la televisión.

La importancia, sobre todo de las redes sociales, como herramienta para los contenidos televisivos es de tal importancia que permite una opinión general del público receptor.

Hoy en día, quienes visualizan los contenidos televisivos tienen la libertad de expresar si esto o lo otro les agrada o no, tienen la libertad de aportar su opinión, y en consecuencia las televisoras, tienen contenidos más completos respaldados no sólo por especialistas en la materia o instituciones, sino también por la opinión pública.

Los ciudadanos de una región, tienen a su alcance las herramientas necesarias (Internet y un dispositivo electrónico como una computadora, tablet o celular) para ser parte, no solo de la opinión con respecto de los contenidos televisivos que visualiza cotidianamente, sino también de lo que los hechos relevantes que presencia a lo largo de un día común.

Es entonces tarea de las televisoras crear plataformas adecuadas, para la distribución de sus contenidos y tener de manera muy definida, lo que buscan transmitir a todo aquel que tenga acceso a una conexión de Internet.

De igual manera, deben de concientizar en lo que confiere a su interacción con el público en general. Sobre esto, Ernesto Ledesma, director de Rompeviento Tv, el primer canal de Internet en México de contenidos informativos, expresó:

“No tengo duda, Internet es el futuro de la televisión. Las mismas televisoras saben que si no tienen conexión a Internet se quedarán obsoletas. Lo que está pasando es que la televisión se está mudando a Internet”.

Ya se ha visto con Televisa, que lanzó Blim: un servicio que, como explicó Carballo Chávez, es de suscripción mensual que funciona con conexión a Internet y es una nueva forma que implementó para distribuir contenidos propios y de otras distribuidoras. Incluso esta plataforma tiene disponible una serie llamada “Entre correr y vivir”, que es de TV Azteca, pues aunque ambas empresas sean competidoras, decidieron unir contenidos para coexistir con las plataformas OTT.

Otro cambio implementado para captar la atención de las personas, fue el que hizo recientemente Grupo Imagen: la transmisión de su señal en televisión abierta con cobertura nacional por el canal tres.

Su expectativa era tener mucha audiencia, pues la población se interesaría por ver el tipo de contenido que ofrece el nuevo canal.En un principio fue así, pero muchas personas dejaron de sintonizarlo, cuando se percataron de que se les estaba ofreciendo programas similares a los de TV Azteca.


Las televisoras necesitan analizar, si los cambios que han estado implementando son efectivos, pues por el momento llevan las de perder. Sin embargo, un aspecto que sin duda lleva a la delantera a las televisoras en las plataformas digitales, como medios de distribución de contenidos informativos y recreativos, son las transmisiones en vivo de eventos considerados de carácter social común, por ejemplo los partidos de fútbol, la entrega de los premios Oscar o la visita de un líder religioso o político al país de origen de las televisoras.

Las transmisiones en vivo, aún no son parte de plataformas como Netflix o HBO Go, dicha cuestión les crea una desventaja, ante las televisoras locales de los países tanto en desarrollo como de primer mundo, porque en su mayoría, cuando se trata de eventos sociales de carácter global lo que las personas quieren y buscan es saber todo antes de que pase, la instantaneidad y la innovación en los medios son la clave para el mejor medio de comunicación.

¿Qué queda entonces?

Está más que claro que los tiempos han cambiado, cosas que antes la sociedad creía inalcanzables ahora son una realidad. Ese esquema en el que para ver televisión es necesario estar en un lugar fijo se ha roto por completo, gracias a que el internet ha permitido la realización de diversas e innovadoras plataformas digitales.

Con base en todo lo dicho anteriormente, se afirma que estas herramientas facilitan el desarrollo de las empresas, en este caso de las empresas televisoras. Al principio fue un choque muy grande, debido a que la televisión empezó a perder niveles de audiencia.

No obstante, se logró utilizar esto como una ventaja, algo muy astuto por parte de las compañías televisoras, para lograr que sus contenidos fueran distribuidos y vistos en otras partes del mundo indiscriminadamente del tiempo y espacio.





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