“LOS TIEMPOS NO SON LOS DE ANTES": A 50 AÑOS DE MÉXICO 68
En la ceremonia se realizó una fotografía aérea de los aros Olímpicos
Hubo desorganización, revelaron
Por: Fernanda Alejandra García Espinosa
Ciudad de México (Aunam). Estudiantes, atletas, exatletas y público en general, conmemoraron los primeros -y únicos- Juegos Olímpicos llevados a cabo en la capital mexicana en 1968, en el Estadio Olímpico Universitario.
El evento consistió en un encuentro atlético entre la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN), la ceremonia de encendida del pebetero Olímpico, y un partido de fútbol.
Durante la competencia se realizaron pruebas de Atletismo de medio fondo, velocidad y saltos: 1500, 100, 200 y 400 metros planos; salto de altura, salto con garrocha y salto de longitud respectivamente, dejaron de lado los lanzamientos de jabalina, disco, bala y martillo.
En el recinto el ambiente era animado, los atletas de ambas instituciones se mostraban entusiasmados y bromeaban entre ellos. “Que fuera IPN-UNAM lo hizo mucho más íntimo, pues ya entre nosotros nos conocemos. Aunque por supuesto que hubo rivalidad, predominó el espíritu de convivencia y celebración. ¡Acabo de correr en el Estadio Olímpico! Hasta siento un poco de nostalgia” comentó Víctor Medel, estudiante de Urbanismo en la Facultad de Arquitectura y ganador de los 400 metros planos.
Los atletas de la comunidad puma coincidieron en que competir en el Estadio Olímpico fue una experiencia muy grata, no obstante, entrenadores dejaron de lado la emotividad del momento para hacer una crítica al evento en sí, y al Atletismo a nivel institucional.
Pero...
Según entrenadores, el evento coordinado por el Instituto del Deporte (Indeporte), se caracterizó por la desorganización: no se publicaron los horarios de competencia, no se indicaron los accesos, no se permitió la entrada al público mas que en la zona superior, los organizadores no contemplaron la asistencia de personas de la tercera edad y no hubo una difusión adecuada, lo que se tradujo en una muy baja asistencia.
“No le echamos la culpa a nadie, sólo decimos que un evento de esta magnitud simbólica debió de tomarse con mayor seriedad y cuidado, ¿no?”, afirmó Susana Herrera, entrenadora y exatleta mundialista de 800, 1500 y 3000 metros planos.
Herrera comentó que esta clase de eventos internos confirman el declive del deporte universitario (UNAM) en cantidad de participantes así como en el nivel competitivo. Pese a que el encuentro se efectuó en la etapa de pretemporada de los atletas, las marcas fueron bajas y los deportistas pocos.
El descenso, opinó la entrenadora, tiene que ver con el apoyo que brindan las autoridades de la Universidad. Cuando ella fue atleta, contó con becas económicas, alimenticias, uniforme, implementos y viáticos.
“Los chavos están muy entusiasmados, y no los culpo…pero ellos no ven todo esto. Su entusiasmo viene a raíz de que no han tenido la posibilidad de competir ahí, un espacio al que deberían tener acceso porque aquí estudian, aquí compiten y para eso está: para usarse, pero esas ya son trabas institucionales” comentó Alejandro Sánchez, entrenador y exatleta olímpico (1968) de 400 metros con vallas.
Él atribuye el descenso del rendimiento deportivo al estilo de vida de los deportistas: alimentación; disponibilidad de horarios de entrenamiento y descanso; e ingreso. En la cuestión institucional, a que los espacios están descuidados, los apoyos son precarios y hay pocos atletas juveniles que desde el bachillerato estén preparados. “Los tiempos son otros” asevera el entrenador.
De este modo, los exatletas invitan a las autoridades a invertir en el deporte para que esta nueva generación no se conforme con conmemorar unos Juegos Olímpicos, sino que tenga la oportunidad de asistir a unos.
