CIERRE Y REUBICACIÓN DEL MUSEO DE LA LUZ


Por Ana Cristina Vargas López
México (Aunam). El ex templo de San Pedro y San Pablo, patrimonio de la UNAM, que albergaba el Museo de la Luz, cierra sus puertas para ceder el espacio al Museo de la Constitución, ahora custodiado por la Suprema Corte de Justicia, la Secretaría de Educación Pública y otras instituciones.

Cierre del Museo de la Luz

El Museo de la Luz cerró sus puertas en el ex templo de San Pedro y San Pablo en 2010, para dar el recinto al nuevo Museo de la Constitución; debido a la conmemoración del bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución. Ahora, dicho recinto ya no está dedicado a la divulgación científica, sino a la exhibición de los textos originales y fundamentales que han regido la vida del país a nivel federal y estatal.

El Museo de la Luz, concebido como una extensión de Universum, se inauguró el 18 de noviembre de 1996 en el ex templo de San Pedro y San Pablo, ubicado en Carmen #31, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, al resguardo de la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM.

En este lugar se firmó la primera Ley Suprema de México independiente, en 1824, por esta razón, tienen el propósito de instalar ahí un museo dedicado a exaltar los valores constitucionales. Se tiene proyectado que el Museo de la Constitución abra sus puertas en el segundo semestre de 2011.

Mediante convenio firmado por el rector de la UNAM José Narro Robles con la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Nación, el Senado de la República, la Secretaría de Educación Pública y el Gobierno del Distrito Federal, este recinto, donde se exhibían murales del pintor Roberto Montenegro, vitrales de Jorge Enciso y Enrique Villaseñor, pasará a ser auspiciado por dichas instancias de gobierno.

El responsable de la Dirección de Divulgación de la Ciencia en la UNAM y director general del Museo de la Luz, René Drucker Colín, notificó el cierre del recinto el 19 de febrero de 2010 en un comunicado de prensa. Ante esta noticia, la subdirectora del Museo, Pilar Contreras, consideró que “la razón que justifica el cierre del Museo de la Luz es un poco absurda, pues la Constitución es parte del recinto y difunden este hecho histórico a través de un facsímil de la Carta Magna de 1824”.

Durante el proceso del cierre los trabajadores sindicalizados del museo no quisieron decir nada al respecto; en cambio, el grupo de becarios, así como la coordinadora de éstos, Jonahatzi Manrique Ledesma, fueron los más interesados en exponer el conflicto y dar su opinión.

Cuando la noticia se comunicó al diario La Jornada, René Drucker Colín no había dado explicaciones a los becarios sobre la situación del Museo, ni de su posible reapertura. Jonahatzi Manrique, coordinadora de becarios, expresa esta situación:

Es algo muy turbio, porque se dice que ya no se puede hacer nada; pero, no nos informan por qué. Entonces no sabemos si para julio o agosto, como son las vacaciones de la UNAM, se nos pida que cerremos para trasladarnos, o si en algún momento la institución universitaria lo decide puede llegar y llevarse todos los equipos.

Los becarios manifestaron su inconformidad, pues argumentaron “que ese espacio pertenece a la UNAM y no puede venderse, ni rentarse a la federación –según el reglamento—“. Además, durante el proceso de cierre manifestaban quejas en contra de las autoridades del museo porque no les informaron en dónde se reubicaría, ni cuándo volvería a estar en funcionamiento.

Después se anunció que el Museo de la Luz se traspasaría al Universum; pero, este cambio “significaría la muerte del museo, pues sólo nos darían una sala y una sala no es un museo”, opinó Jonahatzi Ledesma; así mismo, la coordinadora de becarios argumentó que la reubicación del recinto implicaría deshacerse de material; además, cambiaría el concepto museográfico e historiográfico. “No es tan fácil como lo dijo René Drucker Colín”, aseguró.

Además de los cambios que afectarían al Museo de la Luz, que menciona Jonahatzi, el resguardo del recinto, el ex templo de San Pedro y San Pablo, ya no estaría custodiado, ni en manos de la Universidad Nacional Autónoma de México, a pesar de haber sido integrado al patrimonio universitario en 1929.

Ex templo de San Pedro y San Pablo, patrimonio universitario

En 1922, José Vasconcelos instaló en el ex templo de San Pedro y San Pablo, la Sala de Discusiones Libres y encomendó a Roberto Montenegro y Jorge Enciso la decoración de pilastras, arcos y bóvedas. A Montenegro debemos el mural “Árbol de la Vida” o “Árbol de la Ciencia” que, aunque con profundas modificaciones, aún se veía al fondo del edificio.

“Yo hubiera querido que se restaurara el mural como lo pintó Montenegro, con los personajes desnudos; pero el INAH no quiso, ni modo”, comenta Julieta Fierro, astrónoma de la UNAM, quien estuvo presente en la etapa de restauración del ex templo para abrir el Museo de la Luz.

