RINDE EL ALEPH HOMENAJE A STEPHEN HAWKING
Por Mónica Santos Vargas
Ciudad de México. (Aunam). En la segunda edición de Festival de Arte y Ciencia El Aleph se llevó a cabo la ponencia El universo consciente: Homenaje a Stephen Hawking a cargo de Gerardo Herrera Corral, investigador del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) y José Luis Díaz, investigador en el departamento de Historia y Filosofía de la Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Stephen Hawking, revolucionario de la ciencia y el pensamiento humano quien murió el pasado 14 de marzo fue recordado por los ponentes al hablar de cosmología y sobre los estudios de Hawking que incitaron a la investigación del Big Bang, los agujeros negros y la evolución del universo.
La charla inició con el cuestionamiento ¿cómo el universo se vuelve consciente? José Gordon, moderador de la conferencia preguntó al investigador del Cinvestav “¿Qué representa Stephen Hawking en términos del conocimiento del universo?”. Herrera Corral explicó que es “un espejo del más alto nivel más puro, el más limpio en donde el universo se reflejó”.
Gerardo Herrera explicó que la primera mitad del siglo XXI está involucrada con el problema de la conciencia y la primera mitad del siglo pasado (XX) inicia con la física seguido del estudio del desarrollo del universo.
“La idea de autoconsciencia, del universo autoconsciente […] sería una réplica de la autoconsciencia humana tal y como la sentimos. […] La autoconciencia humana es otra cosa. Es un cúmulo de funciones cerebrales y corporales que le permiten a una persona tener una autorepresentación. Es una función corporal completa. El cerebro es crucial en ello y es una relación del cuerpo con el mundo. El sujeto es autoconsciente porque sabe que otros lo son también. […] En este sentido el universo difícilmente puede considerarse como autoconsciente”, comentó Díaz.
Herrera Corral narró que en septiembre de 2014 una de las incertidumbres de científicos de Hawái ¿cómo definir las más grandes estructuras del universo? Mejor conocidos como los cúmulos y súper cúmulos de galaxias. Estudiaron el movimiento de las galaxias y descubrieron que hay una estructura dinámica, es decir, galaxias que se mueven en trayectorias que en un punto clave las estructuras convergen y a ese punto se le llamó “Laniakea” que en español significa el cielo inconmensurable.
“Esto es el final de la grandeza, dicen algunos astrónomos, porque es la estructura más grande del universo” comentó Herrera.
“Si uno compara la imagen de un cerebro de ratón se podrá observar las neuronas como nodos y luego las dendritas que se unen a otras que se parecen muchísimo a este conglomerado de galaxias con delgados hilos que lleva en el universo con espacios vacíos. Y esto, ha dado lugar a la posibilidad, a la idea fantasiosa de un universo como un gran cerebro que está pensando”, añadió Herrera.
Literatos mexicanos retomaron conceptos de la física
El moderador de la mesa, José Gordon explicó que “la poesía logra penetrar un asombro que está también detrás de la ciencia que también es una exclamación del asombro”. Por ello, cuestionó a Herrera Corral sobre las obras de José Emilio Pacheco como con referentes físicos.
“José Emilio Pacheco tenía una cantidad enorme de referentes físicos […] tenía muchas inquietudes por la realidad física, por el universo y las galaxias, y en muchos de sus poemas lo deja ver”, mencionó Herrera Corral.
También recordó a Octavio Paz quien en La llama doble escribió que los físicos se plantearon los problemas que para los filósofos de antaño tuvieron en el pasado.
El investigador de la UNAM expresó que “lo que todos los neurocientíficos queremos hacer, es llegar –así estemos estudiando canales iónicos- a entender como este cacho de cable de kilo y medio produce la mente. […] ¿Cómo es que la carne piensa?”. Aclaró que en vez de ‘carne’, la llama ‘seso’. El seso piensa, pero ¿cómo lo hace? Por medio de aparatos que se han mejorado para que haya información sobre contenidos mentales como los sueños.
