ELECTRONIC CITY: PROFESIONALIZACIÓN EN MARCHA
Por: Viridiana Brito
México (Aunam). Los alumnos de la generación 2005–2009 del Centro Universitario de Teatro (CUT), como parte de la culminación de sus estudios de las artes escénicas, llevan a escena Electonic City, obra del alemán Falk Richter, bajo la adaptación y dirección de Marco Vieyra. La obra se presentó en la caja negra del CUT, un espacio que permite la intimidad entre actores y público.
El guión tuvo que ser adaptado de la versión original donde sólo intervienen tres actores, de ahí que en esta propuesta no existan protagonistas, porque todos se convierten en una misma voz que expresa la monotonía de la vida cotidiana, la desesperanza, el deseo por sentirse amado y el anhelo por existir.
La obra es una reflexión sobre la vida cotidiana en una sociedad, constantemente pone al espectador a cuestionarse sobres sus acciones, actitudes, pensamientos y sacrificios; es como salir por unos momentos de la rutina y ver desde afuera cómo se desarrolla.
En lo que respecta a la expresión corporal, especialmente el trabajo efectuado con las cuerdas y el rapel, los jóvenes actores demuestran haber realizado un buen entrenamiento físico debido a la ejecución de las coreografías aéreas.
Sin embargo, el trabajo corporal realizado no se encuentra a la par con el vocal; la obra exige lapsos donde los actores gritan como representación de la frustración, en los momentos clímax, pero llegan a perder la técnica vocal y da la sensación de que se están emitiendo sin usar la técnica apropiada, lo que provoca gritos estridentes sumamente incómodos.
El canto se queda muy limitado en fuerza y potencia por el uso de micrófonos, los actores cuidan más no salir de tono cuando lo utilizan; aunque hay una gran diferencia cuando se canta en grupo, porque se percibe una mejor armonía y una mayor seguridad.
La puesta en escena se hace más ligera en los instantes cómicos, el guión tiene referentes a productos y situaciones actuales, al ser captadas las líneas por el público es inevitable emitir una carcajada, por el hecho de darse cuenta de lo divertido que puede resultar hacer uso de productos innecesarios. Es en este aspecto donde el actor Adrián Carreón sobresale al hacer referencia, con su particular tono agudo de voz, al producto para desestresarse, Dalay.
Si bien es cierto que Electronic City es una puesta en escena realizada por alumnos del CUT, tiene calidad como trabajo escénico y se puede percibir la buena disposición de los actores y su pasión por el teatro.
México (Aunam). Los alumnos de la generación 2005–2009 del Centro Universitario de Teatro (CUT), como parte de la culminación de sus estudios de las artes escénicas, llevan a escena Electonic City, obra del alemán Falk Richter, bajo la adaptación y dirección de Marco Vieyra. La obra se presentó en la caja negra del CUT, un espacio que permite la intimidad entre actores y público.
El guión tuvo que ser adaptado de la versión original donde sólo intervienen tres actores, de ahí que en esta propuesta no existan protagonistas, porque todos se convierten en una misma voz que expresa la monotonía de la vida cotidiana, la desesperanza, el deseo por sentirse amado y el anhelo por existir.
La obra es una reflexión sobre la vida cotidiana en una sociedad, constantemente pone al espectador a cuestionarse sobres sus acciones, actitudes, pensamientos y sacrificios; es como salir por unos momentos de la rutina y ver desde afuera cómo se desarrolla.
En lo que respecta a la expresión corporal, especialmente el trabajo efectuado con las cuerdas y el rapel, los jóvenes actores demuestran haber realizado un buen entrenamiento físico debido a la ejecución de las coreografías aéreas.
Sin embargo, el trabajo corporal realizado no se encuentra a la par con el vocal; la obra exige lapsos donde los actores gritan como representación de la frustración, en los momentos clímax, pero llegan a perder la técnica vocal y da la sensación de que se están emitiendo sin usar la técnica apropiada, lo que provoca gritos estridentes sumamente incómodos.
El canto se queda muy limitado en fuerza y potencia por el uso de micrófonos, los actores cuidan más no salir de tono cuando lo utilizan; aunque hay una gran diferencia cuando se canta en grupo, porque se percibe una mejor armonía y una mayor seguridad.
La puesta en escena se hace más ligera en los instantes cómicos, el guión tiene referentes a productos y situaciones actuales, al ser captadas las líneas por el público es inevitable emitir una carcajada, por el hecho de darse cuenta de lo divertido que puede resultar hacer uso de productos innecesarios. Es en este aspecto donde el actor Adrián Carreón sobresale al hacer referencia, con su particular tono agudo de voz, al producto para desestresarse, Dalay.
Si bien es cierto que Electronic City es una puesta en escena realizada por alumnos del CUT, tiene calidad como trabajo escénico y se puede percibir la buena disposición de los actores y su pasión por el teatro.
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