MITOS SOBRE TOXOPLASMOSIS OCASIONAN EL ABANDONO DE GATOS
- La única forma de contagio entre un gato y su dueño es la orofecal (boca-heces)
- Los humanos pueden adquirir la enfermedad por ingerir carne contaminada o verduras mal lavadas
Por Karina Hernández Mundo
México (Aunam). El abandono de gatos en muchas ocasiones se debe al miedo de contagiarse de Toxoplasmosis, argumento que resulta una falacia y que no sólo corre entre la población, sino en los sectores especializados como los médicos cirujanos, quienes recomiendan no tener gatos por temor al contagio, aclaró, en entrevista exclusiva para Aunam, la Médica Veterinaria y Zootecnia (MVZ) Ylenia Márquez Peña , quien forma parte del área de medicina de urgencias y terapia intensiva de la Facultad de Veterinaria.
“La toxoplasmosis es una enfermedad producida por un protozoario, el Toxoplasma Gondii, un parásito intracelular obligado, de la familia Coccidia. Puede afectar a cualquier mamífero y permanece en sus tejidos, a excepción de los felinos, por el resto de su vida”, informó Márquez Peña.
Esta enfermedad se presenta de forma distinta en el caso de los felinos ya que estos son los únicos animales en los que el parásito llamado Toxoplasma gondii puede completar su ciclo de vida y ser eliminado en la materia fecal por un breve período y es muy rara una segunda infección; “los otros animales, en cambio, lo mantienen en su cuerpo, por eso pueden contagiar si se come su carne sin haber sido debidamente cocinada”.
“Así que solamente durante esta primera exposición el gato eliminará ooquistes (mircroorganismos reproductores), que además no son infecciosos de inmediato, ya que requieren un periodo de incubación de entre uno y cinco días después de haber sido eliminados por las heces. No hay ningún riesgo de contraer toxoplasmosis por la orina o saliva de los gatos”, puntualizó la veterinaria.
Algunas de las causas por las que un gato puede contraer toxoplasmosis son: si ingieren carne cruda contaminada, ya sea de un animal que cazaron, o al ser alimentados con carne cruda o mal cocida. También al ingerir pájaros, ratones o tierra. En algunos casos se presenta la toxoplasmosis congénita, es decir, los gatitos nacen infectados.
La única forma de saber si un gato ha adquirido el parásito es haciendo un análisis de las heces fecales o de sangre ya que esté último indicará si el gato tiene anticuerpos contra la enfermedad, es decir, si el animal padeció la enfermedad alguna vez en su vida. “Se cree que el 50% de los gatos son positivos a la toxoplasmosis. Es improbable que un gato adulto y sano sea fuente de contagio”, afirmó Márquez Peña.
La especialista señala que es importante recalcar que las vías de contagio del toxoplasma son únicamente orales, es decir, que los ooquistes (microorganismos infecciosos) pasan al sistema digestivo a través de la boca. “Así que la única forma de contagio entre un gato y su dueño es la orofecal (boca-heces), a través de las heces de un gato infectado. Por ejemplo, si al limpiar la bandeja se manipulan las heces con las manos desnudas y después éstas se llevan a la boca”, explicó.
Además, los ooquistes se vuelven potencialmente infecciosos después de uno a cinco días, basta cambiar la bandeja a diario, y si hay, serán completamente inofensivos. Por otro lado, un gato solamente elimina ooquistes la primera vez que se infecta en su vida, y durante dos semanas.
Las medidas de prevención no consisten en deshacerse de los gatos, sino en medidas de tipo sanitario y alimenticio. “Lo que se debe de hacer, en caso de contar con un felino como mascota, es mantenerlo dentro de la casa, alimentarlo con comida de lata, no dejarlo que salga a cazar por ahí y cambiar la bandeja de sus heces diariamente. En el caso del manejo de las heces, no se deben tocar directamente, se utilizan guantes, bolsas o palas y se deben lavar las manos con agua y jabón después”, propuso la MVZ.
Los humanos pueden contraer toxoplasmosis, pero no por tener un gato en casa, sino al comer carne cruda o mal cocida, vegetales mal lavados, o por ingerir accidentalmente tierra contaminada durante las tareas de jardinería. Pocos de los infectados presentan síntomas. Ser una persona con un sistema inmunológico sano es suficiente para controlar esta enfermedad. Incluso se han dado casos de humanos con esta enfermedad que aseguraron no tener gatos como mascotas”, agregó.
Ylenia Márquez expresó que las mujeres embarazadas si pueden presentar serios problemas de salud debido a la toxoplasmosis ya que el parásito puede atravesar la placenta e infectar al bebé, pero también corren riesgo, enfermos de SIDA y aquellos que reciben algún tipo de quimioterapia, debido a que su sistema inmunológico se encuentra gravemente afectado y debilitado.
La mayoría de la gente infectada ni siquiera se entera. Algunos pueden creer que están pasando por una simple gripe, y notar algún dolor muscular, por ejemplo, durante un mes o poco más. La toxoplasmosis que provoca daños al cerebro, ojos u otros órganos puede venir de una infección aguda de Toxoplasma, o de una antigua infección controlada que ahora se reactiva.
“Uno de los motivos por los que se han originado gran cantidad de mitos respecto al tema de la toxoplasmosis y los gatos es que esta enfermedad se trata de una zoonosis, es decir, que es transmitida de los animales (en este caso el gato) a los humanos. Sin embargo esta razón carece de argumentos suficientes”, aseguró Ylenia Márquez.
Para cualquier aclaración o duda sobre este tema, se puede solicitar consulta con la MVZ Ylenia Márquez Peña en el Hospital Veterinario de Especialidades UNAM. Circuito Exterior, Ciudad Universitaria, Delegación Coyoacán, México D.F. CP.04510. Teléfono: 56 22 58 62
No son los gatos los que pegan la toxoplasmosis sino su EXCREMENTO.
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