Ciudad de México. (Aunam). En la segunda edición de Festival de Arte y Ciencia El Aleph se llevó a cabo la ponencia El universo consciente: Homenaje a Stephen Hawking a cargo de Gerardo Herrera Corral, investigador del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) y José Luis Díaz, investigador en el departamento de Historia y Filosofía de la Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Stephen Hawking, revolucionario de la ciencia y el pensamiento humano quien murió el pasado 14 de marzo fue recordado por los ponentes al hablar de cosmología y sobre los estudios de Hawking que incitaron a la investigación del Big Bang, los agujeros negros y la evolución del universo.
La charla inició con el cuestionamiento ¿cómo el universo se vuelve consciente? José Gordon, moderador de la conferencia preguntó al investigador del Cinvestav “¿Qué representa Stephen Hawking en términos del conocimiento del universo?”. Herrera Corral explicó que es “un espejo del más alto nivel más puro, el más limpio en donde el universo se reflejó”.
Gerardo Herrera explicó que la primera mitad del siglo XXI está involucrada con el problema de la conciencia y la primera mitad del siglo pasado (XX) inicia con la física seguido del estudio del desarrollo del universo.
“La idea de autoconsciencia, del universo autoconsciente […] sería una réplica de la autoconsciencia humana tal y como la sentimos. […] La autoconciencia humana es otra cosa. Es un cúmulo de funciones cerebrales y corporales que le permiten a una persona tener una autorepresentación. Es una función corporal completa. El cerebro es crucial en ello y es una relación del cuerpo con el mundo. El sujeto es autoconsciente porque sabe que otros lo son también. […] En este sentido el universo difícilmente puede considerarse como autoconsciente”, comentó Díaz.
Herrera Corral narró que en septiembre de 2014 una de las incertidumbres de científicos de Hawái ¿cómo definir las más grandes estructuras del universo? Mejor conocidos como los cúmulos y súper cúmulos de galaxias. Estudiaron el movimiento de las galaxias y descubrieron que hay una estructura dinámica, es decir, galaxias que se mueven en trayectorias que en un punto clave las estructuras convergen y a ese punto se le llamó “Laniakea” que en español significa el cielo inconmensurable.
“Esto es el final de la grandeza, dicen algunos astrónomos, porque es la estructura más grande del universo” comentó Herrera.
“Si uno compara la imagen de un cerebro de ratón se podrá observar las neuronas como nodos y luego las dendritas que se unen a otras que se parecen muchísimo a este conglomerado de galaxias con delgados hilos que lleva en el universo con espacios vacíos. Y esto, ha dado lugar a la posibilidad, a la idea fantasiosa de un universo como un gran cerebro que está pensando”, añadió Herrera.
Literatos mexicanos retomaron conceptos de la física
El moderador de la mesa, José Gordon explicó que “la poesía logra penetrar un asombro que está también detrás de la ciencia que también es una exclamación del asombro”. Por ello, cuestionó a Herrera Corral sobre las obras de José Emilio Pacheco como con referentes físicos.
“José Emilio Pacheco tenía una cantidad enorme de referentes físicos […] tenía muchas inquietudes por la realidad física, por el universo y las galaxias, y en muchos de sus poemas lo deja ver”, mencionó Herrera Corral.
También recordó a Octavio Paz quien en La llama doble escribió que los físicos se plantearon los problemas que para los filósofos de antaño tuvieron en el pasado.
El investigador de la UNAM expresó que “lo que todos los neurocientíficos queremos hacer, es llegar –así estemos estudiando canales iónicos- a entender como este cacho de cable de kilo y medio produce la mente. […] ¿Cómo es que la carne piensa?”. Aclaró que en vez de ‘carne’, la llama ‘seso’. El seso piensa, pero ¿cómo lo hace? Por medio de aparatos que se han mejorado para que haya información sobre contenidos mentales como los sueños.
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