PANTEÓN ROCOCÓ: UN INFIERNO MUSICAL
Por Alfonso S. Gómez
Fotografía: Saulo Barrera
Ciudad de México (Aunam). La Divina Comedia de Dante Alighieri decía que el infierno no es un lugar, sino un estado de sufrimiento; un viaje después de la muerte donde eran torturadas eternamente las almas de los pecadores; un espacio para arrepentirse y arder a fuego lento, La visión de Alighieri fue materializada y contrarrestada por una agrupación mexicana, Panteón Rococó, quien celebró 24 años de trayectoria con su show “Infiernos” en la Arena Ciudad de México, al norte de la capital.
El primer círculo infernal fueron las largas filas que se veían en las puertas del recinto. Hubo fanáticos que llegaron desde temprano para poder estar en la valla y ver hasta adelante a sus ídolos.
Algunos preferían llegar con unas cuantas chelas encima, ya que adentro “La cerveza está bien pinche cara”, decía un grupo de amigos que destapaban sus latas en la banqueta, enfrente de la Arena.
Otros eran víctimas de los revendedores, los boletos de una pareja de novios fueron rechazados al momento de llegar al torniquete de acceso– Amor, no pasó, dijo la chica preocupada. El novio tuvo el mismo desenlace y los dos fueron separados de la fila para que continuara el acceso de los asistentes.
Regresando a lo antaño
Panteón Rococó sube al escenario. Dr. Shenka y compañía sonríen. Comienza la avalancha musical con “Reality Shock”, tema de su tercer álbum Tres veces tres, “C.D.A”, “Buscándote”, “Cosas del ayer”, “Dime” y “Fugaz”. La agrupación capitalina sorprende a sus fans con un setlist clásico, temas que por lo regular no interpretan.
“No sabíamos qué canciones cantar frente a ustedes, muchachos. Queremos recordar con ustedes las canciones viejitas de la banda. Gracias por agotar en chinga los boletos. Nuestro infierno favorito son ustedes y esta noche sacaremos nuestros demonios a bailar”, dijo Dr. Shenka, vocalista de Panteón Rococó.
El público con un coro le hizo segunda a Shenka en “Arréglame el alma”. Las parejas se besan y los niños disfrutan. El choque generacional es evidente con “Estrella Roja”, canción emblema para recordar al Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), los padres de familia les enseñan a sus hijos a hacer la ‘V’ de la victoria y preservar ese espíritu combativo de inicios de siglo.
“En los 90 decíamos: ¡que Chingue a su madre el PRI! En los 2000 continuábamos en la lucha y dijimos ¡que Chingue a su madre el PAN! Ahora no hay que perder ese pensamiento crítico. Son tiempos de cambio y todavía no queremos decir: ¡Que Chingue a su madre Morena:”, expresan los integrantes al inicio de la “Dosis Perfecta”.
Nuevos compañeros musicales
“¡Oe, oe, oe, oe, Panteón, Panteón… Oe, oe, oe, oe, Panteón, Panteón…!”, gritan en el público. Una plataforma se levanta en el escenario y aparece Alex Lora, vocalista de El Tri, para interpretar “Chavo de onda” con los panteoneros. Un chica empuja a su novio y sin querer le tira su cerveza de 130 varos. En pista, se pudo ver como se iba armando el slam. Algunas chicas sobre los hombros.
Posteriormente apareció Lila Downs para interpretar “Cariñito”, una cumbia peruana escrita por Ángel Aníbal Rosado que ha contado con múltiples versiones que hacen del tema un ícono latinoamericano.
La arena se convirtió en una pista de baile y se armaron las parejas. Los Ángeles Negros, Dub Inc, Pablo Romero, vocalista de Los Liquits y Sax, integrante de Maldita Vecindad, fueron los demás invitados que compartieron escenario con los rococó para las interpretaciones de “El ultimo ska”, “Esta noche”, “Perdón” y “Pequeño tratado de un adiós”.
“La carencia” fue el tema con el que Dr. Shenka, Paco Barajas, Missael, Leonel Rosales, Darío Espinosa, Felipe Bustamante e Hiram Panigua cerraron “Infiernos en la Arena”. Los integrantes aplaudieron a su público por 24 años de baile y resistencia. La gente se toma la foto del recuerdo y se resigna a que el metro ya cerró.
