El pez león, ¿tan malo como lo pintan?
Por: Génesis Cabrera
México. Una especie invasora es aquella que se distribuye fuera de su rango original y coloniza nuevos espacios desplazando a especies que sí pertenecen a la zona, ya que acaparan recursos y en ocasiones, provocan cambios importantes en los ecosistemas. Una de las especies invasoras que se reconocen en el territorio mexicano, es el pez león Pterois volitans, que desde 2009 ha llamado la atención de la comunidad científica porque ocupa el territorio de arrecifes de coral mexicanos.
Los corales son animales coloniales formados por individuos llamados pólipos, en conjunto constituyen los arrecifes de coral: estructuras submarinas formadas por organismos vivos que albergan un gran número de especies. En nuestro país se distribuye el rango más importante del Sistema Arrecifal Mesoamericano SAM que comprende otros 3 países, por lo que México tiene un compromiso muy importante en su conservación.
El pez león se alimenta de peces y crustáceos que habitan el arrecife, es un depredador voraz ya que puede expandir su estómago hasta 30 veces y soportar 12 semanas sin ingerir alimento. Además, tienen una tasa muy alta de reproducción ya que depositan alrededor de 30,000 huevos en cada puesta, por lo que su presencia disminuye el número de peces de otras especies que llegan a adultos, pues los ejemplares jóvenes les sirven de alimento.
Debido al valor ecológico que tienen los corales ya que además de albergar una gran diversidad de especies, sirven como barrera amortiguadora ante fenómenos naturales como huracanes, se han implementado estrategias para controlar el tamaño de las poblaciones de pez león, tales como incentivar la pesca y consumo de la especie, además de monitoreo e investigación constante.
Sin embargo, se ha señalado al pez león como uno de los grandes causantes del deterioro en la salud de los corales, aunque estudios recientes demuestran que su impacto negativo, aunque importante, no es mayor que el provocado por el ser humano. El uso de bloqueadores solares, bronceadores, mal manejo de aguas negras y residuos, además de impactos con vehículos marinos, provocan daños irreparables en los arrecifes.
Lo anterior fue explicado por María del Carmen García Rivas en la conferencia magistral: “Especies invasoras: el caso del Pez León”, parte del ciclo de conferencias magistrales de la Sociedad Latinoamericana de Buceo Científico, donde García llamó a no olvidar el impacto del ser humano en la diversidad acuática ni adjudicar el deterioro en la salud de los corales únicamente al pez león, ya que sólo una visión integral, permitirá aplicar estrategias de conservación.
Este pez es conocido por su voracidad y su capacidad de alimentarse de hasta el 95% de las especies que son cruciales para el equilibrio de los ecosistemas marinos. Su impacto negativo se siente particularmente en los arrecifes de coral, donde puede desestabilizar la cadena alimentaria y amenazar a las especies nativas, así como a la economía local que depende de la pesca y el turismo.
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