Fans: dinámicos y participativos en procesos creativos



Por Yuliza Zaira Carbajal Hernández

Hemos existido siempre y estamos por todos lados. 
Hasta donde menos creerías encontrarnos. 
(Casi Cielo, 2021)

CDMX. En años recientes la palabra “fan” ha cobrado un peso significativo dentro de los estudios culturales, sociales e incluso económicos. Pero ¿cuál es su impacto en la sociedad?, ¿por qué se han vuelto sujetos de estudio y parte de la conversación actual?  Los fans han existido desde el principio de los tiempos dentro de la religión como personas que veneraban a una figura santa. Sin embargo, los primeros estudios realizados sobre el fenómeno de los “fans” se darían hasta la década de los 90 en Estados Unidos, donde se catalogaron como “multitudes histéricas o solitarios obsesionados”.

Estereotipo que hasta la fecha se mantiene en el memorial colectivo. Cuando hablamos de fans, se piensa solo en la relación o vínculo afectivo que se forma entre una persona y el artista, película o serie que admira. Nos es difícil desencasillar a los fans desde su papel de consumidores.  Pero de acuerdo con Roberta Pearson y Paul Booth, especialistas en Fandom en la Era Digital, la contemporaneidad introdujo nuevas formas de sociabilidad, producción, resignificación y distribución de contenido en la cultura fan. 

Sobre todo en redes sociales, donde los usuarios comparten conocimientos y contenidos individuales que se complementan entre sí y conforman una nueva fuente de poder mediático. No sólo se intercambia información, sino que estas plataformas han sido de ayuda para promover ideas, debates, memes e incluso proyectos de fans para fans, en donde la inclusión es la base. 

Tal es el caso de las "Tapitas de Jinnie”,  una iniciativa altruista que nació de la admiración y amor por la banda surcoreana “BTS” . En especial por uno de sus integrantes “Jin”. Adriana Lopez, de 28 años de edad, decidió, en medio de una crisis sanitaria por el virus del COVID-19, organizar una recolección de tapas de plástico para la asociación “Banco de Tapitas”, quienes a través del reciclaje recaudan fondos para financiar tratamientos contra el cáncer a pacientes de 0 a 21 años de edad.

Pero, ¿cómo se coordina una iniciativa a nivel nacional? Todo esto es posible gracias al uso de las redes sociales. En un principio Adriana manejaba una página de Facebook sobre noticias e información de Jin. Propuso la idea de hacer donaciones a nombre de dicho integrante, los comentarios se hicieron presentes y empezaron a sumarse personas de diferentes estados de la República Mexicana.

Actualmente, dicha iniciativa está en por lo menos veintisiete estados, varía el número de sedes en cada estado, pero la mayoría son de una a tres, con una a dos personas encargadas de la recolección de tapas a nombre de la iniciativa)por sede.

“Las buenas influencias crecen si se comparten”



Tapitas de Jinnie trabaja bajo el lema dicho por Jin: “Las buenas influencias crecen si se comparten”. Adriana cree fielmente que la iniciativa ha podido llevarse a cabo gracias al apoyo de Army (nombre que se le da al grupo de fans de BTS) y de todas aquellas chicas que levantaron la mano, no solo para donar o recaudar, sino también a las encargadas de sede, en cada estado. 

En diciembre del 2023 la iniciativa tuvo una mención en un medio de noticias en Corea del Sur. Adriana comentó lo siguiente al respecto: “Ver el nombre de tu proyecto en otro idioma, en un periódico nacional de Jin, fue emocionante. A nosotros sí nos gustaría que ellos (BTS) pudieran ver lo mucho que han hecho, que a la mejor no tienen esta noción de cómo nos han impactado de buena manera a personas del otro lado del mundo que no hablan el mismo idioma. Es muy gratificante saber que no solo es a nivel nacional, sino que ya es algo a nivel internacional”.

A través de esta iniciativa también podemos ver cómo la cultura fan se concibe e identifica de manera colectiva. Reconociendo la organización de los fans como sectores sociales muy dinámicos y participativos, cuyas acciones los han convertido en verdaderas comunidades o fandoms. De esta forma se rompe con el estereotipo de que los fans son personas aisladas o solitarios obsesionados.

Otra de las dificultades al abordar y estudiar el fenómeno fan es la cantidad y variedad que existe, no solo entre fandoms, sino dentro del mismo. Según Henry Jenkins, los “fans constituyen el segmento más activo del público, que se niega a aceptar  lo que le dan e insiste en su derecho a la participación plena. Nada de esto es nuevo. Lo que ha cambiado es la visibilidad de la cultura de los fans” (Jenkins, 2008: 137).  Los propios fandoms dan la capacidad a los fans de crear contenido que promueva cambios sociales y no solo eso, sino que les permita generar ingresos, como parte de su propia admiración, creatividad y pasión por algún objeto o sujeto.

Este contenido se puede traducir en diferentes actividades tales como obras literarias, contenido audiovisual, eventos públicos e incluso emprendimientos. 