Fotografía: Saulo Barrera
Ciudad de México (Aunam). La Divina Comedia de Dante Alighieri decía que el infierno no es un lugar, sino un estado de sufrimiento; un viaje después de la muerte donde eran torturadas eternamente las almas de los pecadores; un espacio para arrepentirse y arder a fuego lento, La visión de Alighieri fue materializada y contrarrestada por una agrupación mexicana, Panteón Rococó, quien celebró 24 años de trayectoria con su show “Infiernos” en la Arena Ciudad de México, al norte de la capital.
El primer círculo infernal fueron las largas filas que se veían en las puertas del recinto. Hubo fanáticos que llegaron desde temprano para poder estar en la valla y ver hasta adelante a sus ídolos.
Algunos preferían llegar con unas cuantas chelas encima, ya que adentro “La cerveza está bien pinche cara”, decía un grupo de amigos que destapaban sus latas en la banqueta, enfrente de la Arena.
Otros eran víctimas de los revendedores, los boletos de una pareja de novios fueron rechazados al momento de llegar al torniquete de acceso– Amor, no pasó, dijo la chica preocupada. El novio tuvo el mismo desenlace y los dos fueron separados de la fila para que continuara el acceso de los asistentes.
Regresando a lo antaño
Panteón Rococó sube al escenario. Dr. Shenka y compañía sonríen. Comienza la avalancha musical con “Reality Shock”, tema de su tercer álbum Tres veces tres, “C.D.A”, “Buscándote”, “Cosas del ayer”, “Dime” y “Fugaz”. La agrupación capitalina sorprende a sus fans con un setlist clásico, temas que por lo regular no interpretan.
“No sabíamos qué canciones cantar frente a ustedes, muchachos. Queremos recordar con ustedes las canciones viejitas de la banda. Gracias por agotar en chinga los boletos. Nuestro infierno favorito son ustedes y esta noche sacaremos nuestros demonios a bailar”, dijo Dr. Shenka, vocalista de Panteón Rococó.
El público con un coro le hizo segunda a Shenka en “Arréglame el alma”. Las parejas se besan y los niños disfrutan. El choque generacional es evidente con “Estrella Roja”, canción emblema para recordar al Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), los padres de familia les enseñan a sus hijos a hacer la ‘V’ de la victoria y preservar ese espíritu combativo de inicios de siglo.
“En los 90 decíamos: ¡que Chingue a su madre el PRI! En los 2000 continuábamos en la lucha y dijimos ¡que Chingue a su madre el PAN! Ahora no hay que perder ese pensamiento crítico. Son tiempos de cambio y todavía no queremos decir: ¡Que Chingue a su madre Morena:”, expresan los integrantes al inicio de la “Dosis Perfecta”.
Nuevos compañeros musicales
“¡Oe, oe, oe, oe, Panteón, Panteón… Oe, oe, oe, oe, Panteón, Panteón…!”, gritan en el público. Una plataforma se levanta en el escenario y aparece Alex Lora, vocalista de El Tri, para interpretar “Chavo de onda” con los panteoneros. Un chica empuja a su novio y sin querer le tira su cerveza de 130 varos. En pista, se pudo ver como se iba armando el slam. Algunas chicas sobre los hombros.
Posteriormente apareció Lila Downs para interpretar “Cariñito”, una cumbia peruana escrita por Ángel Aníbal Rosado que ha contado con múltiples versiones que hacen del tema un ícono latinoamericano.
La arena se convirtió en una pista de baile y se armaron las parejas. Los Ángeles Negros, Dub Inc, Pablo Romero, vocalista de Los Liquits y Sax, integrante de Maldita Vecindad, fueron los demás invitados que compartieron escenario con los rococó para las interpretaciones de “El ultimo ska”, “Esta noche”, “Perdón” y “Pequeño tratado de un adiós”.
“La carencia” fue el tema con el que Dr. Shenka, Paco Barajas, Missael, Leonel Rosales, Darío Espinosa, Felipe Bustamante e Hiram Panigua cerraron “Infiernos en la Arena”. Los integrantes aplaudieron a su público por 24 años de baile y resistencia. La gente se toma la foto del recuerdo y se resigna a que el metro ya cerró.
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