Estudiar en una facultad, sin siquiera conocerla
- Para Mario Alberto Páez Tavera, alumno de la FES-Cuautitlán, pasar de clases presenciales al modelo en línea “fue extraño y apresurado”
- El estudiante comparte que a pesar de la falta de interacción con sus compañeros, la amistad se ha generado, aunque de manera distinta
Mario Alberto Páez Tavera, estudiante de Administración en FES Cuautitlán. Foto: Sebastián Álvarez. |
Por José Francisco Alvarado Juárez y Carlos M. Hernández Blanco
México (Aunam). En 2020, cuando el Covid-19 y sus estragos golpearon al país, Mario Alberto Páez Tavera se encontraba en su último semestre del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Azcapotzalco, por lo que su transición a la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán, fue a distancia, sin conocer el plantel, ni a sus compañeros ni maestros.
A unas semanas de que se decretara el cierre de escuelas en marzo de 2020, comenzó la modalidad a distancia, que de hecho, continúa hasta el día de hoy, un cambio que para el alumno “fue extraño y apresurado”.
Inmediatamente se notó que habría fallos alrededor, Páez Tavera comentó que había profesores no sabían trabajar de esta manera y alumnos que no tenían forma de acceder a dicha modalidad. Falta de recursos, de técnica, e incluso de tacto, esos suelen ser problemas actualmente presentes, dijo.
Mario Alberto cursó lo que le restaba de su último semestre en bachillerato de manera online, y después de llevar a cabo los trámites para entrar a la FES Cuautitlán, comenzó sus clases de Administración a través de una pantalla. Sobre esto, señaló que “algo que tiene esta forma de estudiar, es la frialdad, pues falta el calor humano de la interacción física entre compañeros y profesores”, característica que extraña y ciertamente, lo motivaba.
De igual forma, entendió que a pesar de estar en casa, la nueva manera de estudiar iba a ser pesada, “con el paso de las horas y de los días, estando en la misma posición frente a la computadora, la escuela se volvía cada vez más cansada y tediosa”, dijo al confirmar lo que con el tiempo, sería queja regular entre los estudiantes.
A pesar de su motivación, la baja calidad de los cursos y la falta de experiencia de los profesores en esta modalidad, provocaron que la mayoría de las materias fueran poco dinámicas y en muchas ocasiones, hasta aburridas. Un aspecto que provocó que los alumnos, incluyendo a Alberto, perdieran interés en dichas clases.
Pero ahora, con año y medio cursando su carrera por internet, puede decir que no todo es malo, ya que también encuentra ventajas. El futuro administrador señaló qué a pesar de la falta de interacción con sus compañeros, la comunicación y la amistad que se ha dado de forma virtual los ha unido de una manera diferente a la acostumbrada, pues asegura que al trabajar así, entre colegas se comparten gustos, experiencias y vivencias más personales.
Además, afirmó que esta nueva modalidad le ha servido para encontrar nuevas herramientas para mejorar su rendimiento académico, así como adquirir nuevos conocimientos que le permiten sobresalir en su carrera. Pero lo que más le gusta a él, es “la flexibilidad de poder estudiar en cualquier lugar desde tu casa”, una ventaja notoria, por el ahorro económico y temporal que produce no tener que trasladarse hasta la institución.
Finalmente, agradece que a pesar de que las escuelas paren, existan herramientas que permiten seguir con la vida de estudiante y crecer en dicho ámbito, pero, sin despreciarlas, él aseguró que el regreso a clases presenciales debe ser lo más pronto posible, para ayudar a las y los estudiantes, incluso emocionalmente.
Espera que pronto la FES les brinde la experiencia universitaria que tanto sueñan, empezando por el gusto de por fin conocer la universidad en la que ya llevan un año, claro, siempre con todas las medidas sanitarias establecidas para ello, concluyó.
Leave a Comment