Es el caso de Silvia García, de 31 años, quien tiene una tienda online de playeras, tazas, termos y libretas fanmade (término que se utiliza para referirse a cualquier producto hecho por fans para fans).
 
La idea de su emprendimiento nace como decía Jenkins de una necesidad como fan, de querer tener más productos de sus artistas favoritos.  Azul Studio es el nombre de su tienda online en Instagram. Actualmente cuenta con 34,1 mil seguidores mientras que en la plataforma de Tik Tok tiene 25,5 mil seguidores. Su tienda actualmente cuenta con más de 250 diseños.

A la hora de crear un nuevo producto, Silvia admite que su primer filtro es ella, si a ella le gusta, lanza el producto. Le encanta usar merch de sus artistas favoritos y poder crear productos con sus caras, estilo, letras de canciones, etc. El sentirse orgullosa de un arte y usarlo en distintas aplicaciones  es algo que la hace conectar mucho con querer hacer cosas nuevas siempre.

Un fan puede convertirse en “productor” desde el momento en que se implica en un proceso creativo, sea un texto literario, una revista, una obra gráfica, una Web o un film, con el objetivo de integrarlo dentro de un circuito cultural, que puede estar circunscrito a una comunidad afín a su fandom o un público más amplio.

Desde una postura informativa, es necesario preguntarnos cómo se relacionan los fandoms con la creación de nuevos empleos, el activismo social y por supuesto la forma en que consumimos contenidos de entretenimiento. Sobre todo, teniendo en cuenta que la actividad de los fans es una forma de participación de productividad que enriquece la diversidad entre el fandom y exige más producción a las industrias.



Como señala Lucy Bennett, en el contexto de la convergencia mediática, el papel de los fans en la comunicación y la influencia en los medios se ha ampliado.  La exigencia a las industrias no está únicamente enfocada a productos o consumo. Sino a la forma de comunicar, de crear contenidos que permitan a los fans formar parte de la conversación y sobretodo de sentirse cercanos con los artistas, libros, series etc., que admiran.

Los fans apuestan por crear espacios que representen sus preocupaciones, su voz, pero sobre todo su participación social y cultural en la sociedad, se abre la oportunidad de crear sus propios medios de comunicación desde blogs, sitios webs, videos hasta revistas digitales como es el caso de Casi Cielo.

Casi Cielo es una revista digital de fans para fans. Un espacio donde se apuesta por el maximalismo, sus publicaciones y su propia imagen está cargada de colores, glitter,  stickers pero sobre todo de una estética más femenina. Aunque  al mismo tiempo  apuestan por la accesibilidad de la información desde un lenguaje común que permita la facilidad de lectura.

María Fernanda, de 24 años de edad, mejor conocida como Mafi, es la coordinadora de la revista. Desde su perspectiva como socióloga decidió crear este espacio donde las fans puedan hacer pensamiento crítico. Expone su punto de vista a la sociedad, pero sobre todo hace una invitación a los fans a tomar acción y responsabilidad de lo que consumen. Mafi menciona:

“Puedes adorar algo con todo tu corazón pero también decir, esto no me está gustando, esto que representa no va con lo que creo. Recordarnos a nosotras que tenemos capacidad de crítica. Como también los medios de comunicación han hecho todo muchísimo más superficial y a nosotras nos interesa muchísimo poder crear contenido que sea más cuidadoso respecto a la información. Que la relación fan-artista no sea tanto eso, sino la relación que tenemos con el arte en cualquier expresión y ámbito”.

En un principio, Casi Cielo, era una idea que existía en la mente de Mafi hasta que un día vio la publicación de Evita, quien actualmente también trabaja en la revista. Y a quien conoció a través de X porque también era fan del K-pop (género musical que incluye diferentes estilos musicales pero que se refiere a la música popular de corea del sur). En dicha publicación expuso su trabajo como fotógrafa.

Mafi confiesa que le sorprendió, sobre todo porque muchas veces se deja del lado que las fans son más que eso, existen fans fotógrafas, fans que son ingenieras metalúrgicas, fans químicas, etc. Esa idea chocó con la indignación y enojo de ver una entrevista que le hicieron a su grupo de k-pop favorito. En donde no se les tomaba en serio. Y en medio de estas dos ideas nace la revista. 

“Tomé esa decisión y pensé en lo que necesitábamos: Evita es fotógrafa, otra chica, Lizzie, es diseñadora y luego mi amiga Gina quien escribe, Briana es música, terminamos siendo ocho, todas enfocadas a cosas distintas. Cuando les empecé a explicar la idea, nos reunimos en un zoom, todas en ciudades diferentes, desperdigadas en toda la republica. Fueron cuatro meses de planeación. También es muy difícil que ocho personas que no se conocen  y que lo único que las une es un fandom puedan trabajar, al final todas las que estábamos en ese entonces, seguimos ahorita,  ya pasaron tres años”, recuerda Mafi.

