MÉXICO, “EN PAÑALES” POR FALTA DE EDUCACIÓN SEXUAL
Por Erika Espejel Terrón y Ma. Angélica Flores Velázquez
Ciudad de México (AUNAM). En la actualidad, el embarazo en adolescentes ha cobrado importancia debido a que México ocupa el primer lugar a nivel mundial. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de la mitad de estos embarazos no son planificados. El 27 por ciento de los nacimientos que hay en el país son de jóvenes entre los 10 y 14 años.
“Es cierto que ha aumentado drásticamente la población, los embarazos en adolescentes ocurren por diferentes ámbitos, no siempre tiene que ver algo económico; afecta mucho, tanto la información que se tenga al respecto como la toma de decisiones de cada una de las personas involucradas y el contexto en el que viven”, expresó Maira Carballo, médico cirujano y docente de la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía (ENMyH) con maestría en educación por el Instituto Politécnico Nacional.
Con base en la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), muchos jóvenes reciben información confusa y contradictoria sobre el sexo durante la adolescencia. Una correcta educación integral en sexualidad orienta a que los jóvenes tomen decisiones fundamentales en lo que respecta a las relaciones y la sexualidad.
La médico considera que los embarazos tempranos no son siempre por la desinformación, pues no se debe generalizar al respecto. Opina que en muchas ocasiones, dentro del hogar, los padres de familia no le dan relevancia al tema de la sexualidad, porque consideran que si hablan del uso de métodos anticonceptivos estarían fomentando las prácticas sexuales.
Mario Fuentes, licenciado en Antropología Física con maestría en Sexualidad Humana, expresó: “es lamentable, pero las relaciones sexuales siguen siendo un tema tabú en nuestra sociedad, a pesar de que en las redes circula mucha información. Falta educación para poder seleccionar y discriminar lo falso de lo verdadero, por otro lado, existe doble moral y esto es por la injerencia de la religión en este tema en particular”.
Maira Carballo opinó que en las zonas rurales la información es más limitada, pues existen poblaciones en donde ni siquiera mencionan el tema, mientras que en las partes urbanas es un tópico que se trata desde la primaria; aunque hace falta ampliar más el pensamiento de toda la población.
Según la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID), publicada en el 2014 por el Diario Oficial de la Federación, a nivel nacional, la edad mediana del inicio de la vida sexual de las mujeres es a los 18 años, lo que representa un año menos en comparación con la ENADID 2009.
Mario Fuentes expresó que desde los 12 años una persona puede tener maduración fisiológica de la sexualidad, pero al ser un asunto integral falta un enfoque psicológico que va unido al sentido de la responsabilidad. Asimismo, el licenciado en antropología, enfatizó la importancia que los adolescentes conozcan las consecuencias de iniciar una vida sexual, ya que sin la debida protección se exponen a embarazos no deseados y a enfermedades de transmisión sexual (ETS).
Datos de la ENADID 2014 muestran que de los nacimientos ocurridos entre 2011 y 2013, siete de cada diez fueron entre mujeres de 15 a 29 años, en donde uno de cada seis fue de una adolescente de 15 a 19 años.
Carballo agregó que “las consecuencias del embarazo en una adolescente no sólo van en las alteraciones a nivel anato-fisiológico, sino en el total cambio de la vida, porque es hacerse responsable de un nuevo ser. (…) La parte emocional todavía no está desarrollada de manera total para poder tener un embarazo a esa edad. No tienen una madurez adecuada fisiológica ni emocional, sin mencionar que en su mayoría son embarazos de alto riesgo”.
Para el tratamiento de este tema, el Gobierno de la República desarrolló la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (ENAPEA), de la cual publican un Informe Ejecutivo Anual y que tiene por objetivo “reducir el número de embarazos en adolescentes en México con absoluto respeto a los derechos humanos, particularmente los derechos sexuales y reproductivos”.
La maestra en educación declaró que pese a la existencia de distintos programas y servicios de salud en México, donde los jóvenes pueden acudir por información, ésta no siempre es de calidad y, por ello, algunos jóvenes toman como broma o con pudor las relaciones sexuales, según sea su educación en casa.
Mario Fuentes considera que México se encuentra en pañales respecto al tema, porque a pesar de contar con educadores sexuales desde hace más o menos 35 o 40 años la información es deficiente en los jóvenes; en segundo lugar, por la injerencia de la religión -sobre todo de la iglesia católica- que frena los intentos por dar una educación sexual de calidad a los jóvenes, la cual disminuiría considerablemente dicha problemática en territorio mexicano.