En este recinto se conservaban intactos los vitrales “La Vendedora de Pericos” y “El Jarabe Tapatío”, diseñados por Montenegro y Guerrero, construidos por Enrique Villaseñor; así como el vitral del escudo de la entonces Universidad de México realizado por el propio Jorge Enciso.

En 1929 el ex templo de San Pedro y San Pablo se integró al patrimonio universitario. De 1944 a 1979 el recinto albergó a la Hemeroteca Nacional y, tras casi 20 años de abandono, el entonces director de Universum, Jorge Flores Valdés, anunció en enero de 1996 que el Museo de la Ciencias tenía previsto inaugurar un nuevo espacio de divulgación de la ciencia en el corazón del Centro Histórico de la Ciudad de México: El Museo de la Luz.

El 18 de noviembre de 1996, el rector José Sarukhan y el licenciado Oscar Espinosa Villarreal, entonces regente capitalino y presidente de la Fundación UNAM, inauguraron el Museo de la Luz en el ex templo de San Pedro y San Pablo, constituido como un nuevo espacio interactivo de divulgación de la ciencia que la UNAM puso a disposición de la sociedad.

Abrió con 70 equipamientos y ocho secciones, con la pretensión de llevar al público una experiencia cultural enriquecedora sobre los diversos aspectos del fenómeno de la luz.

Respecto a la inauguración del Museo de la Luz, la astrónoma y divulgadora de la ciencia, Julieta Fierro, nos compartió sus experiencias durante la restauración del recinto:

Nos costó muchos millones de pesos repararlo, a mí me tocó. Yo estaba enamorada del museo porque iba todos los domingos a ver cómo iba la restauración, me subía por todos lados, me subía a los andamios cuando estaban restaurando los murales; o sea, yo ya no quiero ni verlo, porque me va a doler.

Pero, yo sabía que esto iba a pasar; por eso compré, y me costó carísimo, como 17 mil pesos, el facsimilar de la constitución y lo puse ahí en una vitrina y mandé a hacer una línea del tiempo, donde se hablara de estas cosas, para darle su importancia; también para que no nos lo quitaran… Espero que caiga en manos de alguien que sepa lo que tiene.

El 5 de octubre de 2010, este edificio, que alberga vitrales, murales, trabajo e historia de la Universidad Nacional Autónoma de México, pasa a manos de la Suprema Corte de Justicia, del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Nación, del Senado de la República y del Gobierno Federal, por un convenio firmado por el rector José Narro Robles y el actual director del Museo, René Drucker Colín.

El ex templo de San Pedro y San Pablo será dedicado, ahora, al Museo de la Constitución; mientras que las autoridades del Museo de la Luz pasaron varios meses sin asegurar su reapertura, ni reubicación.

Reapertura del Museo de la Luz, una promesa por cumplir

El rector de la UNAM, José Narro Robles, afirmó el 19 de marzo de 2010, para el diario La Jornada, que el Museo de la Luz no desaparecerá y confirmó que la institución busca algunas opciones en el primer cuadro de la ciudad y valora un par de espacios que “están muy cerca del Colegio San Ildefonso”.

Por otro lado, Carmen Carrera, responsable de la Filmoteca de la UNAM ubicada en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, anunció el 9 de abril de 2010 que la Casa del Cine tendrá una nueva sede en Ciudad Universitaria, frente a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, probablemente en un año.

También comentó que, “apenas se está en el proceso del cambio con la intención de mejorar la infraestructura y contar con un edificio con características especiales para que se continúe conservando la historia del cine y de la gráfica de los artistas nacionales”.

Para el primer semestre del año 2010, el cierre del Museo de la Luz es un hecho, pues los trabajadores ya no pueden hacer reservaciones para visitas guiadas de colegios o instituciones después del 15 de junio de 2010.

El 5 de octubre de 2010, se publicó en La Jornada en qué recinto se reubicaría el Museo: en el Antiguo Colegio de San Ildefonso; pero, la fecha para la reapertura sigue siendo un tema que nadie revela; así como, qué sucederá con los trabajadores del Museo. Ambas se presentan como incógnitas que ninguna autoridad se propone dilucidar.

Reubicación del Museo de la Luz

Sobre la reapertura del Museo de la Luz hubo poca difusión, la noticia fue publicada en La Jornada y en Gaceta UNAM, órgano informativo oficial de la Universidad. La Gaceta publicó, el 7 de octubre de 2010, que se llevó a cabo una ceremonia de presentación del Museo de las Constituciones; así como, la firma del convenio para que el ex templo de San Pedro y San Pablo, patrimonio universitario, pase a manos de la Suprema Corte de Justicia y otras instituciones.

