"VENIMOS BUSCANDO LA CONCIENCIA COLECTIVA": MARICHUY
Por Ixtlixochitl López
Ciudad de México (Aunam). Marichuy, vocera del Consejo Indígena de Gobierno (CIG), aclaró durante su visita a Ciudad Universitaria, y ante miles de estudiantes, activistas y medios de comunicación, que el recorrido que viene realizando por los rincones del país no es en busca del poder o de votos electorales. “Venimos buscando algo mucho más grande e importante, venimos buscando la conciencia colectiva de abajo, esa que hemos visto nacer y florecer en los estudiantes organizados”.
En su paso por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Marichuy se reunió con los padres de los estudiantes asesinados dentro de las instalaciones de esta casa de estudios. La cabina telefónica, donde en mayo pasado fue encontrado el cuerpo sin vida de Lesvy Berlín Ramírez Osorio, fue el punto de partida de su recorrido, donde previamente se llevó a cabo un mitin en el cual se exigió justicia y castigo a los responsables de este asesinato.
En el templete montado frente a la Biblioteca Central, y tras haber recorrido el circuito universitario, Marichuy cedió la palabra a Mario Luna de la tribu Yaqui, quien recientemente recuperó su libertad gracias al apoyo de la sociedad civil.
La concejala de San Pedro Tlanixco denunció el encarcelamiento y la sentencia arbitraria de seis de sus compañeros entre los que se encuentran Dominga González, Lorenzo Chávez Berriozábal y Marco Antonio Pérez González. También exigió la liberación de otros presos como Luis Fernando Sotelo e hizo un llamado a la solidaridad con los pueblos originarios ante la situación de despojo que sufren día con día.
Al dirigirse a los estudiantes, Marichuy resaltó la importancia de una educación crítica y científica, una educación que deje de construir “a los operadores del despojo, a los justificadores del desastre social”.
“Debemos lograr que la transmisión del conocimiento esté vinculada y al servicio de los abajo y que no sea un arma de los poderoso”, afirmó.
Marichuy destacó la importancia de la dignidad y la determinación de los estudiantes, esa que se tradujo en la lucha por la educación en 1968, 1996 y 1999. Los invitó a descolonizar el pensamiento individualista, a combatir al sistema de despojo y a estremecer a la nación.
“Es también la hora de ustedes. No sólo son el futuro, sino el presente y no de México sino del mundo”, dijo.
Marichuy no olvida que la dinámica propia de la ciudad es la de la explotación, el despojo y el desprecio, pero tomó la solidaridad que se hizo evidente tras el sismo de 1985 y del mes de septiembre pasado como ejemplo de ese apoyo que caracteriza a la ciudad. Sabe que los estudiantes son una luz en el camino y los llamó a reconstruir el país desde abajo y a la izquierda. La vocera les recordó que la organización es una tarea fundamental y permanente, una tarea de todos y necesaria para enterrar al sistema.
“Los necesitamos para seguir soñando, luchando y haciendo cada vez más grande eso que los poderosos tanto temen y que se llama democracia, libertad y justicia”, declaró.
Ciudad de México (Aunam). Marichuy, vocera del Consejo Indígena de Gobierno (CIG), aclaró durante su visita a Ciudad Universitaria, y ante miles de estudiantes, activistas y medios de comunicación, que el recorrido que viene realizando por los rincones del país no es en busca del poder o de votos electorales. “Venimos buscando algo mucho más grande e importante, venimos buscando la conciencia colectiva de abajo, esa que hemos visto nacer y florecer en los estudiantes organizados”.
En su paso por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Marichuy se reunió con los padres de los estudiantes asesinados dentro de las instalaciones de esta casa de estudios. La cabina telefónica, donde en mayo pasado fue encontrado el cuerpo sin vida de Lesvy Berlín Ramírez Osorio, fue el punto de partida de su recorrido, donde previamente se llevó a cabo un mitin en el cual se exigió justicia y castigo a los responsables de este asesinato.
En el templete montado frente a la Biblioteca Central, y tras haber recorrido el circuito universitario, Marichuy cedió la palabra a Mario Luna de la tribu Yaqui, quien recientemente recuperó su libertad gracias al apoyo de la sociedad civil.
La concejala de San Pedro Tlanixco denunció el encarcelamiento y la sentencia arbitraria de seis de sus compañeros entre los que se encuentran Dominga González, Lorenzo Chávez Berriozábal y Marco Antonio Pérez González. También exigió la liberación de otros presos como Luis Fernando Sotelo e hizo un llamado a la solidaridad con los pueblos originarios ante la situación de despojo que sufren día con día.
Al dirigirse a los estudiantes, Marichuy resaltó la importancia de una educación crítica y científica, una educación que deje de construir “a los operadores del despojo, a los justificadores del desastre social”.
“Debemos lograr que la transmisión del conocimiento esté vinculada y al servicio de los abajo y que no sea un arma de los poderoso”, afirmó.
Marichuy destacó la importancia de la dignidad y la determinación de los estudiantes, esa que se tradujo en la lucha por la educación en 1968, 1996 y 1999. Los invitó a descolonizar el pensamiento individualista, a combatir al sistema de despojo y a estremecer a la nación.
“Es también la hora de ustedes. No sólo son el futuro, sino el presente y no de México sino del mundo”, dijo.
Marichuy no olvida que la dinámica propia de la ciudad es la de la explotación, el despojo y el desprecio, pero tomó la solidaridad que se hizo evidente tras el sismo de 1985 y del mes de septiembre pasado como ejemplo de ese apoyo que caracteriza a la ciudad. Sabe que los estudiantes son una luz en el camino y los llamó a reconstruir el país desde abajo y a la izquierda. La vocera les recordó que la organización es una tarea fundamental y permanente, una tarea de todos y necesaria para enterrar al sistema.
“Los necesitamos para seguir soñando, luchando y haciendo cada vez más grande eso que los poderosos tanto temen y que se llama democracia, libertad y justicia”, declaró.
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