TAOÍSMO Y NATURALEZA, EN CIENCIAS POLÍTICAS
Por Deyanira Hernández Salinas
Ciudad de México (Aunam). Durante el tercer ciclo de conferencias sobre Cultura y Religión: Diosas, Dioses y Naturaleza, coordinado por Blanca Solares en el auditorio Pablo González Casanova, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, Víctor Becerril, licenciado en Economía y quien cuenta con estudios en Sociología de la Cultura, habló sobre la naturaleza y su relación con el Taoísmo.
La conferencia fue dividida en dos partes; en primera instancia Becerril habló de las diferencias tanto físicas como psicológicas entre los animales y el ser humano. Mencionó que el ser humano tiene la capacidad de acumular experiencias y el poder de reflexionar como seres conscientes sobre la transmisión de conocimientos por generaciones.
“El conocimiento no tiene límites, siempre quedan cosas afuera de nuestros saberes, por eso estamos obligados a dejar ciertos aspectos de la realidad sin comprender, por ello poseemos una comprensión parcial del mundo”, recalcó el ponente.
Después habló sobre el taoísmo y la naturaleza, definió al primero como el conjunto de creencias relativas a los seres inmortales; mientras que la naturaleza la consideró como una totalidad orgánica; es decir, un ser vivo donde sí se quita una parte de ella, todo el entorno se pierde.
“Hay tres ámbitos de manifestación de existencia en esta interrelación. La Tierra es el objeto concreto, burdo y tangible; el cielo es el punto de movimiento, etéreo, abstracto, ligero y sutil. El ser humano es la representación del punto medio entre ambos, el modificador de la naturaleza y encargado de la integración de las partes”, explicó el economista.
También presentó la explicación de uno de los símbolos orientales, conocido como el “Ying Yang”. “Se le dio un significado con base en la naturaleza; como dos formas de movimiento, en el que Ying representó la montaña; mientras el Yang, figuró el sol y un río”, afirmó.
En el evento Víctor Becerril mostró que existen dualidades en la cultura del taoísmo y que la naturaleza forma parte importante en la creencia del pensamiento oriental, donde todo se encuentra en movimiento y sin necesidad de mantener un punto fijo.
Ciudad de México (Aunam). Durante el tercer ciclo de conferencias sobre Cultura y Religión: Diosas, Dioses y Naturaleza, coordinado por Blanca Solares en el auditorio Pablo González Casanova, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, Víctor Becerril, licenciado en Economía y quien cuenta con estudios en Sociología de la Cultura, habló sobre la naturaleza y su relación con el Taoísmo.
La conferencia fue dividida en dos partes; en primera instancia Becerril habló de las diferencias tanto físicas como psicológicas entre los animales y el ser humano. Mencionó que el ser humano tiene la capacidad de acumular experiencias y el poder de reflexionar como seres conscientes sobre la transmisión de conocimientos por generaciones.
“El conocimiento no tiene límites, siempre quedan cosas afuera de nuestros saberes, por eso estamos obligados a dejar ciertos aspectos de la realidad sin comprender, por ello poseemos una comprensión parcial del mundo”, recalcó el ponente.
Después habló sobre el taoísmo y la naturaleza, definió al primero como el conjunto de creencias relativas a los seres inmortales; mientras que la naturaleza la consideró como una totalidad orgánica; es decir, un ser vivo donde sí se quita una parte de ella, todo el entorno se pierde.
“Hay tres ámbitos de manifestación de existencia en esta interrelación. La Tierra es el objeto concreto, burdo y tangible; el cielo es el punto de movimiento, etéreo, abstracto, ligero y sutil. El ser humano es la representación del punto medio entre ambos, el modificador de la naturaleza y encargado de la integración de las partes”, explicó el economista.
También presentó la explicación de uno de los símbolos orientales, conocido como el “Ying Yang”. “Se le dio un significado con base en la naturaleza; como dos formas de movimiento, en el que Ying representó la montaña; mientras el Yang, figuró el sol y un río”, afirmó.
En el evento Víctor Becerril mostró que existen dualidades en la cultura del taoísmo y que la naturaleza forma parte importante en la creencia del pensamiento oriental, donde todo se encuentra en movimiento y sin necesidad de mantener un punto fijo.
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