En dicha ceremonia estuvieron Guillermo Ortiz Mayagoitia, presidente de la Suprema Corte; Alonso Lujambio Irazábal, secretario de Educación Pública, y el senador Melquiades Morales Flores, presidente de la Comisión Especial encargada de los festejos del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución Mexicana.

Asistieron también, entre otros, Jorge Carpizo McGregor, ex rector de la UNAM; Luis Raúl González Pérez, abogado general; Francisco Arroyo Vyera, vicepresidente del Senado; Alejandro Moreno Toscano, autoridad del Centro Histórico; así como, el rector de la UNAM, José Narro Robles, y René Drucker Colín, director general del Museo de la Luz.

De esta manera, el ex templo de San Pedro y San Pablo ya no alberga más al Museo de la Luz, éste ya forma parte del Antiguo Colegio de San Ildefonso, desde el 24 de enero de 2011, aunque en el sitio oficial en Internet del Museo aún se informa que la ubicación es en Carmen #31.

El Museo de la Luz en San Ildefonso

Para llegar al colegio de San Ildefonso, con el objetivo de encontrar el sobreviviente Museo de la Luz, por la calle de la Catedral, en el Centro Histórico, de la ciudad de México, un policía no supo responder dónde estaba ubicado el Museo de la Luz; otras señoras argumentaron “no ser de aquí” y desconocían su existencia y ubicación. Caminando, crucé a la izquierda hacia la calle de Carmen en la esquina con San Ildefonso.

En la esquina de Carmen 31, con la misma fachada color durazno, está el ex templo de San Pedro y San Pablo, con un letrero del Museo de la Luz que tenía la leyenda: “Ya abrimos en San Ildefonso 43, Centro Histórico”. Por las rejas atadas con cadena y candando, se alcanzaban a ver las obras de remodelación, polvo de construcción, fierros y tablas de madera, cubrían el patio de la entrada. Un hombre que hablaba por teléfono, se acercó a la entrada y dio el informe a dos mujeres: “El Museo de la Luz está ahí en frente, en San Ildefonso; aquí va a ser el Museo de las Constituciones, abrirá como en tres meses”.

En San Ildefonso, la nueva casa del Museo de la Luz, el área de taquillas es casi una sala completa, con un módulo de lockers para dejar mochilas o bebidas. En la taquilla, atiende un hombre, quien aseguró que volvieron abrir desde el 24 de enero de 2011, “estuvimos en lucha desde hace seis meses, porque nos querían cerrar el Museo. Yo soy del STUNAM, el dirigente nos apoyó, y nos dieron este lugar”.

El Museo está distribuido en dos pisos, subiendo las escaleras, con murales de José Clemente Orozco, en el primer nivel se encuentran las salas: Un mundo de colores, “La luz de las estrellas” que permanece cerrada, “Naturaleza de la Luz 1”, Naturaleza de la Luz 2, Naturaleza de la Luz 3 y Naturaleza de la Luz 4

En el segundo nivel hay tres salas, de las cuales, una está fuera de servicio; otra es La sala del optometrista, y la última es La visión y La luz en el arte, en donde hay reproducciones de vitrales exhibidos en mamparas, en escalas pequeñas, hechos por Casa Montaña, una productora de Torreón, Coahuila.

La iluminación de las salas es reducida, hay en todos los techos lámparas y luminarias sin encender, algunos espacios son realmente oscuros, lo que provoca que algunos materiales, que necesitan de la luz artificial, no se aprecien.

Ninguna sala cuenta con personal de vigilancia que supervise la conducta de los visitantes; sólo hay becarios encargados de las visitas guiadas en dos salas.

Hay por lo menos un grupo de 20 a 30 personas en cada sala, todos estudiantes, algunos acompañados por adultos. Un becario que acaba de integrarse, no estuvo durante el problema de reubicación, da una visita guiada a un grupo de estudiantes como de 20 personas.

Citlali, una becaria, que estuvo en todo el proceso de cierre y reapertura, cuenta que recortaron becas y en el proceso quitaron aparatos. Luego de escuchar el nombre d René Drucker Colín, echó la cabeza para atrás y entornó los ojos: “¡Ay, ese señor!, a René Drucker no le importa el museo. Si no nos oponemos, lo hubiera cerrado. Una vez nos dijo que si tanto queríamos nuestro museíto nos lo hacía en la Basílica. A Drucker le vale lo que pase con este museo”.

Sin la luz de los vitrales de Jorge Enciso, de Enrique Villaseñor y Montenegro, el Museo de la Luz sobrevive en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, con la historia de un recinto universitario perdido, y con la convicción de los becarios y trabajadores de mantener este espacio dedicado a la divulgación de la ciencia, a pesar del poco interés de sus autoridades.




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