PELIGROSO EL AVANCE DE "FAIR" EN POLÍTICA PÚBLICA DE EU: IRASEMA CORONADO
Por Diego Caso
Ciudad de México (Aunam). El avance de la ideología antiinmigrante de la organización FAIR (Federation for American Inmigration Reform, por sus siglas en inglés) en las leyes y políticas públicas estadounidenses puede tener un impacto duradero para los indocumentados, expuso Irasema Coronado.
En la conferencia “Los retos de la sociedad estadounidense frente a la presidencia de Trump”, la catedrática de la Universidad de Texas en El Paso (UTEP) enfatizó el avance que FAIR ha tenido en la administración federal con el nombramiento de Jeff Sessions, como fiscal general, y de Kellyanne Conway, como consejera del presidente Trump, ambos personajes aliados de ese grupo.
La organización FAIR defiende, entre otras propuestas, el cierre de las fronteras de Estados Unidos y que el inglés sea el único idioma utilizado en suelo estadounidense.
De acuerdo con Coronado, la estrategia que FAIR ha utilizado para establecer su agenda en los altos niveles de gobierno ha sido la de financiar la campaña de personas con un pensamiento afín al de la organización a puestos como alcalde, gobernador o senador.
“A muchos de los políticos [FAIR] les ofrece dinero y las plataformas; los educan y los llevan a sesiones para que puedan decir los discursos de FAIR como si ellos fueron los actores intelectuales [de esas ideas], pero todo es maquinado por FAIR. Están elaborando muchas propuestas de leyes y de políticas públicas”.
La académica advirtió que el alcance de este grupo puede llegar a ser peligroso, sobre todo si consiguen que algunos magistrados que han recibido el apoyo de FAIR sean elegidos como jueces federales.
“Estos jueces federales, que vendrían con una agenda racista, antiinmigrante, antimexicana, si son nombrados y aprobados por el Senado, su trabajo dura toda su vida. Esto podría ser un impacto de 20, 30 años”.
Por ello, Coronado remarcó que la solución a este problema pasa “por la participación social” y el apoyo a políticos con una agenda proinmigrante como Ana Hernández, miembro de la Cámara de Representantes de Texas y de ascendencia mexicana, o de representantes de la ley como Guadalupe Valdez, sheriff del condado de Dallas e hija de migrantes.
Ciudad de México (Aunam). El avance de la ideología antiinmigrante de la organización FAIR (Federation for American Inmigration Reform, por sus siglas en inglés) en las leyes y políticas públicas estadounidenses puede tener un impacto duradero para los indocumentados, expuso Irasema Coronado.
En la conferencia “Los retos de la sociedad estadounidense frente a la presidencia de Trump”, la catedrática de la Universidad de Texas en El Paso (UTEP) enfatizó el avance que FAIR ha tenido en la administración federal con el nombramiento de Jeff Sessions, como fiscal general, y de Kellyanne Conway, como consejera del presidente Trump, ambos personajes aliados de ese grupo.
La organización FAIR defiende, entre otras propuestas, el cierre de las fronteras de Estados Unidos y que el inglés sea el único idioma utilizado en suelo estadounidense.
De acuerdo con Coronado, la estrategia que FAIR ha utilizado para establecer su agenda en los altos niveles de gobierno ha sido la de financiar la campaña de personas con un pensamiento afín al de la organización a puestos como alcalde, gobernador o senador.
“A muchos de los políticos [FAIR] les ofrece dinero y las plataformas; los educan y los llevan a sesiones para que puedan decir los discursos de FAIR como si ellos fueron los actores intelectuales [de esas ideas], pero todo es maquinado por FAIR. Están elaborando muchas propuestas de leyes y de políticas públicas”.
La académica advirtió que el alcance de este grupo puede llegar a ser peligroso, sobre todo si consiguen que algunos magistrados que han recibido el apoyo de FAIR sean elegidos como jueces federales.
“Estos jueces federales, que vendrían con una agenda racista, antiinmigrante, antimexicana, si son nombrados y aprobados por el Senado, su trabajo dura toda su vida. Esto podría ser un impacto de 20, 30 años”.
Por ello, Coronado remarcó que la solución a este problema pasa “por la participación social” y el apoyo a políticos con una agenda proinmigrante como Ana Hernández, miembro de la Cámara de Representantes de Texas y de ascendencia mexicana, o de representantes de la ley como Guadalupe Valdez, sheriff del condado de Dallas e hija de migrantes.
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