MUJERES, VÍCTIMAS SISTEMÁTICAS DE LA VIOLENCIA


  • En México 9 de cada 10 mujeres han sido víctimas de violencia
  • Existen puntos de vista que buscan hacer de nuestro planeta un lugar un poco menos hostil para todos los seres humanos y no paraíso de unos cuantos
Por Fanny Ruiz Palacios
México (Aunam). Nueve de cada 10 mujeres han sido víctimas de violencia familiar, psicológica, física y emocional, en el ámbito público doméstico, económico, laboral, agresiones que pueden terminar en feminicidio, aseguró Isabel Barranco Lagunas, maestra en Ciencias de la Comunicación por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM.

Según datos recaudados por Isabel Barranco, autora de “Periodismo de mujeres: Derechos Humanos contra la violencia sexual”, “las amas de casa son las que más son víctimas de feminicidio en el Estado de México”. En nuestros días, por cada 10 mujeres violadas, 6 son víctimas de feminicidio; es decir, mujeres asesinadas por razones de género.

Asimismo, mencionó que una gran cantidad de mexicanas han sido abusadas, acosadas, hostigadas y/o violentadas sexualmente, “no importa la edad, la apariencia física, la clase social, la orientación sexual, el patriarcado ‘es un monstruo grande y pisa fuerte la pobre inocencia de la gente’ como dice Mercedes Sosa”.

Ante esta situación, afirmó “algunos grupos decidieron romper el silencio: ¡Basta!, no más violencia contra la mujer. Son voces de mujeres diversas pero con una lucha en común: la autodeterminación sexual de las mujeres, contra la represión y la opresión de la sexualidad femenina. Voces y plumas críticas comprometidas por la libertad y la justicia”.

En este sentido y como parte de la presentación del libro Cultura y género. Expresiones artísticas, mediaciones culturales y escenarios sociales en México coordinado por Elvira Hernández Carballido, realizada en la FCPyS, Francesca Gargallo escritora y poeta de origen italiano, comentó que se trata de un libro que trabaja el eje de la cultura y el género, donde se muestran “todos los escenarios sociales para las mujeres, mismos que podrían poner a las mujeres como víctimas del patriarcado”.

Sin embargo, la autora de “El feminicidio en la república maquiladora”, aseveró que “los análisis culturales y de las expresiones tanto artísticas, como de respuesta política, social y de mediación que el libro contiene, demuestran que las mujeres han sabido dar respuestas muy precisas y lograron una presencia que no es la de las víctimas”.

Una de las cosas más importantes de este libro, según la autora de “Mujeres, resistencia y movimientos populares”, es desubicar a las mujeres del lugar que el sistema le confiere como víctima, el lugar de una persona que no puede hacer nada; es un sistema patriarcal que se sostiene en las relaciones de género, donde la política sexual índica que las mujeres deben estar sometidas a los hombres.

Para Judith Arreola Loeza, quien obtuvo un posgrado en la FCPyS, “cada uno de los textos presenta una reflexión en torno a tan lamentables hechos. Además, los dieciséis puntos de vista se suman a la búsqueda de hacer de nuestro planeta un lugar un poco menos hostil para todos los seres humanos y no paraíso de unos cuantos”.

Arreola Loeza ve en la cultura y el género los detonadores de dieciséis artículos, con tres apartados que incluyen expresiones artísticas y mediaciones culturales puestas en diversos escenarios sociales en México, “son agua de una mar inmensa que representa el medio, el entorno social en el que antes y ahora millones de personas, sobre todo mujeres, han sido oprimidas, excluidas, discriminadas, violentadas e incluso asesinadas”.

La profesora de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán (FES-Acatlán) dijo que es un texto que “contribuye a reconocer la diferenciación sexual que ha traído históricamente privilegios para ellos y situaciones dolorosas para ellas”.

Además, habló de las “diferencias entre mujeres y hombres, quienes hagan lo que hagan, ante la sociedad, son decentes; por ejemplo, “una mujer decente no llega tarde a su casa, pero ellos sí pueden llegar tarde”.

Arreola Loeza aseguró que si una mujer no hace lo que le ordenan en esta cuestión de lo “correcto”, hay muchas palabras para designarlas y ofenderlas; en cambio para los hombres hay pocas, porque quizá son ellos quienes ofenden. Hay muchas formas de ofender a una mujer, no es lo mismo “zorra” (término usado para una mujer que está con más de un hombre) que “zorro” porque el zorro es astuto. Estas palabras tienen un significado negativo en femenino y positivo en masculino.

Señaló que para transformar esta situación “habrá que comenzar a planear, diseñar y dar espacio a más fuentes que hagan posible el libre encuentro de hombres y mujeres en un entorno favorable para la humanidad”.

Respecto a Cultura y género. Expresiones artísticas, mediaciones culturales y escenarios sociales en México, Lucía Rivadeneyra, poeta y licenciada en Ciencias de la Comunicación por la FCPyS de la UNAM, mencionó que es un libro que “trató de cubrir todas las áreas de las bellas artes, habla de música, contienen algunos aspectos sobre literatura indígena”, entre otros temas. Además, resaltó la importancia de dar espacio a “poetas indígenas quienes han tenido un despegue maravilloso que hace veinte años no existía”.






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