PROTAGONIZARÁN CIENCIA Y CULTURA LA 9ª SEMANA DE LA DIVERSIDAD BIOLÓGICA
Por Yafhed Martínez
Ciudad de México (Aunam). La novena Semana de la Diversidad Biológica, a realizarse del 21 al 25 de mayo, incluirá actividades a nivel nacional y particularmente en la Ciudad de México la sede principal será el Centro Cultural Bella Época. A la presentación asistieron Carlos Galindo Leal (Conabio), Mariana Díaz Ávila de Servicios Ambientales, Conservación Biológica y Educación (SACBE), Alejandro Calvillo Unna (director de “El poder del consumidor”) y Julia Álvarez Icaza Ramírez (Mercado Alternativo de Tlalpan).
Galindo mencionó que la diversidad biológica y cultural que posee México es única en el mundo, lo cual se traduce en una gran cantidad de especies y productos diversos a partir de ellos, de los cuáles se dependen productos conformaban la dieta ancestral de los mexicanos, lo que aportaba múltiples beneficios a la salud.
Sin embargo, también existe riesgo para estos recursos por la transformación de ecosistemas naturales en sistemas agrícolas, facilitando la extinción de especies.
Insistió en que la incorporación de la sociedad es fundamental para contribuir a la conservación biológica: “La sociedad puede contribuir a la conservación por medio de distintas actividades como lo son charlas, actividades, proyecciones y la compra en información de productos alternativos”.
En términos de biodiversidad, México ocupa el tercer puesto en América Latina, por lo que existe la necesidad de garantizar una seguridad alimentaria de calidad, mencionó Díaz Ávila. Las acciones de consumismo que se practican constantemente a nivel global, ocasionan un incremento en el cambio climático a través de las actividades de ganadería y deforestación; por ello, “debe existir un cambio radical en la forma de pensar y actuar respecto a la biodiversidad, por lo que es necesario convocar a la sociedad civil a participar”.
Para Alejandro Calvillo, la combinación entre grupos académicos y la sociedad civil es necesaria para la conservación de la riqueza culinaria nacional; pues existen más consumidores de comida chatarra en México, y los mexicanos figuran con los mayores índices de sobrepeso y diabetes debido a la ingesta de bebidas azucaradas y azúcar refinado en muchos productos más.
Existe una marginalización de la dieta tradicional con reducción de consumo de fruta, verdura y productos derivados del maíz como la tortilla, además de la falta de regulación en la información de etiqueta de los productos industrializados, varios de ellos rebasando los índices de salubridad. “Se requiere de voluntad por parte de las instituciones como la SEP y la COFEPRIS, para sacar la comida chatarra de las escuelas”, finalizó.
Por último, iniciativas como la muestra y venta de productos agrícolas sustentables, son una alternativa a la compra de productos del campo cosechados con sustancias químicas, mencionó Julia Álvarez.
Una de estas iniciativas es el mercado alternativo de Tlalpan, donde la idea es que los productos alternativos del campo se conviertan en productos convencionales dentro de un espacio educativo entre los productores y la sociedad para revalorizar los productos que ahí se encuentran. Este proyecto con 6 años en la Cuidad de México se suma a las actividades de este importante evento, donde se podrá visualizar una exposición científica sobre quelites y otras actividades gratuitas, finalizó.
Ciudad de México (Aunam). La novena Semana de la Diversidad Biológica, a realizarse del 21 al 25 de mayo, incluirá actividades a nivel nacional y particularmente en la Ciudad de México la sede principal será el Centro Cultural Bella Época. A la presentación asistieron Carlos Galindo Leal (Conabio), Mariana Díaz Ávila de Servicios Ambientales, Conservación Biológica y Educación (SACBE), Alejandro Calvillo Unna (director de “El poder del consumidor”) y Julia Álvarez Icaza Ramírez (Mercado Alternativo de Tlalpan).
Galindo mencionó que la diversidad biológica y cultural que posee México es única en el mundo, lo cual se traduce en una gran cantidad de especies y productos diversos a partir de ellos, de los cuáles se dependen productos conformaban la dieta ancestral de los mexicanos, lo que aportaba múltiples beneficios a la salud.
Sin embargo, también existe riesgo para estos recursos por la transformación de ecosistemas naturales en sistemas agrícolas, facilitando la extinción de especies.
Insistió en que la incorporación de la sociedad es fundamental para contribuir a la conservación biológica: “La sociedad puede contribuir a la conservación por medio de distintas actividades como lo son charlas, actividades, proyecciones y la compra en información de productos alternativos”.
En términos de biodiversidad, México ocupa el tercer puesto en América Latina, por lo que existe la necesidad de garantizar una seguridad alimentaria de calidad, mencionó Díaz Ávila. Las acciones de consumismo que se practican constantemente a nivel global, ocasionan un incremento en el cambio climático a través de las actividades de ganadería y deforestación; por ello, “debe existir un cambio radical en la forma de pensar y actuar respecto a la biodiversidad, por lo que es necesario convocar a la sociedad civil a participar”.
Para Alejandro Calvillo, la combinación entre grupos académicos y la sociedad civil es necesaria para la conservación de la riqueza culinaria nacional; pues existen más consumidores de comida chatarra en México, y los mexicanos figuran con los mayores índices de sobrepeso y diabetes debido a la ingesta de bebidas azucaradas y azúcar refinado en muchos productos más.
Existe una marginalización de la dieta tradicional con reducción de consumo de fruta, verdura y productos derivados del maíz como la tortilla, además de la falta de regulación en la información de etiqueta de los productos industrializados, varios de ellos rebasando los índices de salubridad. “Se requiere de voluntad por parte de las instituciones como la SEP y la COFEPRIS, para sacar la comida chatarra de las escuelas”, finalizó.
Por último, iniciativas como la muestra y venta de productos agrícolas sustentables, son una alternativa a la compra de productos del campo cosechados con sustancias químicas, mencionó Julia Álvarez.
Una de estas iniciativas es el mercado alternativo de Tlalpan, donde la idea es que los productos alternativos del campo se conviertan en productos convencionales dentro de un espacio educativo entre los productores y la sociedad para revalorizar los productos que ahí se encuentran. Este proyecto con 6 años en la Cuidad de México se suma a las actividades de este importante evento, donde se podrá visualizar una exposición científica sobre quelites y otras actividades gratuitas, finalizó.
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