Una tradición del miedo al gozo


Por Danna Yareth Godoy García 
Tlanepantla, Edomex. La Catedral de Tlalnepantla “Corpus Christi”, ubicada en el centro del municipio, congregó a adolescentes y jóvenes “llamados a la santidad”, mediante el ejemplo de santos y beatos de la era moderna, descubrieron su vida y obra, y cómo pueden convertirse en santos, haciendo buenas cosas desde mínimas a grandes, ya que son el futuro de la iglesia. 

Durante la reunión, los católicos festejaron el día de Todos los Santos y los Fieles Difuntos. La señora Leticia García, de 45 años, contó que su mamá es del estado de Oaxaca y ella tiene la costumbre de poner la ofrenda el 31 de octubre porque en su pueblo se tiene la creencia que en la noche llegan los difuntos pequeños y se pone en la mesa comida dulce; mientras tanto, el 1 de noviembre a medio día debe haber en la mesa alimentos salados y picosos porque llegan los adultos. 

El día 2 por la tarde, su mamá invita a sus hermanos y sus familias a comer todo lo que se puso en la mesa, y en los últimos años hacen un rosario por los fieles difuntos que ya no están con ellos. Dentro de su familia reciben alrededor de 40 personas. 

Ella unió su religión católica con las tradiciones mexicanas; porque, explicó, dentro de la iglesia existen tres tipos de iglesia, la militante, la purgante y la triunfante. Con la ofrenda resaltan estos niveles haciendo oración por las almas que no han llegado al cielo que es la purgante y asistiendo a misa por los que están en el cielo. Igualmente, platicó que a sus hijas les transmite estas tradiciones invitándolas a poner la ofrenda. 

Recordó que, cuando era pequeña, “eran de miedo, de nerviosismo porque mi mamá no estaba apegada a la iglesia y nos decía que no agarráramos nada de la ofrenda sino iban a venir los muertitos y nos iban a jalar las patas… pero también de mucha alegría”; aunque no conoció a sus abuelos, sentía felicidad de poner la ofrenda por esos familiares y antes ponían un camino de flores de cempasúchil para guiarlos a la mesa. 

Ella dijo que sintió un cambio de cuando entraron a la religión, porque ahora con sus hijas no les transmite el miedo sino ahora como católicos les inculca el rezar por estas personas que están viviendo la vida eterna, por eso “oro por ellos y es un gozo poner esta ofrenda”.
 
Aclaró que, como católica, no está en contra de que pidan dulces o se disfracen, sino que hay que recuperar nuestra tradición mexicana de que los niños reciban calaverita; pero no vestidos de monstruos, ya que eso es una idea extranjera y en vez de enseñarles paz a los niños, les enseñan violencia. 

Invita a convertir una tradición de miedo a una de gozo, donde es rendirle una ofrenda a alguien que ha partido y que los niños sepan que hay una vida eterna después de esta.

Por su parte, con 88 años y proveniente de San Mateo Tlapiltepec, de Oaxaca, pero que cuando era joven vino al Estado de México a vivir, Rogelio García contó que las ofrendas en su pueblo son similares que en el centro del país, solo que ahí ponen en la puerta principal una cruz de flores de cempasúchil. 

Platicó que cuando era pequeño “era muy pobre, a veces mi mamá no tenía para poner la mesa… ella se iba a conseguir todo fiado, y pasaba a pagar después del día de muertos”. Describió que ahora con su familia ponen en la ofrenda, pan de muerto, flor, arroz, mole, calabazas, tejocotes, camotes, entre otras viandas. A su casa llega toda su familia, sus hijos con sus esposas y sus nietos. Su esposa y él compran mucha comida para que todos alcancen. 

La celebración continuó en el templo de Corpus Christi. Expusieron al Santísimo para adorarlo, con oraciones como el Padre Nuestro, Credo y al Ave María. De parte del coro, cantaron canciones como Huracán y Enciéndeme del grupo Hakuna. El sacerdote leyó el evangelio de San Mateo y los invitó a que sanaran su corazón y dejaran todo para que seguir “construyendo su camino a la Santidad”.

Después, reflexionó sobre la importancia de dejar ir amistades, sentimientos, pensamientos, todas las cosas negativas que les hacen daño y sobre todo las acciones que ellos mismos provocan para lastimar a las personas. Algunas personas compartieron sobre qué actitudes iban a dejar ir, una de ellas dijo que iba a dejar el rencor que le tiene a ciertos individuos para sanar su corazón. 

Al finalizar, los asistentes se dirigieron al claustro donde se les esperaba con música y comida. Durante esta convivencia había refresco, bolsas de frituras, pan de muerto y chocolate caliente. A este evento asistieron alrededor de 40 personas entre adolescentes, jóvenes, niños y padres de familia. En el lugar hicieron una temática de karaoke, en el que pusieron mesas con sillas para que pudieran sentarse y colocaron un proyector donde transmitía las letras de las canciones para que la gente pudiera cantar.

Ya que todos estaban en sus lugares, una de las chicas cantó dos canciones en inglés y desde ahí varias personas se acercaron a cantar temas como La llorona, Rosa pastel de Belanova, El primer día sin ti de Danna Paola, Dr. Psiquiatra de Gloria Trevi. Otros participantes optaron por pedir música para bailar cumbia como los Ángeles Azules y unos niños pidieron bailar Thriller de Michael Jackson.




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