Médicos y enfermeros, más que héroes o villanos

Por Adriana Mendoza y Jesús Velázquez
México (Aunam). La medicina moderna enfrenta uno de sus mayores retos en los últimos años. El personal de salud no sólo está expuesto al peligro del nuevo virus, sino, a su vez, al estrés y el desgaste mental. El bienestar psíquico es un elemento indispensable para el desarrollo de cualquier actividad laboral.


En una situación tan delicada y excepcional como lo es el surgimiento del COVID-19, la atención a este rubro psicológico debería tener mayor importancia, sobre todo en médicos y enfermeros. La incertidumbre, la insuficiencia del equipo necesario y la propagación del virus a los familiares más cercanos, son algunos de los miedos que médicos y enfermeros pasan a diario. Este desgaste cobra sus primeras cuotas.

En un análisis, la Universidad Complutense de Madrid menciona que en su muestra de mil 200 médicos, más de la mitad demuestran tener signos de depresión. La cifra no se comporta distinta cuando se focaliza al fenómeno del estrés postraumático, mismo que es observable después de sismos.

Europa, a pesar de ser ya rebasado por el continente americano, ha expulsado los datos más gráficos del desgaste del personal médico. Infobae, el portal en línea, recupera el caso de Francia y Bélgica, donde la situación ha superado el estrés. La línea de apoyo telefónica francesa ha reportado 70 casos riesgo de suicidio. En Bélgica, un porcentaje importante del personal de la salud ha cuestionado su estancia e incluso ha considerado el abandono de sus actuales empleos.

Sumado al agobio per se de su labor, la sociedad también ha influido en su temple mental. Diversos medios han recogido la molestia ante la figura de “héroes” que se les ha impuesto, ya que es una presión innecesaria.

En México, la situación es muy clara. La maestra Maida Muñoz de la Universidad de las Américas de Puebla en entrevista para La Jornada, pide dejar de nombrar a los profesionales de la salud como héroes; sin embargo, tampoco incita a que los llamen villanos. Simplemente solicita a la sociedad a acatarse a las medidas de prevención.


Aldo Suárez, ex dirigente de la Asociación Psiquiátrica Mexicana, estimó que un 60% del personal de la salud estará propenso al malestar mental, principalmente la depresión. El experto aseguró que las enfermedades mentales subirán en cuestión debido al aislamiento y el distanciamiento social.

Enrique Alemán, epidemiólogo de la Secretaría de Salud, menciona a Expansión Política que los profesionistas del área pasaron del miedo a no contar con las herramientas suficientes para controlar la enfermedad, al temor por los ataques de la ciudadanía porque los consideran portadores del virus y, ahora, existe un creciente pavor por perder la vida.

The New York Times reporta el testimonio de Berenice Andrade, una profesionista que trabaja en el hospital Doctor Carlos Mac Gregor de Ciudad de México. Ella dice que durante el brote, un solo médico se ocupaba de 54 personas durante los fines de semana. Lo cual significa un intenso ritmo de trabajo, aunado a una gran presión. Además, si los expertos de la salud no se encuentran bien, es evidente que los pacientes resentirán su falta de energía o voluntad.

Por otra parte, Ivette Díaz, quien es enfermera del Centro Médico la Raza, expresó al medio que dicho hospital no cuenta con los suministros suficientes ni adecuados para hacerle frente a este problema. Manifiesta que los vendajes presentan un desgaste en su adhesivo y que unas mascarillas que les proporcionaron los directivos tenían agujeros por error de fabricación.


El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para México y América Central refiere que han ocurrido 53 agresiones contra personal médico en estos tiempos de pandemia. La Asociación de Médicos y Enfermeras estima que la epidemia ha cobrado la vida de más de 100 personas dedicadas al ámbito.

Ante la situación, la Secretaría de Salud de México ha desplegado un monitoreo hacia el personal de la salud. Debido al distanciamiento social, por ahora, la única medida gubernamental hacia el problema es el funcionamiento de un sitio web.

Dentro de esta interfaz hay una sección donde, a partir de un cuestionario, los médicos son conectados con psicólogos. Las consultas son vía remota y no tienen ningún costo. De esta manera, el gobierno mexicano trata de evitar casos de ansiedad, depresión o miedo.

La organización Coaches México, que es un grupo de especialistas en salud mental, también ofrece sesiones gratuitas digitales para atender las crisis del COVID-19. Con este proyecto buscan reducir la tensión, y, paulatinamente, aseguran que los médicos y enfermeros podrán regresar a un estado anímico óptimo para trabajar.

Fotos: Pixabay


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