Modelo de educación a distancia ¿héroe o villano?

• Para Melina Machado, estudiante de la FCPyS-UNAM la educación online es un modelo inusual, pero “cómodo” para el aprendizaje
• Estar todo el día conectado a un dispositivo electrónico genera la sensación de que el trabajo académico es mayor, opina la futura politóloga

Melina Machado da su opinión acerca de las clases en línea. Foto: Samayanti Almaraz.

Por Paloma Samayanti Almaraz Jiménez, Jesús Aranda Hernández y Valeria Angélica Galván Torres

CDMX.  La pandemia obligó a la sociedad a vivir de manera distinta a como se conocía y también transformó la educación por completo, por ello, se implementó el modelo de clases en línea y el estudiantado ha sido uno de los sectores que más ha resentido el cambio. 

Melina Machado Morales, estudiante de Ciencias Políticas y Administración Pública en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, comentó que la carga de trabajo en línea, es menor con relación a la que tenía en las clases presenciales, debido a que las y los profesores son más comprensibles, pero como desde que amanece hasta que anochece permanece frente a la computadora u otros dispositivos, tiene la sensación de que es mayor.

Por otro lado, consideró que el estrés, además de haber aumentado a raíz de la pandemia, también incidió en todos los comportamientos, al reducir la posibilidad de salir e interactuar. “Ha sido muy difícil, no encuentro tiempo para dispersarme”, añade Melina y dejó claro que “hay un cambio gradual de cómo accedemos a la comunicación”.

El modelo online ha beneficiado sus conocimientos sobre la carrera, gracias a que le ha resultado más fácil la búsqueda en internet sobre fuentes digitales que profundicen en éstos, no obstante, está presente la limitación de acudir a bibliotecas para consultar materiales en físico.

Con respecto a la socialización, declaró que se le ha dificultado un poco porque, al ser las redes sociales la única alternativa de comunicación, se genera un atropellamiento de mensajes que impide un diálogo claro. Aunado a esto, manifestó que no se dan las condiciones óptimas para conocer a alguien por el aula virtual en vista de que es poca la cantidad de personas que encienden las cámaras.

En cuanto a este aspecto, también mencionó que es importante tener contacto cara a cara con las personas, pues, considera que esto permite que se formen vínculos más estrechos con carga emocional, los cuales resultan útiles para los procesos de aprendizaje.

A pesar de que aún no asiste de manera presencial a la universidad, considera que sí ha aprendido en la modalidad en línea, por lo cual opina que su futuro académico y profesional no peligra. Sumado a esto, reflexiona acerca de no echar en “saco roto” las herramientas ofrecidas por sus profesores y aquellas que no se solían usar de forma cotidiana.

Después de reflexionar sobre su experiencia en la modalidad online, a veces cree no estar preparada para un retorno a clases presenciales porque considera que se ha vuelto una persona ermitaña. Además, le preocupa retornar a clases por el uso de transporte público y que no se cubran las medidas sanitarias necesarias.

Añadió que la modalidad online, además de tener ventajas, se ha ajustado de manera satisfactoria, gracias a las herramientas que posibilitan trabajar desde casa evitando el tiempo de traslado. Se mostró dudosa respecto a la decisión de querer regresar o no al modelo prepandemia porque por un lado los contagios continúan, pero, por otro “está la parte de cuidar la salud mental por ser seres sociales y necesitamos estar en espacios físicos”.

Comentó que las personas se van resignando y le encuentran ventajas a esta modalidad, ya no depende sólo de la UNAM si se da un regreso presencial, sino también, “de cada uno de los estudiantes y cuidarse en mayor medida de lo posible”. 

Pese a todas las complicaciones de la modalidad online, Melina consideró que no ha sido tan difícil para ella aceptar que debía seguir estudiando de esta forma. Aunque a lo largo de la pandemia pareciera que las circunstancias se han encargado de mermar las esperanzas de un regreso próximo a las aulas, en sus palabras, Melina compartió que “más allá de acostumbrarnos fue resignarnos”.