Música para el alma en pena en cuarentena

Por María Elisa Ornelas Contreras
Mundo (Aunam). El evento en Facebook decía: “Concierto/Koncert. Domingo/Niedziela.”, en la parte inferior del evento se leía “¿Algo de música para distraernos un poco? Los espero el domingo con mucho cariño”, esto me llevó a querer escuchar dicha ópera.


A las 11:03, el tenor Felipe Céspedes Sánchez presentó su pecho hinchado y hombros rectos que indicaron su orgullo al ser chileno y haber viajado por España y Polonia, sus ojos brillaron cuando contó que se estableció en la ciudad de Szczecin en Polonia, donde debutó en 2014 como cantante en el Teatro Ópera Na Zamku. Su sonrisa ensanchó cuando comentó que continúa cantando para llevar su voz y la música de su país alrededor del mundo.

El calor, las sirenas de los autos y el ruido de las llantas en el asfalto hicieron contraste con el estudio oscuro y el pulcro esmoquin del tenor. Se tomó unos segundos para respirar y dijo: “No suelo repetir canciones en mis conciertos, pero… quiero cantar Por ti volaré (…)” (del también tenor italiano Andrea Bocelli) “es una manera de representar lo que está ocurriendo hoy en día en el mundo y es una canción de esperanza que nos entrega felicidad”.

Sus palabras fueron el claro ejemplo de cómo el cambio de paradigma alrededor del mundo impactó en todos los sectores, no solamente en la economía o en el sistema político, el aislamiento al mismo tiempo afectó la vida cotidiana, repercutió en la música, el teatro, el cine, en general en la cultura internacional sufrió cambios a raíz de la pandemia del Covid-19.

Con un público de 57 personas, Felipe Céspedes comenzó a interpretar Por ti volaré, conforme avanzó la interpretación aumentaron los comentarios de las personas, casi todos en español: “Muy bien. Que elegante concierto” “Que alegría y que orgullo escucharte” “Felicidades y éxito”, algunas de estas palabras escuchadas comúnmente en Latinoamérica me hicieron olvidar que el concierto estaba transmitiéndose desde el otro lado del mundo.



Anunció su siguiente canción, primero en polaco y después en español, adaptó una pieza musical de El Concierto de Aranjuez llamada Aranjuez con amor, con 65 personas que elogiaron la interpretación, Felipe agradeció y tomó unos segundos, respiró y miró directo a la cámara, como si quisiera ver los ojos de sus espectadores: “Gracias por estar aquí conmigo, en estos días, una situación tan difícil en la que necesitas reinventarte así como nosotros los artistas que estamos empezando a crear nuevas formas de hacer espectáculo, hoy nos damos cuenta como necesitamos uno del otro”.

Su alegre tono de voz complementó la siguiente canción, una tradicional italiana La Tarantella Napoletana, entre corazones y aplausos transformados en emojis, después quitó el moño de su esmoquin y sacó la guitarra. Después empezó a interpretar una canción tradicional de Perú, La flor de canela, su guitarra lo acompañó entre los comentarios de 80 espectadores, el espectáculo continuó con las siguientes piezas: Tu aroma en mi piel, una adaptación del Vals Venezolano NO.2, entre otras piezas latinoamericanas

Céspedes Sánchez anunció su despedida con una canción polaca Ratujmy się na lepsze czasy (Guardémonos para tiempos mejores), compuesta por un famoso poeta polaco Andrzej, mientras el tenor interpretó su última pieza, de fondo, bajo mi ventana se escuchó ”Protégete a ti y a tu familia, no salgas, la alcaldía de Coyoacán te quiere a salvo”, algo diferente a la profunda interpretación del cantante, a las 11:58 de la mañana, se despidió, después de agradecer la presencia de las 63 personas que quedaron y la Ciudad de México despidió a la ópera con el sonido de la bocina de un camión.





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