En Casi Cielo se puede ver una representación de cómo los fans convergen como fandoms que crean y al mismo tiempo participan en la generación de nuevos contenidos a través de sus propias interpretaciones, sentimientos e historias propias.  Los fans como sujetos que crean contenidos informativos, que luchan por reivindicar la palabra fan, pero que sobre todo lo hacen desde una mirada social.

De acuerdo con la coordinadora cada post, cada publicación o video que se publica en las redes sociales de Casi Cielo se aborda desde la preguntas: ¿Qué se está aportando a la conversación?, ¿qué sentimientos provoca?, ¿cómo nos posicionamos?, ¿dónde están las fans en el texto?  Su forma de escribir, la coordinación y organización dentro de la revista pero sobre todo su creatividad para relacionar temas complejos con artistas, literatura, moda entre otros temas. Ha hecho que empresas como MUBI, Editorial Planeta y Ambulante las busquen para colaborar.

La admiración en los fans se da de manera consciente vinculada a su realidad y a los valores que aplica o busca imitar para su vida. Su sentimiento de admiración va más allá de la fama banal que ostenta el ídolo como producto de su oficio, el fan se siente vinculado con la versión humana (desde su visión y sentimiento) no se transmite realmente frente a cámaras. Para el fan su ídolo es más que un personaje famoso, es un ser humano con cualidades excepcionales dignas de admirar o venerar.

Los fans han utilizado su pasión y amor por los artistas, series, películas entre otros para crear espacios que los representen. Pero, ¿cómo pasamos de simplemente hablar de cuánto amamos algo a traducir ese amor en acción?

Para Silvia Garcia, dueña del emprendimiento Azul Estudio, se traduce en su propio proceso creativo para crear productos nuevos.  Su fuente de creatividad es su cariño por los artistas que le gustan, el propio proceso creativo de los artistas, sus conceptos visuales. Al hacer un diseño siempre tiene en cuenta la composición de alguna foto de un artista, lo que esta le transmite y de ahí parte.

Mientras que para Adriana Lopez, coordinadora de la iniciativa Tapitas de Jinnie,  empezó cuando se  interesó en la parte activista que tienen los integrantes de BTS, especialmente en 2018 cuando los integrantes son invitados a la Asamblea Nacional de las Organizaciones Unidas. Considera el discurso de RM (líder de BTS) como algo significativo, un llamado a hacer el bien. En sus propias palabras:

“Ellos tienen esta costumbre de hacer donaciones el día de sus cumpleaños, realmente yo no había conocido  a un artista que lo hiciera año con año. Es algo que te impactan culturalmente. Te cuesta un poco de trabajo creer que hacen buenas acciones o que es cien por ciento trabajo altruista. Es muy inspirador que estemos replicando este tipo de acciones. Yo creo que habla muy bien del nivel de influencia que tienen ellos (BTS) hacia nosotros”.

Finalmente para Mafi, coordinadora de Casi Cielo, la creación de casi cielo le permitió cultivar relaciones, las colaboradoras de Casi Cielo se convirtieron en sus amigas más cercanas. Empezó a proyectar sus metas a futuro e incluso la ayudó a saber que es muy buena coordinando. Pero sobre todo lo que más le emociona es el recibimiento que tiene la revista, lo cual le permite estar más segura de sus ideas y de su capacidad de creación.

En el ámbito profesional la revista le dio capacidades como la de escribir, diseñar y realizar entrevistas.Casi Cielo se convirtió en su futuro profesional. Para ella ser fan significa algo que crea otra persona, que puede  mover los sentimientos y la intensidad que sea, pero que exista una respuesta ante dicho arte. Mafi confiesa que de no haber sido fan del kpop, la música y los libros Casi Cielo no existiría.

“Me gusta darle la importancia que se merece a esa parte de mi vida como fan, que más que cerrarme, fue una excusa para conocer más, escuchar más y así al final ha cambiado mi perspectiva, ser fan de algo termina moviéndome a otros espacios. Si no fuera fan, no sería yo o al menos yo, como soy en estos momentos. Está muy lindo reconocer la influencia que otras personas pueden permear en tu camino de vida”.

Hoy en día ser fan es algo común, ¿de qué o de quién?, depende completamente de cada persona, sin embargo es un hecho que en internet podemos encontrar un entorno digital con personas que comparten nuestros gustos. De hecho, de acuerdo con la edición anterior del Reporte de Cultura y Tendencias, el 59% de la Gen Z en México se considera súper fan de algo o alguien, demostrando que el potencial de los fandoms ha dejado de ser una consecuencia y han comenzado a ser un eje rector de las nuevas formas de convergencia.

Considerarse fan pareciera ser algo de lo qué apenarse. La cosa es que, a todes, se nos olvida que, del cariño, la ternura y de la admiración se desprende el arte. El querer escribir, dibujar, cantar y compartir todo lo que mueve tu corazón con el mundo. 

De pronto, todo lo que sientes te inunda y no queda más que desbordarte, el problema es que a veces no encontramos dónde. (Casi Cielo, 2021).



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