INDICADORES BIOLÓGICOS, CLAVES EN PRÁCTICA DEL ATLETA: RAFAEL GARCÍA
Texto y fotografías por José Luis Ruperto
Ciudad de México, (Aunam). Rafael García Franco, maestro en Ciencias Pedagógicas, expuso los beneficios de un mejor control del entrenamiento deportivo a través de indicadores biológicos, como parte del 1er Ciclo de Conferencias, Ciencias y Humanidades en el Deporte.
En el Centro de Educación Continua de Estudios Superiores del Deporte (CECESD), el doctor inició la sesión explicando que el entrenamiento es un proceso pedagógico, por lo que el entrenador tiene el compromiso de ser pedagogo y preparar a sus atletas para tolerar las cargas de una competencia.
García Franco detalló que en un entrenamiento hay formas específicas de organización que tienen que incidir positivamente en el organismo, de lo contrario puede haber un sobreentrenamiento.
El doctor explicó que la finalidad de la presentación era entender los procesos de un entrenamiento para poder establecer supercompensaciones, es decir, el aumento paulatino del techo funcional de un ser humano durante la actividad deportiva, lo que se logra mediante dos evaluaciones: sumativa y cualitativa.
García Franco destacó la importancia de que los entrenadores conozcan los indicadores biológicos pues con esta herramienta pueden ayudar a que su atleta trabaje en la zona adecuada, lo que en la actualidad marcan las metodologías de trabajo actuales.
Un aspecto fundamental y que causó especial interés en la conferencia, fue el de la importancia de conocer distintos indicadores biológicos, porque de no conocerlos, el entrenador corre el riesgo de no estar haciendo que su atleta este trabajando en la zona adecuada, por lo que este punto, marca las metodologías actuales.
Sin embargo, el doctor subrayó que no basta con tener el conocimiento de los indicadores ya que también se requiere de herramientas de trabajo que en México aún no se usan, como el Reflotron Plus, un aparato que mide 17 indicadores biológicos en el terreno y que tiene un costo que oscila entre los 140 y 150 mil pesos.
García expuso que en otros países, al terminar su sesión de entrenamiento los mismos atletas obtienen su muestra de sangre para medir sus indicadores biológicos.
El doctor también hizo referencia a que el deporte produce un estado de placer, y por eso algunos deportistas buscan estar haciendo ejercicio todo el tiempo, lo que provoca enfermedades como la astenia, que es la pérdida de interés por realizar actividades cotidianas y relacionarse con los demás. En consecuencia, en el deporte siempre hay que aplicar evaluaciones a los atletas.
García Franco detalló la importancia de la ergogenia, que son todas aquellas actividades tanto tecnológicas como nutricionales encaminadas a la recuperación del atleta: la hieloterapia, el masaje, las ligas con bandas funcionales, que favorecen que el stress de entrenamiento no sea tan agresivo y favorezca la recuperación.
En otro segmento de la ponencia, se vio que la capacidad de movilizar oxigeno por litro de sangre es el VO2 máximo, un indicador no del todo confiable, pero que permite generar una base para estar metabolizando mejor los productos que se generan a partir de los diferentes ciclos de trabajo. El consumo máximo de oxigeno va a medir la cantidad de este elemento en el organismo.
Para María López, integrante de la primera generación del CECESD y entrenadora de gimnasia con más de 20 años de experiencia, la ponencia le hizo llevarse una buena reflexión porque no todos los entrenadores tienen los mismos métodos de trabajo que lleven a los deportistas a tener un mejor rendimiento, tanto pedagógico como psicológico.
En breve entrevista para AUNAM, el doctor García Franco comentó, en relación con la aplicación de herramientas de trabajo en México, que todo depende de los costos, pero que lo que más se utiliza y prolifera como objeto fácilmente asequible, son los pulsometros, los cuales tienen un costo aproximado de 500 o 600 pesos si es básico, hasta 15, 000 y 17, 000 pesos.
Para el expositor es importante adquirir una herramienta de este tipo, aprovecharla, pero desde una perspectiva de conocimiento del dato, es decir, cómo se va a utilizar, para qué se va a utilizar y en dónde se va a utilizar. Para el doctor, el deporte tiene que ser multi y transdisciplinario, tanto el médico, el psicólogo o el pedagogo deben de saber del deporte.
