POSTPORNOGRAFÍA: INSURGENCIA, DESEO Y PLACER
Por Diego Valadez
Ciudad de México (Aunam). El fotógrafo y productor Xavier Aguirre Palacios “El Abuelo” puntualizó que hay un régimen que indica cómo debe de manifestarse el deseo sexual, expresada en una serie de discursos encargados de marcar las pautas sobre lo que es atractivo y placentero y lo que no.
En el marco del primer día del Festival Internacional de Postpornografía An*rmal (Anormal) 2017 en el Museo Ex Teresa Arte Actual, Xavier Aguirre platicó sobre su inmersión y trabajo en el mundo de este movimiento artístico.
Aguirre comentó que sus primeras inquietudes sobre la pornografía se remontan a la adolescencia, cuando al consultar contenido XXX no encontraba cuerpos similares al suyo. Eso hizo que se percatara que ciertas corporalidades no eran bien recibidas al ser invisibilizadas o, como última instancia, al presentarlas cubiertas.
La postpornografía es un movimiento presente en las artes visuales desde su aparición en los Estados Unidos en la década los ochenta, aunque en México surge apenas en 2012. Su objetivo sigue siendo el mismo que el de la pornografía tradicional –el placer–, aunque propone la visualización de las sexualidades y cuerpos marginados por la industria para adultos clásica.
El también historiador explicó que su despertar sexual, y el de muchas personas de su generación, estuvo ligado a la llegada del internet a su vida.
“Ya no tenías que ir a comprarle al viejito creepy del puesto de periódicos, quien te hacía caras si le pedías una revista con hombres desnudos, sino que podías buscarlo en la red”.
Aguirre argumentó que la popularidad de las cámaras instantáneas y digitales, y posteriormente las redes sociales, fue clave para que se diversificara la oferta de la pornografía. Las personas comenzaron a retratar sus prácticas sexuales con más facilidad y confianza, debido a que ya no era necesario ir a un centro de fotografía a revelar las fotografías y exponerse a que otros vieran las imágenes.
El gestor cultural declaró que al ingresar a la licenciatura en Historia en la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) estaba interesado en la historia de la vida cotidiana, lo que lo llevó a adentrarse en el uso social de la imagen y conjugarlo con sus antecedentes con la pornografía para crear discursos distintos en ese rubro.
“En un principio empecé tomando fotos a mis parejas o de nosotros teniendo relaciones, para encontrar aquello que quería ver, pero sólo estaba alineándome a una forma de representación. Las fotos seguían reproduciendo lo heteronormativo”.
En consecuencia, Aguirre comenzó a experimentar –en redes sociales como Tumblr– con su blog “Ojo, piel y lengua”, donde alternaba fotografías de su autoría con las de otros blogs reeditadas por él. Asimismo, se dio cuenta de que gente común compartía a través de aquel medio sus encuentros y fantasías sexuales en formato de imágenes y vídeo, mostrando la defensa que ejercían las comunidades relegadas por “el porno clásico”.
Actualmente, Aguirre Palacios desarrolla un nuevo proyecto llamado “Lumbre”, que consiste en constituir una productora postpornográfica que exhiba una corporalidad muy latinoamericana, sin dejar de lado el disfrute.
“Lo que quiero es que la gente vea mis fotos y se ponga caliente, que quieran tocarse”, resaltó el productor.
Ciudad de México (Aunam). El fotógrafo y productor Xavier Aguirre Palacios “El Abuelo” puntualizó que hay un régimen que indica cómo debe de manifestarse el deseo sexual, expresada en una serie de discursos encargados de marcar las pautas sobre lo que es atractivo y placentero y lo que no.
En el marco del primer día del Festival Internacional de Postpornografía An*rmal (Anormal) 2017 en el Museo Ex Teresa Arte Actual, Xavier Aguirre platicó sobre su inmersión y trabajo en el mundo de este movimiento artístico.
Aguirre comentó que sus primeras inquietudes sobre la pornografía se remontan a la adolescencia, cuando al consultar contenido XXX no encontraba cuerpos similares al suyo. Eso hizo que se percatara que ciertas corporalidades no eran bien recibidas al ser invisibilizadas o, como última instancia, al presentarlas cubiertas.
La postpornografía es un movimiento presente en las artes visuales desde su aparición en los Estados Unidos en la década los ochenta, aunque en México surge apenas en 2012. Su objetivo sigue siendo el mismo que el de la pornografía tradicional –el placer–, aunque propone la visualización de las sexualidades y cuerpos marginados por la industria para adultos clásica.
El también historiador explicó que su despertar sexual, y el de muchas personas de su generación, estuvo ligado a la llegada del internet a su vida.
“Ya no tenías que ir a comprarle al viejito creepy del puesto de periódicos, quien te hacía caras si le pedías una revista con hombres desnudos, sino que podías buscarlo en la red”.
Aguirre argumentó que la popularidad de las cámaras instantáneas y digitales, y posteriormente las redes sociales, fue clave para que se diversificara la oferta de la pornografía. Las personas comenzaron a retratar sus prácticas sexuales con más facilidad y confianza, debido a que ya no era necesario ir a un centro de fotografía a revelar las fotografías y exponerse a que otros vieran las imágenes.
El gestor cultural declaró que al ingresar a la licenciatura en Historia en la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) estaba interesado en la historia de la vida cotidiana, lo que lo llevó a adentrarse en el uso social de la imagen y conjugarlo con sus antecedentes con la pornografía para crear discursos distintos en ese rubro.
“En un principio empecé tomando fotos a mis parejas o de nosotros teniendo relaciones, para encontrar aquello que quería ver, pero sólo estaba alineándome a una forma de representación. Las fotos seguían reproduciendo lo heteronormativo”.
En consecuencia, Aguirre comenzó a experimentar –en redes sociales como Tumblr– con su blog “Ojo, piel y lengua”, donde alternaba fotografías de su autoría con las de otros blogs reeditadas por él. Asimismo, se dio cuenta de que gente común compartía a través de aquel medio sus encuentros y fantasías sexuales en formato de imágenes y vídeo, mostrando la defensa que ejercían las comunidades relegadas por “el porno clásico”.
Actualmente, Aguirre Palacios desarrolla un nuevo proyecto llamado “Lumbre”, que consiste en constituir una productora postpornográfica que exhiba una corporalidad muy latinoamericana, sin dejar de lado el disfrute.
“Lo que quiero es que la gente vea mis fotos y se ponga caliente, que quieran tocarse”, resaltó el productor.
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