SE CELEBRA LA IV FIESTA DE LAS CULTURAS INDÍGENAS EN LA CDMX
Por Denisse Vargas Cedillo
Ciudad de México (Aunam). Con la participación de más de 800 expositores, se realizó del 1 al 10 de septiembre en el Zócalo capitalino la cuarta edición de la Fiesta de las Culturas Indígenas, Pueblos y Barrios de la Ciudad de México.
El evento, cuya finalidad es manifestar y dignificar los saberes, prácticas culturales y las aportaciones de estos grupos para la comunidad mexicana, elige cada año a un pueblo, región y país como invitados de honor. Para esta edición San Bernabé Ocotepec –en la delegación Magdalena Contreras–, la Región Maya Peninsular –conformada por Yucatán, Campeche y Quintana Roo– y Chile recibieron dicho reconocimiento.
Manahí Pakarati, actual embajadora de Chile en Nueva Zelanda, dio una charla sobre la historia de los Rapa Nui, la población indígena de la Isla de Pascua. Como única diplomática proveniente de dicho grupo, Pakarati habló sobre el desarrollo de su cultura a través del tiempo.
Por parte de la Región Maya Peninsular, la cooperativa de Sinanché, Yucatán, especializada en la manufactura de productos derivados de la miel, el propóleo, el polen y la jalea real, expuso parte de lo creado en este grupo conformado por nueve personas: jabones, jarabes, caramelos, tratamientos oculares y suplementos alimenticios.
Astrid Ramírez, miembro de la cooperativa, explicó que los costos de cada producto dependen del tipo de miel utilizado para su creación, ya que los apicultores manejan dos tipos de abejas: la europea y la nativa. Ramírez especificó que la miel de la abeja Xunan Kab, la endémica, es más cara por los cuidados, el tiempo y la cantidad que se produce de ella.
En un costado de la feria se colocó una representación del juego de pelota mixteco, en la modalidad de hule, en la que los visitantes podían pasar para participar de esta actividad.
Luis Antonio Hernández, de 19 años, asistió junto con sus amigos a este espacio, donde el único requisito era anotar su nombre y edad con los organizadores del juego de pelota. “Pude entrar con ellos y nos dieron un bastón y una pelota para jugar”, comentó.
En el evento la presencia de los rituales con sahumerios, las danzas prehispánicas, las limpias y ofrendas a los dioses aztecas tuvo un lugar muy especial. Las vestimentas de los danzantes, hechas con plumas y pieles de animales o sintéticos, llamaban la atención de los asistentes.
Ciudad de México (Aunam). Con la participación de más de 800 expositores, se realizó del 1 al 10 de septiembre en el Zócalo capitalino la cuarta edición de la Fiesta de las Culturas Indígenas, Pueblos y Barrios de la Ciudad de México.
El evento, cuya finalidad es manifestar y dignificar los saberes, prácticas culturales y las aportaciones de estos grupos para la comunidad mexicana, elige cada año a un pueblo, región y país como invitados de honor. Para esta edición San Bernabé Ocotepec –en la delegación Magdalena Contreras–, la Región Maya Peninsular –conformada por Yucatán, Campeche y Quintana Roo– y Chile recibieron dicho reconocimiento.
Manahí Pakarati, actual embajadora de Chile en Nueva Zelanda, dio una charla sobre la historia de los Rapa Nui, la población indígena de la Isla de Pascua. Como única diplomática proveniente de dicho grupo, Pakarati habló sobre el desarrollo de su cultura a través del tiempo.
Por parte de la Región Maya Peninsular, la cooperativa de Sinanché, Yucatán, especializada en la manufactura de productos derivados de la miel, el propóleo, el polen y la jalea real, expuso parte de lo creado en este grupo conformado por nueve personas: jabones, jarabes, caramelos, tratamientos oculares y suplementos alimenticios.
Astrid Ramírez, miembro de la cooperativa, explicó que los costos de cada producto dependen del tipo de miel utilizado para su creación, ya que los apicultores manejan dos tipos de abejas: la europea y la nativa. Ramírez especificó que la miel de la abeja Xunan Kab, la endémica, es más cara por los cuidados, el tiempo y la cantidad que se produce de ella.
En un costado de la feria se colocó una representación del juego de pelota mixteco, en la modalidad de hule, en la que los visitantes podían pasar para participar de esta actividad.
Luis Antonio Hernández, de 19 años, asistió junto con sus amigos a este espacio, donde el único requisito era anotar su nombre y edad con los organizadores del juego de pelota. “Pude entrar con ellos y nos dieron un bastón y una pelota para jugar”, comentó.
En el evento la presencia de los rituales con sahumerios, las danzas prehispánicas, las limpias y ofrendas a los dioses aztecas tuvo un lugar muy especial. Las vestimentas de los danzantes, hechas con plumas y pieles de animales o sintéticos, llamaban la atención de los asistentes.
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