Ciudad de México (AUNAM). En la actualidad, el embarazo en adolescentes ha cobrado importancia debido a que México ocupa el primer lugar a nivel mundial. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de la mitad de estos embarazos no son planificados. El 27 por ciento de los nacimientos que hay en el país son de jóvenes entre los 10 y 14 años.
“Es cierto que ha aumentado drásticamente la población, los embarazos en adolescentes ocurren por diferentes ámbitos, no siempre tiene que ver algo económico; afecta mucho, tanto la información que se tenga al respecto como la toma de decisiones de cada una de las personas involucradas y el contexto en el que viven”, expresó Maira Carballo, médico cirujano y docente de la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía (ENMyH) con maestría en educación por el Instituto Politécnico Nacional.
Con base en la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), muchos jóvenes reciben información confusa y contradictoria sobre el sexo durante la adolescencia. Una correcta educación integral en sexualidad orienta a que los jóvenes tomen decisiones fundamentales en lo que respecta a las relaciones y la sexualidad.
La médico considera que los embarazos tempranos no son siempre por la desinformación, pues no se debe generalizar al respecto. Opina que en muchas ocasiones, dentro del hogar, los padres de familia no le dan relevancia al tema de la sexualidad, porque consideran que si hablan del uso de métodos anticonceptivos estarían fomentando las prácticas sexuales.
Mario Fuentes, licenciado en Antropología Física con maestría en Sexualidad Humana, expresó: “es lamentable, pero las relaciones sexuales siguen siendo un tema tabú en nuestra sociedad, a pesar de que en las redes circula mucha información. Falta educación para poder seleccionar y discriminar lo falso de lo verdadero, por otro lado, existe doble moral y esto es por la injerencia de la religión en este tema en particular”.
Maira Carballo opinó que en las zonas rurales la información es más limitada, pues existen poblaciones en donde ni siquiera mencionan el tema, mientras que en las partes urbanas es un tópico que se trata desde la primaria; aunque hace falta ampliar más el pensamiento de toda la población.
Según la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID), publicada en el 2014 por el Diario Oficial de la Federación, a nivel nacional, la edad mediana del inicio de la vida sexual de las mujeres es a los 18 años, lo que representa un año menos en comparación con la ENADID 2009.
Mario Fuentes expresó que desde los 12 años una persona puede tener maduración fisiológica de la sexualidad, pero al ser un asunto integral falta un enfoque psicológico que va unido al sentido de la responsabilidad. Asimismo, el licenciado en antropología, enfatizó la importancia que los adolescentes conozcan las consecuencias de iniciar una vida sexual, ya que sin la debida protección se exponen a embarazos no deseados y a enfermedades de transmisión sexual (ETS).
Datos de la ENADID 2014 muestran que de los nacimientos ocurridos entre 2011 y 2013, siete de cada diez fueron entre mujeres de 15 a 29 años, en donde uno de cada seis fue de una adolescente de 15 a 19 años.
Carballo agregó que “las consecuencias del embarazo en una adolescente no sólo van en las alteraciones a nivel anato-fisiológico, sino en el total cambio de la vida, porque es hacerse responsable de un nuevo ser. (…) La parte emocional todavía no está desarrollada de manera total para poder tener un embarazo a esa edad. No tienen una madurez adecuada fisiológica ni emocional, sin mencionar que en su mayoría son embarazos de alto riesgo”.
Para el tratamiento de este tema, el Gobierno de la República desarrolló la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (ENAPEA), de la cual publican un Informe Ejecutivo Anual y que tiene por objetivo “reducir el número de embarazos en adolescentes en México con absoluto respeto a los derechos humanos, particularmente los derechos sexuales y reproductivos”.
La maestra en educación declaró que pese a la existencia de distintos programas y servicios de salud en México, donde los jóvenes pueden acudir por información, ésta no siempre es de calidad y, por ello, algunos jóvenes toman como broma o con pudor las relaciones sexuales, según sea su educación en casa.
Mario Fuentes considera que México se encuentra en pañales respecto al tema, porque a pesar de contar con educadores sexuales desde hace más o menos 35 o 40 años la información es deficiente en los jóvenes; en segundo lugar, por la injerencia de la religión -sobre todo de la iglesia católica- que frena los intentos por dar una educación sexual de calidad a los jóvenes, la cual disminuiría considerablemente dicha problemática en territorio mexicano.
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