Inflación afecta compra de alimentos de estudiantes de la UAS

• En los últimos 10 años y post pandemia, revelan estudiantes de la misma Universidad Autónoma de Sinaloa

Jesús Bravo, estudiante de Comercio internacional

Por Estefanía Montes Guerrero

Mazatlán, Sin. Desde el año 2021, hemos estado experimentando cambios bruscos en los precios de la canasta básica y otros servicios, esto es debido a la crisis mundial (Covid19) que acabamos de experimentar y aunque México según la tasa mundial de inflación no es ni siquiera el país con la tasa más alta con tan solo el 7.8%, para los ciudadanos es un cambio constante en los precios de los alimentos que para su bolsillo implica un gasto más elevado y por lo tanto tener que dejar otras cosas que también pueden ser indispensables.

La tasa de inflación en México está en su valor más alto, el cual no se veía desde el año 2000 con una tasa de inflación de 8.96% durante el sexenio de Vicente Fox, el cual tuvo otros acontecimientos muy diferentes a los actuales, como se mencionó el Covid19 es el causante de los precios tan elevados, ya que se dio una inflación por demanda: con esta me refiero a cuando la demandas de los productos es mayor a su existencia o producción, por lo tanto cuando las personas comenzaron a salir poco a poco de sus casas debido a la aplicación de la vacuna, la producción apenas estaba comenzando, y no con todo el personal por eso las personas al comenzar a consumir de nuevo productos que se detuvieron en producción provocan que haya un aumento de dinero pero que carezca la producción y la forma de regularse.

¿Cómo ha afectado todo esto de la inflación en el ámbito escolar?

Ahora los estudiantes gastan más dinero al comprar su desayuno o comida en la escuela, más que nada en cooperativas, ya que ofrecen mayormente productos empaquetados que tienden a subir de precio conforme la demanda, más todos los insumos que necesitan para hacer un desayuno que muchas veces no es saludable. El incremento consecutivo de los precios provoca que el estudiante tenga que llevar más dinero o de plano no gastar y por lo tanto no desayunar o llevar lonche de su casa. 

En la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), no es una excepción cuando se habla respecto a precios altos en los puestos de comida. Se encuestó a 16 estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales, siendo estos el 85.7% de Ciencias de Comunicación y el 14.3% de Comercio Internacional. 57.1% eran mujeres y 42.9% hombres. El 64.3% no es trabajador y el 35.7% trabaja Todos estos contestaron con un “Sí” a si les gustaría que bajaran los precios en los alimentos básicos como: los sándwich, jugos y licuados, tortas, tacos, etc.

En una entrevista con Jesús Bravo, estudiante de Comercio internacional en la Facultad de Ciencias Sociales Mazatlán nos comenta que él prefiere traer lonche porque una vez compró una torta y le cayó mal. Además nos dice que ha notado que algunos precios de los alimentos empaquetados son más caros que en la tiendita de su casa.

Frida Arrazola, estudiante en Ciencias de la Comunicación, nos dice que acostumbra comprar café y considera que los productos como las sabritas y las galletas cuestan más por ser de proveedores externos. También nos dice que los  sándwich deberían de tener un precio más accesible ya que es lo que normalmente se compra en el desayuno.

Con las entrevistas y haciendo trabajo de campo uno misma, me di cuenta de que en general todas las tiendas suben los precios de los productos empaquetados y llegan a costar más de cómo las encuentras en la tienda de tu casa y respecto a los platillos elaborados, cuestan más baratos los alimentos más sencillos como un sandwich frío o los tacos a un platillo bien elaborado con más nutrientes (como las tortas, enchiladas o hasta un sándwich a la plancha con papas).

Frida Arrazola, estudiante de Ciencias de la Comunicación

Por otro lado, se entrevistó a tres puestos de comida de la Universidad Autónoma de Sinaloa, “Lonchería George”, “La tía Cecy” y “Lonchería Cecy” los cuales son los más concurridos por los estudiantes siendo alrededor de las 8:50 y 10:10 las horas con más movimiento y vendimia por las mañanas, también suelen contar con desayunos (para estudiantes que estudian en la mañana)  y comidas (para los de la tarde.

