Saniger: El momento de la acción es ahora
Por: Fernanda Banquells |
México (Aunam). José Manuel Saniger, titular de la Red de Soluciones de Desarrollo Sostenible de México, habló sobre la evolución de las disciplinas científicas, de la disciplina a la transdisciplina; como la física cuántica y los inicios de la química hasta llegar a las Ciencias de la Sostenibilidad.
En el marco de la Segunda Semana de Acción Ambiental y Climática, organizada por el proyecto EcoCiencias, el también secretario de Investigación y Desarrollo de la Coordinación de Investigación Científica de la UNAM definió que “el desarrollo satisface las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”.
Explicó que la diferencia entre la sustentabilidad y la sostenibilidad es que la segunda incorpora los contextos económicos y sociales al tema ambiental, es decir, se construye con los tres ámbitos.
Además, busca facilitar el diseño, la implementación y la evaluación de intervenciones efectivas que fomenten la prosperidad compartida y la reducción de la pobreza al tiempo que protegen el medio ambiente. El doctor destacó que esta prosperidad debe ser compartida entre las personas pero también con las especies y los ecosistemas donde estas especies están desarrollándose.
No obstante, dijo, existen algunos obstáculos para que la sostenibilidad pueda llevarse a cabo favorablemente. El principal es el modelo de desarrollo socioeconómico actual, porque se basa en el desarrollo ultranza, es decir, en el crecimiento poblacional y el aumento del consumo per cápita, sumándose a la propiciación del reparto de riqueza crecientemente inequitativo, entre otras acciones.
Dichos factores ocasionan que el consumo de recursos naturales vaya a una velocidad mucho mayor que la capacidad de reposición del planeta o la alteración irreversible de equilibrios ambientales. En sus palabras: “el desarrollismo lleva a la insostenibilidad”.
Los resultados van desde la pérdida de biodiversidad hasta el cambio climático, causando que exista pérdida y deterioro de los hábitats o el incremento de concentración de Gases de Efecto Invernadero (GEI) por la quema de combustibles fósiles.
Un ejemplo que el doctor expuso de la pérdida de biodiversidad fue que México ha perdido alrededor del 50 por ciento de sus ecosistemas naturales y con el ritmo acelerado de extinción actual, para mediados de siglo habrá perdido al menos el 30 por ciento de sus especies.
En cuanto al cambio climático, se presentarán problemas como los aumentos del nivel del mar o la desaparición de glaciares y grandes extensiones corales. Por ello, Saniger mencionó que existen dos extremos, “uno en el que puede hacerse caso omiso a la situación o podemos ocuparnos”. Si se elige ocuparse, es necesario crear conciencia a nivel personal, ya que, expone, el cambio global requiere una toma de conciencia y un cambio personal.
El inicio del trabajo comienza con las acciones individuales (que son fundamentales), ya que con la suma de muchas de estas es posible pasar a las acciones grupales, donde se pueden abordar problemas de mayor alcance y así poder pasar ahora a las agrupaciones por sectores, en las cuales la sociedad civil actúa aliándose con el gobierno o con el sector académico permitiendo tener un impacto a nivel global o local, pero siendo este un impacto mucho más profundo.
Presentó la Agenda 2030, que funciona como estrategia: un trabajo que se realizó en el seno de las Acciones Unidas y toma un poco de todos los conceptos sociales, económicos y científicos poniéndolos a trabajar en beneficio de las personas y del planeta. Esto, integrando las “5 P” (People, Planet, Prosperity, Peace, Partnership), es decir “la suma de Personas y el Planeta en busca de la Prosperidad motivando la Paz y buscando Alianzas”.
La Agenda 2030 toma los tres ejes de la sostenibilidad y busca no dejar a nadie atrás. Uno de sus objetivos es integrar a jóvenes y adultos, favorecidos y no favorecidos económicamente para promover esas alianzas como forma de propiciar el cambio.
La importancia del llamado a los jóvenes entra con la relevancia que tiene el papel de las universidades y los universitarios. Y es que están constituidos de diversos recursos y conocimientos muy valiosos, además de hacer investigaciones académicas. La comunidad universitaria es muy extensa y en su mayoría tiene sensibilidad social, es por eso que cuenta con una gran posibilidad de actuar en pro a la sostenibilidad.
El conocimiento es clave y funciona como recurso inagotable, debe ser utilizado para analizar un problema, diagnosticar el panorama para poder planear diversas soluciones y finalmente actuar para así crear un cambio. Es decir, pasar del conocimiento al cambio activo.
El doctor concluyó que para avanzar efectivamente es necesario tomar conciencia de la realidad de la amenaza y no sentirla como ajena a nosotros, igualmente deshacerse de la desidia y organizarse para que de esta forma pueda pasarse a la acción.
Habló de la necesidad de asumir liderazgos y alianzas, pero que estos liderazgos no deben ser esperando a que llegue alguien para seguirlo sino que “cada quien debe asumir su propio liderazgo en su entorno y que las alianzas son clave para el funcionamiento de la acción y poder empezar a trabar ¡ya!”.