Para finalizar, García declaró que el entrenador debe llevar la voz cantante del proceso y solicitar los análisis pertinentes o la información correspondiente a lo largo del plan de entrenamiento.
Ciudad de México, (Aunam). Rafael García Franco, maestro en Ciencias Pedagógicas, expuso los beneficios de un mejor control del entrenamiento deportivo a través de indicadores biológicos, como parte del 1er Ciclo de Conferencias, Ciencias y Humanidades en el Deporte.
En el Centro de Educación Continua de Estudios Superiores del Deporte (CECESD), el doctor inició la sesión explicando que el entrenamiento es un proceso pedagógico, por lo que el entrenador tiene el compromiso de ser pedagogo y preparar a sus atletas para tolerar las cargas de una competencia.
García Franco detalló que en un entrenamiento hay formas específicas de organización que tienen que incidir positivamente en el organismo, de lo contrario puede haber un sobreentrenamiento.
El doctor explicó que la finalidad de la presentación era entender los procesos de un entrenamiento para poder establecer supercompensaciones, es decir, el aumento paulatino del techo funcional de un ser humano durante la actividad deportiva, lo que se logra mediante dos evaluaciones: sumativa y cualitativa.
García Franco destacó la importancia de que los entrenadores conozcan los indicadores biológicos pues con esta herramienta pueden ayudar a que su atleta trabaje en la zona adecuada, lo que en la actualidad marcan las metodologías de trabajo actuales.
Un aspecto fundamental y que causó especial interés en la conferencia, fue el de la importancia de conocer distintos indicadores biológicos, porque de no conocerlos, el entrenador corre el riesgo de no estar haciendo que su atleta este trabajando en la zona adecuada, por lo que este punto, marca las metodologías actuales.
Sin embargo, el doctor subrayó que no basta con tener el conocimiento de los indicadores ya que también se requiere de herramientas de trabajo que en México aún no se usan, como el Reflotron Plus, un aparato que mide 17 indicadores biológicos en el terreno y que tiene un costo que oscila entre los 140 y 150 mil pesos.
García expuso que en otros países, al terminar su sesión de entrenamiento los mismos atletas obtienen su muestra de sangre para medir sus indicadores biológicos.
El doctor también hizo referencia a que el deporte produce un estado de placer, y por eso algunos deportistas buscan estar haciendo ejercicio todo el tiempo, lo que provoca enfermedades como la astenia, que es la pérdida de interés por realizar actividades cotidianas y relacionarse con los demás. En consecuencia, en el deporte siempre hay que aplicar evaluaciones a los atletas.
García Franco detalló la importancia de la ergogenia, que son todas aquellas actividades tanto tecnológicas como nutricionales encaminadas a la recuperación del atleta: la hieloterapia, el masaje, las ligas con bandas funcionales, que favorecen que el stress de entrenamiento no sea tan agresivo y favorezca la recuperación.
En otro segmento de la ponencia, se vio que la capacidad de movilizar oxigeno por litro de sangre es el VO2 máximo, un indicador no del todo confiable, pero que permite generar una base para estar metabolizando mejor los productos que se generan a partir de los diferentes ciclos de trabajo. El consumo máximo de oxigeno va a medir la cantidad de este elemento en el organismo.
Para María López, integrante de la primera generación del CECESD y entrenadora de gimnasia con más de 20 años de experiencia, la ponencia le hizo llevarse una buena reflexión porque no todos los entrenadores tienen los mismos métodos de trabajo que lleven a los deportistas a tener un mejor rendimiento, tanto pedagógico como psicológico.
En breve entrevista para AUNAM, el doctor García Franco comentó, en relación con la aplicación de herramientas de trabajo en México, que todo depende de los costos, pero que lo que más se utiliza y prolifera como objeto fácilmente asequible, son los pulsometros, los cuales tienen un costo aproximado de 500 o 600 pesos si es básico, hasta 15, 000 y 17, 000 pesos.
Para el expositor es importante adquirir una herramienta de este tipo, aprovecharla, pero desde una perspectiva de conocimiento del dato, es decir, cómo se va a utilizar, para qué se va a utilizar y en dónde se va a utilizar. Para el doctor, el deporte tiene que ser multi y transdisciplinario, tanto el médico, el psicólogo o el pedagogo deben de saber del deporte.
Para finalizar, García declaró que el entrenador debe llevar la voz cantante del proceso y solicitar los análisis pertinentes o la información correspondiente a lo largo del plan de entrenamiento.
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