- El alto costo de diseñar protocolos de actuación hace que algunas empresas no los adquieran, afirma López
- Se necesita una regulación honesta de los programas de Protección Civil
Ciudad de México (Aunam). Virginia López Chávez, gerente de Protección Civil a nivel Nacional para el banco Santander, consideró que el esfuerzo por fomentar una cultura de la prevención en la sociedad mexicana se vio en acción durante el pasado sismo del 19 de septiembre, aunque aún hay trabajo por hacer.
Ante el cuestionamiento sobre aquellas empresas que decidieron no realizar el ejercicio de macro simulacro el día 19 de septiembre, López Chávez expresó que a pesar de que la implementación de programas internos de Protección Civil lleva más de 25 años, una parte de la población aún desconoce el riesgo que conlleva no tener un protocolo de actuación.
En entrevista para AUNAM, López Chávez agregó que el costo de tener un protocolo de actuación termina por influir en la decisión de una empresa de adquirir un programa de ese tipo.
“Los costos para mantener un programa interno sí son elevados, sobre todo en empresas que tienen un número alto de sucursales o edificios. A esto hay que sumar que en el último año han surgido costos para trámites que antes no existían”.
También comentó que, a partir del sismo de 7.1 grados que afectó la Ciudad de México, se espera una mayor regulación de los programas de Protección Civil, así como de los dictámenes eléctricos y de estructura para todos los inmuebles. Virgina López resaltó que estos procesos deberán conducirse con honestidad pues hay vidas en riesgo.
Al ser cuestionada sobre la función principal de la cultura de la protección civil, López Chávez comentó que el objetivo es el de la prevención, pues así las personas sabrán cómo evacuar correctamente, ubicas las zonas seguras y ayudar a no propagar el pánico durante un sismo.
Por último, Virginia López mencionó que es necesario se tomen acciones para desarrollar protocolos de actuación no solo ante sismos, sino ante otros fenómenos naturales. Además remarcó que cuando se realizan simulacros, en edificios donde hay distintas empresas, los individuos que no han sido asesorados para tener rutas de evacuación pueden provocar disturbio y pánico entre los empleados que ya seguían un plan de actuación establecido.
Crédito de la fotografía: Alejandro Hernández