México (Aunam). José Manuel Saniger, titular de la Red de Soluciones de Desarrollo Sostenible de México, habló sobre la evolución de las disciplinas científicas, de la disciplina a la transdisciplina; como la física cuántica y los inicios de la química hasta llegar a las Ciencias de la Sostenibilidad.
En el marco de la Segunda Semana de Acción Ambiental y Climática, organizada por el proyecto EcoCiencias, el también secretario de Investigación y Desarrollo de la Coordinación de Investigación Científica de la UNAM definió que “el desarrollo satisface las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”.
Explicó que la diferencia entre la sustentabilidad y la sostenibilidad es que la segunda incorpora los contextos económicos y sociales al tema ambiental, es decir, se construye con los tres ámbitos.
Además, busca facilitar el diseño, la implementación y la evaluación de intervenciones efectivas que fomenten la prosperidad compartida y la reducción de la pobreza al tiempo que protegen el medio ambiente. El doctor destacó que esta prosperidad debe ser compartida entre las personas pero también con las especies y los ecosistemas donde estas especies están desarrollándose.
No obstante, dijo, existen algunos obstáculos para que la sostenibilidad pueda llevarse a cabo favorablemente. El principal es el modelo de desarrollo socioeconómico actual, porque se basa en el desarrollo ultranza, es decir, en el crecimiento poblacional y el aumento del consumo per cápita, sumándose a la propiciación del reparto de riqueza crecientemente inequitativo, entre otras acciones.
Dichos factores ocasionan que el consumo de recursos naturales vaya a una velocidad mucho mayor que la capacidad de reposición del planeta o la alteración irreversible de equilibrios ambientales. En sus palabras: “el desarrollismo lleva a la insostenibilidad”.
Los resultados van desde la pérdida de biodiversidad hasta el cambio climático, causando que exista pérdida y deterioro de los hábitats o el incremento de concentración de Gases de Efecto Invernadero (GEI) por la quema de combustibles fósiles.
Un ejemplo que el doctor expuso de la pérdida de biodiversidad fue que México ha perdido alrededor del 50 por ciento de sus ecosistemas naturales y con el ritmo acelerado de extinción actual, para mediados de siglo habrá perdido al menos el 30 por ciento de sus especies.
En cuanto al cambio climático, se presentarán problemas como los aumentos del nivel del mar o la desaparición de glaciares y grandes extensiones corales. Por ello, Saniger mencionó que existen dos extremos, “uno en el que puede hacerse caso omiso a la situación o podemos ocuparnos”. Si se elige ocuparse, es necesario crear conciencia a nivel personal, ya que, expone, el cambio global requiere una toma de conciencia y un cambio personal.
El inicio del trabajo comienza con las acciones individuales (que son fundamentales), ya que con la suma de muchas de estas es posible pasar a las acciones grupales, donde se pueden abordar problemas de mayor alcance y así poder pasar ahora a las agrupaciones por sectores, en las cuales la sociedad civil actúa aliándose con el gobierno o con el sector académico permitiendo tener un impacto a nivel global o local, pero siendo este un impacto mucho más profundo.
Presentó la Agenda 2030, que funciona como estrategia: un trabajo que se realizó en el seno de las Acciones Unidas y toma un poco de todos los conceptos sociales, económicos y científicos poniéndolos a trabajar en beneficio de las personas y del planeta. Esto, integrando las “5 P” (People, Planet, Prosperity, Peace, Partnership), es decir “la suma de Personas y el Planeta en busca de la Prosperidad motivando la Paz y buscando Alianzas”.
La Agenda 2030 toma los tres ejes de la sostenibilidad y busca no dejar a nadie atrás. Uno de sus objetivos es integrar a jóvenes y adultos, favorecidos y no favorecidos económicamente para promover esas alianzas como forma de propiciar el cambio.
La importancia del llamado a los jóvenes entra con la relevancia que tiene el papel de las universidades y los universitarios. Y es que están constituidos de diversos recursos y conocimientos muy valiosos, además de hacer investigaciones académicas. La comunidad universitaria es muy extensa y en su mayoría tiene sensibilidad social, es por eso que cuenta con una gran posibilidad de actuar en pro a la sostenibilidad.
El conocimiento es clave y funciona como recurso inagotable, debe ser utilizado para analizar un problema, diagnosticar el panorama para poder planear diversas soluciones y finalmente actuar para así crear un cambio. Es decir, pasar del conocimiento al cambio activo.
El doctor concluyó que para avanzar efectivamente es necesario tomar conciencia de la realidad de la amenaza y no sentirla como ajena a nosotros, igualmente deshacerse de la desidia y organizarse para que de esta forma pueda pasarse a la acción.
Habló de la necesidad de asumir liderazgos y alianzas, pero que estos liderazgos no deben ser esperando a que llegue alguien para seguirlo sino que “cada quien debe asumir su propio liderazgo en su entorno y que las alianzas son clave para el funcionamiento de la acción y poder empezar a trabar ¡ya!”.
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