Una celebración chiapaneca que honra a los muertos


  • La tradición de día de muertos en el sur de México

Por Valeria Viridiana Castillo Arriaga y Andrea Yamile Cruz Juárez  

Chiapas. El día de Muertos es una de las tradiciones más importantes en México, miles de mexicanos se preparan con ofrendas y elementos especiales para recibir las almas de sus familiares difuntos.

 

La frontera del sur del país se viste de los tradicionales colores negro, naranja y morado para comenzar recibiendo a las almas de los niños difuntos el 31 de octubre y seguir con la entrada de las almas adultas en las primeras horas del 2 de noviembre.

 

En entrevista con el señor José Antonio Arriaga, originario de Tapachula Chiapas, relata su experiencia con esta festividad y la celebración tradicional que se lleva a cabo cada año: "Allá se celebra en el panteón, ahí ponen las ofrendas, adornan los panteones, ponen marimba, y la gente o las familias comen en las bóvedas, llevan comida que le gustaba al difunto, por ejemplo, mole, tamales, el chipilin que se acostumbra mucho, aparte que hacen fogatas para calentar la misma comida ahí." ¿Las familias permanecen toda la noche en el panteón? "No, la visita comienza como al medio día y se van del panteón como a las 6 o 7 de la noche".

 

En la casa de las familias tapachuleñas, los familiares ponen mucho empeño en la ofrenda, todo enfocado en darle gusto a los difuntos, y que es conformada por diversos elementos "en la ofrenda se pone la comida, calabaza, camote, por ejemplo si al difunto le gustaba la cerveza, se le ponía la cerveza, si le gustaba el tequila se le ponía su tequila, frutas, aparte de lo que ya conocemos tradicional que son las velas, el pan, agua, sal, y sus fotografías".

 

"En casa de mi tía, que era donde yo veía la ofrenda, era un altar grande, aproximadamente de dos metros de largo, se adornaba todo y lo hacían de forma ascendente, hacía como escalones y ya en cada uno le iba poniendo cada cosa que lleva la ofrenda, y es que ella celebraba a muchos difuntos por eso siento que era así de grande". "Recuerdo que los tamales de chipilin y el caldo de hierba mora es lo que más comíamos en esas fechas pero mis tías eran las que siempre llevaban ollas grandes llenas de comida para todos".



Las tradiciones han avanzado y con el paso del tiempo se han enriquecido de nuevos conceptos pero a la vez han perdido la importancia que requieren, además de que el significado de estás festividades termina siendo muy personal "Pues para mí es el día que todos recordamos a los difuntos, especialmente a nuestros familiares".

 

"Yo recuerdo a mis papás ahora y de pequeño recordaba a mis abuelas que fueron las que me vieron y me cuidaron, a mis tíos también porque conviví con ellos de chico".

 

El señor Antonio sabe que las generaciones han avanzado y a sus 65 años considera que la tradición ya no está presente como antes "Ya no es lo mismo hoy en día, estás generaciones más jóvenes ya no piensan igual sobre nuestras tradiciones, porque si yo les digo a mis nietos o a mis hijos que hagan la ofrenda tal y como yo la he visto es posible que ni siquiera me hagan caso y no la hagan, o a lo mejor la hacen pero le agregan otras cosas que ellos creen que se verían mejor, a su propio criterio".

 

La señora Bertha Rivera, esposa del señor Antonio, se acerca a la conversación para comentar: "Pero la tradición ya se perdió también por la mala economía del país, yo recuerdo que había años donde queríamos comprar unas velas mínimo y ni para eso alcanzaba. Cuando era niña Chuchita ponía en la vecindad donde vivía una mesa llenísima de comida distinta, ahora ya no podemos hacer eso porque simplemente el dinero no da".to Bookmark and Share

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