LOS RETOS DE LA CULTURA MATERIAL DEL LIBRO
- Productores artesanales y talleristas revaloran la elaboración de libros, libretas y hojas de papel como una tradición.
Ciudad de México (Aunam). En la cuarta edición de la expo feria nacional Artes y Oficios del Libro Expositores, talleristas y promotores de la cultura material del libro del patio Octavio Paz, de la Biblioteca México, abordaron el papel de los libros como objeto frente al entorno digital y la industria editorial.
Luz María Aguirre, del taller otomí Melón o Sandía, mencionó la relevancia a la importancia de la cultura y la traducción en la elaboración de libros, libretas, cuadernos y agendas. “Es importante volver a nuestras raíces, que no olvidemos de dónde venimos. Puesto que está muy devaluada nuestra cultura, nuestras artesanías”, aseveró.
Afirmó que México en un semillero de tradiciones, así como de culturas originarias dignas de respeto. “Todas nuestras libretas están inspiradas en artesanías mexicanas, por ejemplo: en el cobre de santa clara de Michoacán; la cuera tamaulipeca, el barro negro de Oaxaca, el charro mexicano”. Razón por la cual emprende junto con su hija, desde hace 20 años, la dirección de un taller de encuadernado y fabricación de papel.
Luz Maria Aguirre afirmó que en el mercado editorial y corporativo de empresas trasnacionales en la distribución de papel no son las adecuadas. “Es una competencia desequilibrada. Las personas compran libretas, cuadernos de producción industrial de empresas trasnacionales con precios superiores a los que ofertamos”, testifica.
Para Aguirre su mercado son los jóvenes: “Nosotros nos sorprendemos de que nuestros principales clientes sean jóvenes. Son quienes prefieren plasmar sus pensamientos, sus trazos, sus recuerdos en hojas de papel”.
Norma Alicia Hernández, productora artesanal de “El mal comportamiento”, elabora grimorios, talismanes y dioramas. Mezcla poesía y técnicas didácticas para el diseño de sus productos. “Objetos que inspiren a la contemplación interna para encontrar espacios de seguridad y de poesía cotidiana”, refirió.
Para la realización de talismanes y dioramas nombró la técnica del ‘libro intervenido’. En la cual extrae inspiración de personajes femeninos en la literatura clásica y contemporánea, con las cuales ejemplifica relatos en espacios vacíos de cajas de cartón que emulan un relato vivo en un libro.
Mariana Moreno, de Textura Editorial, ha dedicado su vida a los libros. Desde su apreciación hasta su elaboración artesanal. En su opinión, el libro “es un vehículo de las palabras. Para nosotros, los encuadernadores, elaborar libros es alumbrar un objeto precioso. Nos encargamos de preservar textos desde la manufactura artesanal”.
Resaltó la importancia de la cultura escrita y promovió la fabricación de papel libre de ácido. También afirmó que el potencial financiero de la industria editorial abarata costos y prevé el máximo de ganancias. “Es importante mantener equilibrio entre el trabajo industrial, de producción masiva, y del trabajo artesanal, en donde el tiempo se enfoca en producir un objeto único”.
El desarrollo tecnológico en la producción industrial de libros provoca discusiones alrededor del fin de la era del papel. Situación con la que Mariana Moreno no está del todo de acuerdo: “Durante mucho tiempo se creyó que a partir de la implementación del libro digital se iba a perder el libro físico. Pero al contrario, entró en auge. Lo que ha derivado en la aparición de dos tipos de lectores: los que valoran libros por el contenido y los que valoran al libro como un objeto”.
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