María A. Fauno, encargada de “La tía Cecy” nos dice que el alimento más barato es un sándwich frío con jamón, queso y verdura a $18 y lo más caro un pescado empanizado con ensalada y arroz a $80. Nos cuenta que una barra de Pan bimbo hace tiempo les costaba 30 pesos y ahora cuesta 40 pesos. Incluso el plástico en el que envuelven la comida cuesta y afecta en el precio de los alimentos.

Linda Dolores, encargada de “Loncheria Cecy” donde venden taquiza, nos dicen que hace 5 años los 3 tacos con agua se vendían en $25 y ahora con el aumento de la tortilla y estos mismos salen en $50. Comenta que es un precio muy bajo ya que ellos no han querido subirlo a pesar de que el precio de las tortillas ha ido en aumento.

María Fauno con 30 años vendiendo en la universidad, comenzando con su papá vendiendo tacos de canasta, cuenta que la vendimia ha cambiado mucho para bien, ya que antes se vendían más comida chatarra y ahora ya se vende fruta y comida preparada más saludable.

Ahora con el regreso de los estudiantes después de la pandemia las tiendas han sufrido bajas; a principios del regreso en 2021 solo asistían la mitad de los estudiantes y por lo tanto la vendimia no era grande, esto estuvo así unos meses y se fue regulando hasta enero del 2022 ya que asistían todos los estudiantes y además comenzaban a descubrir lo que se vendía.

Josías Valderramos nos cuenta que en su tienda “Loncheria George’s” el alimento más caro son unos nachos con carne asada y bebida a $98 que son para dos personas y el más barato es un sándwich de jamón con papas y bebida a $48. También nos dice que la renta sube un poco cada año, pero no influye mucho en los precios si no los insumos como el aceite, gas, carne, la luz comercial y el agua. 

Josías Valderramos, encargado de Loncheria George’s

A simple vista se puede ver que entre más elaborada sea la comida más cara es, por lo tanto que los estudiantes suelen comprar comida más barata y menos saludable, de la encuesta hecha a los estudiantes el 42.9% lleva por lo general 50 pesos para gastar en la escuela, lo cual nos diría que podría comprarse un sandwich frio o con papas, sabritas o galletas, que estos últimos suelen tener precios bajos pero poco nutriente.

De los 14 alumnos el 57.1% consume alimentos en la universidad, el 14.3% lleva diario lonche a la escuela, el 64.3% algunas veces y el 21.4% nunca. La mayoría de las respuestas del por qué no llevan lonche es por falta de tiempo, lo que los lleva a consumir alimentos en la escuela. 

Como resultado, los estudiantes prefieren gastar 50 pesos diarios, pero muchos no consumen en las tiendas diario así que llevan lonche o no comen esos días y terminan gastando 100 o 150 pesos a la semana. Los estudiantes se dan cuenta que la inflación está afectando en la escuela y por esto mismo consideran caro todo lo que compran. Para finalizar, una de las preguntas era que si preferían llevar lonche o comprar comida a lo cual el 78.6% prefieren lonche y el 21.4% comprar comida.

Como estudiante uno mismo se da cuenta de cómo afecta la inflación dentro del ámbito escolar, hay una cantidad, aunque mínima, de estudiantes que se han dado cuenta de los altos precios en los alimentos tanto empaquetados como preparados y descubrí que entre más elaborado sea el alimento más caro será y más tiempo requerirá, tiempo que muchas veces no tiene. La mayoría prefiere llevar lonche pero al mismo tiempo no tiene tiempo de prepararlo. 

Lo ideal sería que bajaran los precios de las comidas sencillas pero más saludables que las sabritas y galletas para así tener más venta pero también menos gasto por el lado de los estudiantes.

Pero por supuesto la inflación es un problema mundial, es una cadena, la cual no solo incumbe a México sino a todos, al comercio mundial, a la post pandemia y el gobierno como contraataque a esto, sube la tasa de interés para así evitar que suban los gastos en bienes por parte de los compradores y piensen más al comprar, solo así se podrá regular, estiman que para 2024 la tasa vuelva alrededor del 3% y que por lo tanto los precios bajen.