Sobreviven artesanos de papel picado a la pandemia
- Buscan reponerse de la crisis económica con la llegada del Día de muertos
- En el taller de Xochimilco brindan recorridos guiados para apreciar de cerca su trabajo
Por Jennifer García Mejía, Evelyn Fabiola Romero Suazo y Jomael Alan Valdez Chávez
Eleazar y Foli trabajan el oficio de la cartonería, una labor que les apasiona y a la que destinan horas de dedicación y esfuerzo. Foto: Jomael Valdez |
CDMX (Aunam). Los artesanos del Taller Papel Picado y de piñatas en Xochimilco han aumentado su producción a fin de reponerse económicamente después de haber sufrido largos meses un estancamiento derivado de la pandemia.
El grupo de artesanos se prepara para la llegada del Día de Muertos, en donde el papel picado cobra un enorme significado al adornar los altares hacia los difuntos y también formar parte de la decoración de las casas mexicanas. Actualmente, el taller elabora alrededor de 100 series de papel picado al día, para poder cumplir a tiempo con todos sus pedidos.
Los guías comentaron que la temporada de alta demanda comenzó a mediados de agosto, derivado de las celebraciones por la Independencia en septiembre, y se extiende hasta diciembre, con la creación de piñatas y decoraciones para las posadas y navidad, por lo que las visitas guiadas que brindan para que el público conozca la importancia y el proceso que hay detrás del papel picado y la cartonería, se complica demasiado por la carga de trabajo que tienen.
Muchas son las personas que se dedican a esta profesión, una de ellas es Eleazar Torres, un joven artesano que elabora la cartonería, una práctica que le apasiona, ya que desde niño siempre fue muy creativo, por lo que tomó la decisión de estudiar artes y diseño, y que lo llevó a colaborar actualmente con el taller que empezó su abuelo hace ya 33 años.
Eleazar comentó que sus estudios y la profesión que eligió para su vida le han dado la oportunidad de viajar y conocer diversos sitios a lo largo del país: “siempre hay algo por descubrir y aprender en cada región, y puedes encontrar enormes cambios de un pueblo a otro, con sólo apreciar su arte”.
El papel picado “representa al viento, al dios Ejekatl”, señaló Foli, un artesano que también se dedica a la cartonería y la música desde varios años. Él compartió que “no entiende por qué esto no se les enseña a los niños en la primaria en nuestro país, es algo básico para comprender nuestra cultura, nuestro pasado, y con tantas materias innecesarias, aprender éste arte sería una gran oportunidad”.
El proceso de elaboración del papel picado y artesanías como las piñatas es minucioso y conlleva la participación de 17 artesanas y artesanos, que inician con la creatividad que tengan para plasmar un diseño único en las hojas de papel, para después con los cinceles, dedicarle horas para detallar cada prenda, y concluir en el área de pegado y secado.
Este taller fue fundado por el señor Alberto Torres, quien ha buscado que no se pierda la tradición en las cuatro generaciones de su familia, donde han compartido los cinceles y el papel. Actualmente, Yuriria asumió el control del negocio, donde cada integrante tuvo que aprender el oficio y el arte heredado, por pasión o porque así lo necesitaban.
El taller se ubica en la calle Ciclamen 80, en Xochimilco, y realiza visitas guiadas con previa cita, siguiendo todas las medidas sanitarias, y aunque sus integrantes han tenido que afrontar la crisis económica, buscan mantener su ímpetu para crear el arte que llega a los hogares mexicanos.
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