LA CENTRAL DE ABASTO: EL MERCADO MÁS GRANDE DE LATINOAMÉRICA

  • En las noches comercializa 30% de la producción nacional hortofrutícola

Por González Balanzario Oswaldo.
México (Aunam). Overoles, diablitos, folklóricas bolsas de mandado con el nombre de la recaudería, cajas de madera y de plástico color naranja y los “ahí va el golpe, ahí va el golpe”, son parte del mercado que resultó fuente de inspiración para Televisa y Nigga, quienes realizaron una telenovela en la que recorrieron el mercado más grande de Latinoamérica: La Central de Abasto.

Comerciantes y amas de casa en busca de mejores precios recorren este mercado, cuya mayor afluencia se da de las diez de la noche hasta la una y dos de la madrugada. Pues durante la mañana sólo quedan algunos comerciantes matutinos y despistados que por primera vez visitan la zona.

“Sólo hoy”, “Pura vitamina”, “Chulada”, “Aproveche”, “De una vez”, “¿Cuál crisis?” y muchos letreros más con el precio del producto, se pueden observar por encima de los montones de fruta.

“...Me estás tentando, hace rato que te ando velando oh, oh, tu cuerpo rozándome eh, eh, estás excitándome eh, eh”, es la canción que se oye en un local y que el tendero del mismo canta con alegría. No es que se generalice, pero las cumbias, la banda y últimamente el reggaetón, es la música que más se escucha en los puestos. A fin de cuentas, todo estereotipo tiene una base de verdad.

“Se va a llevar la bolsa para el mandado”, “De este lado pásele”, “Qué le damos joven, qué va a llevar güerita” y “¿De cuál le damos?” son las frases que se perciben con el típico acento que sólo los comerciantes le saben dar, mismos que en la punta de sus cuchillos, ofrecen un pedazo del producto que venden para que la gente lo deguste y se interese en comprarlo.

A la Central de Abastos, como erróneamente se le conoce, (se debe nombrar abasto porque este término es plural), llegan plátanos de Chiapas, fresas de Irapuato, limones de Apatzingán, etcétera; este mercado comercializa alrededor del 30 porciento de la producción nacional hortofrutícola. Además de que satisface el 70 porciento de la demanda de productos perecederos de la ciudad de México y su zona metropolitana.

El centro Cultural “La Bodega” parte de la central de abasto, que también cuenta con un deportivo, está compuesto por bancos, estéticas, ferreterías, agencia de viajes y hasta un motel. Pero sin duda alguna la comida aquí es lo característico; carnitas, tacos de pastor, suadero o campechanos; tortas, sopes y quesadillas; comida corrida e incluso el ‘taco placero’ son la especialidad.

La Central de Abasto de la ciudad de México es una pequeña metrópoli, una metrópoli nocturna claro está. Pero bien vale la pena un día de desvelada por conocer cómo es que en la madrugada, el mercado más grande de América Latina cobra vida.

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