SATISFACCIÓN COMPARTIDA
Por: Mextli Daniela Jiménez López
Ciudad de México. (Aunam). Entre elípticas, bicicletas y caminadoras, Valentín, nombre con el que le gusta que lo identifiquen, , entrenador del gimnasio “Sin Cara” de la delegación Venustiano Carranza, relató lo que para él, el gimnasio es un lugar en donde no sólo se puede ir para tonificar y bajar de peso, sino para desestresar el cuerpo y salir de la cotidianidad del día.
“El gimnasio es una terapia. Mucha gente viene por bajar de peso, otros vienen para ganar masa muscular y mucha gente también llega solo para desestresarse. El gimnasio ayuda a desestresar tu cuerpo, a salir de tu rutina diaria, de tu casa y de todo”, expresó con una sonrisa dibujada por sus labios.
Para Valentín, el ser instructor significa preocuparse por la gente que llega día a día a entrenar: “no soy de esos entrenadores que no les ponen atención a sus alumnos, o sea, desde que llegan es muy importante como ponerles su cardio, checar su frecuencia cardiaca, es muy importante estar al pendiente de ellos. Soy muy dedicado con la gente, de ver cómo van avanzando, como irles avanzando los entrenamientos para que puedan lograr su objetivo”.
Los cambios que la gente consigue dentro del gimnasio significan para un entrenador una dicha compartida, “al momento que trabajamos como entrenadores, pues si es una satisfacción muy padre ver el resultado de cada persona, de ver como bajan de peso, como empiezan a ganar más masa muscular, como se les ven los cambios”, reveló el entrenador quien lleva más de 10 años laborando como instructor físico.
Para Valentín no existe una mejor forma de motivar a sus alumnos que tratarlos con amabilidad y serenidad, “siempre con una sonrisa a la gente, siempre. O sea, afuera del gimnasio se puede tener muchos problemas o lo que quieras, pero siempre procuro trasmitirles una buena actitud y motivarlos y decirles ´tu puedes´, siempre es importante estar al pendiente de ellos”.
Lo anterior, según el entrenador, es lo que le gusta a la gente que visita los gimnasios, “a un alumno siempre le va a gustar mucho que le pongas atención, que le corrijas sus ejercicios, eso es algo que los motiva mucho”, afirmó mientras una risa brotaba de su rostro.
Valentín asegura que la mejor motivación es tener siempre una sonrisa en el rostro, de esta forma concluyó su comentario, y entre elípticas, caminadoras y bicicletas, se alejó para seguir entrenando a lo que, para él, son atletas, “desde que las personas empiezan a entrenar en un gimnasio, automáticamente se vuelven atletas”, aclaró.
Ciudad de México. (Aunam). Entre elípticas, bicicletas y caminadoras, Valentín, nombre con el que le gusta que lo identifiquen, , entrenador del gimnasio “Sin Cara” de la delegación Venustiano Carranza, relató lo que para él, el gimnasio es un lugar en donde no sólo se puede ir para tonificar y bajar de peso, sino para desestresar el cuerpo y salir de la cotidianidad del día.
“El gimnasio es una terapia. Mucha gente viene por bajar de peso, otros vienen para ganar masa muscular y mucha gente también llega solo para desestresarse. El gimnasio ayuda a desestresar tu cuerpo, a salir de tu rutina diaria, de tu casa y de todo”, expresó con una sonrisa dibujada por sus labios.
Para Valentín, el ser instructor significa preocuparse por la gente que llega día a día a entrenar: “no soy de esos entrenadores que no les ponen atención a sus alumnos, o sea, desde que llegan es muy importante como ponerles su cardio, checar su frecuencia cardiaca, es muy importante estar al pendiente de ellos. Soy muy dedicado con la gente, de ver cómo van avanzando, como irles avanzando los entrenamientos para que puedan lograr su objetivo”.
Los cambios que la gente consigue dentro del gimnasio significan para un entrenador una dicha compartida, “al momento que trabajamos como entrenadores, pues si es una satisfacción muy padre ver el resultado de cada persona, de ver como bajan de peso, como empiezan a ganar más masa muscular, como se les ven los cambios”, reveló el entrenador quien lleva más de 10 años laborando como instructor físico.
Para Valentín no existe una mejor forma de motivar a sus alumnos que tratarlos con amabilidad y serenidad, “siempre con una sonrisa a la gente, siempre. O sea, afuera del gimnasio se puede tener muchos problemas o lo que quieras, pero siempre procuro trasmitirles una buena actitud y motivarlos y decirles ´tu puedes´, siempre es importante estar al pendiente de ellos”.
Lo anterior, según el entrenador, es lo que le gusta a la gente que visita los gimnasios, “a un alumno siempre le va a gustar mucho que le pongas atención, que le corrijas sus ejercicios, eso es algo que los motiva mucho”, afirmó mientras una risa brotaba de su rostro.
Valentín asegura que la mejor motivación es tener siempre una sonrisa en el rostro, de esta forma concluyó su comentario, y entre elípticas, caminadoras y bicicletas, se alejó para seguir entrenando a lo que, para él, son atletas, “desde que las personas empiezan a entrenar en un gimnasio, automáticamente se vuelven atletas”, aclaró.
Leave a Comment