Hubo desorganización, revelaron
Por: Fernanda Alejandra García Espinosa
Ciudad de México (Aunam). Estudiantes, atletas, exatletas y público en general, conmemoraron los primeros -y únicos- Juegos Olímpicos llevados a cabo en la capital mexicana en 1968, en el Estadio Olímpico Universitario.
El evento consistió en un encuentro atlético entre la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN), la ceremonia de encendida del pebetero Olímpico, y un partido de fútbol.
Durante la competencia se realizaron pruebas de Atletismo de medio fondo, velocidad y saltos: 1500, 100, 200 y 400 metros planos; salto de altura, salto con garrocha y salto de longitud respectivamente, dejaron de lado los lanzamientos de jabalina, disco, bala y martillo.
En el recinto el ambiente era animado, los atletas de ambas instituciones se mostraban entusiasmados y bromeaban entre ellos. “Que fuera IPN-UNAM lo hizo mucho más íntimo, pues ya entre nosotros nos conocemos. Aunque por supuesto que hubo rivalidad, predominó el espíritu de convivencia y celebración. ¡Acabo de correr en el Estadio Olímpico! Hasta siento un poco de nostalgia” comentó Víctor Medel, estudiante de Urbanismo en la Facultad de Arquitectura y ganador de los 400 metros planos.
Los atletas de la comunidad puma coincidieron en que competir en el Estadio Olímpico fue una experiencia muy grata, no obstante, entrenadores dejaron de lado la emotividad del momento para hacer una crítica al evento en sí, y al Atletismo a nivel institucional.
Pero...
Susana Herrera, Guillermo Guzmán y Alejandro Sánchez. |
Según entrenadores, el evento coordinado por el Instituto del Deporte (Indeporte), se caracterizó por la desorganización: no se publicaron los horarios de competencia, no se indicaron los accesos, no se permitió la entrada al público mas que en la zona superior, los organizadores no contemplaron la asistencia de personas de la tercera edad y no hubo una difusión adecuada, lo que se tradujo en una muy baja asistencia.
“No le echamos la culpa a nadie, sólo decimos que un evento de esta magnitud simbólica debió de tomarse con mayor seriedad y cuidado, ¿no?”, afirmó Susana Herrera, entrenadora y exatleta mundialista de 800, 1500 y 3000 metros planos.
Herrera comentó que esta clase de eventos internos confirman el declive del deporte universitario (UNAM) en cantidad de participantes así como en el nivel competitivo. Pese a que el encuentro se efectuó en la etapa de pretemporada de los atletas, las marcas fueron bajas y los deportistas pocos.
El descenso, opinó la entrenadora, tiene que ver con el apoyo que brindan las autoridades de la Universidad. Cuando ella fue atleta, contó con becas económicas, alimenticias, uniforme, implementos y viáticos.
“Los chavos están muy entusiasmados, y no los culpo…pero ellos no ven todo esto. Su entusiasmo viene a raíz de que no han tenido la posibilidad de competir ahí, un espacio al que deberían tener acceso porque aquí estudian, aquí compiten y para eso está: para usarse, pero esas ya son trabas institucionales” comentó Alejandro Sánchez, entrenador y exatleta olímpico (1968) de 400 metros con vallas.
Él atribuye el descenso del rendimiento deportivo al estilo de vida de los deportistas: alimentación; disponibilidad de horarios de entrenamiento y descanso; e ingreso. En la cuestión institucional, a que los espacios están descuidados, los apoyos son precarios y hay pocos atletas juveniles que desde el bachillerato estén preparados. “Los tiempos son otros” asevera el entrenador.
De este modo, los exatletas invitan a las autoridades a invertir en el deporte para que esta nueva generación no se conforme con conmemorar unos Juegos Olímpicos, sino que tenga la oportunidad de asistir a unos.
De acuerdo con Susana y Alejandro. Las autoridades deportivas de la UNAM les falta interesarse en el Atletismo, como lo hace con otros deportes como el Soccer y Americano. El atletismo de la UNAM consiguió muchísimos campeonatos nacionales, hay historia, grandes atletas, falta tener interés en retomar esa herencia y ponerse a trabajar.
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