EU Y TRUMP, OBLIGADOS A RESPETAR NORMATIVAS MUNDIALES DEL COMERCIO
Por Diego Caso
Ciudad de México (Aunam). Académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) analizaron el papel que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ha representado para México en las últimas dos décadas y la futura renegociación del acuerdo durante la mesa redonda "Relación comercial México-Estados Unidos en el marco de la presidencia de Donald Trump".
Con la Facultad de Derecho como escenario de la conferencia, el doctor Ruperto Patiño Manffer, exdirector de dicho plantel educativo, explicó que durante la inminente renegociación del TLCAN el gobierno encabezado por Donald Trump deberá respetar los principios establecidos por la Organización Mundial del Comercio (OMC).
“Estados Unidos (EU) ha pedido la revisión del acuerdo y habría que ver en que términos y que está pidiendo, que les incomoda, porque a final de cuentas las reglas básicas de la OMC están por encima del Tratado de Libre Comercio y los tres países tienen que cumplirlas porque esa es la relación con el resto del mundo”.
El también académico señaló que, por ahora, tanto Donald Trump como sus asesores evitarán que la revisión del acuerdo comercial provoque conflictos comerciales con otros países, por lo que México no debería estar tan angustiado por lo que quieran discutir los Estados Unidos en la mesa de renegociación.
Por su parte Elizabeth Gutiérrez Romero, secretaria académica del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN), criticó las promesas hechas durante la campaña presidencial del ahora mandatario estadounidense, en especial, el regreso de empleos del sector manufacturero.
“En la actualidad, muchos analistas señalan que la promesa de Trump de hacer retornar el empleo manufacturero parece aún más difícil debido a los procesos de automatización y robotización que caracterizan a la producción manufacturera en nuestros días”.
Gutiérrez Romero centró otra de sus observaciones en la amenaza del presidente Trump de abandonar el TLCAN. De seguir ese camino, el siguiente paso de ese proceso sería la implementación de impuestos fronterizos lo que traería graves consecuencias para ambos países.
“México es el primer socio comercial de estados tan grandes como California, Texas o Arizona. La industria está tan imbricada (sic) que las pérdidas serían altísimas tanto para México como para Estados Unidos en su totalidad”.
En el caso de Texas, la salida del TLCAN generaría en nuestro país una tarifa arancelaria de un 4.6 por ciento sobre las autopartes provenientes de ese estado, lo que se traduciría en un costo extra de 469 millones de dólares.
En su participación la doctora Claudia Maya, académica de la Facultad de Contaduría y Administración (FCA), analizó los datos macroeconómicos del TLC desde su implementación en 1995, haciendo énfasis en dos aspectos: crecimiento de la economía y desempleo.
“Después de 1995, cuando entra en acción el Tratado de Libre Comercio, el crecimiento de la economía mexicana ha descendido, no hemos alcanzado niveles de crecimiento como los habíamos tenido en las décadas de los setenta y ochenta (que se llegaron a ubicar entre un 8 y 9 por ciento)”.
Sobre el desempleo, la investigadora agregó que si bien en la primera década de este siglo México llegó a tener una tasa cercana al 1.8 por ciento, a partir del 2010 este indicador ha llegado a un nivel por arriba del que se tenía antes de la firma del TLCAN.
Como conclusión, Maya reprobó los recortes al gasto público emprendidos por el gobierno federal para este año, pues ese tipo de política pública sólo genera consecuencias negativas.
“Mientras nos sigan diciendo que tenemos que adoptar mayores políticas de austeridad y nosotros sigamos aplaudiendo eso, vamos a tener menos oportunidades para toda la población en general y menos niveles de crecimiento. Al no haber inversión, no hay crecimiento y bajo un esquema de austeridad lo único que estamos favoreciendo es una mayor reducción de nuestra economía”.
Ciudad de México (Aunam). Académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) analizaron el papel que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ha representado para México en las últimas dos décadas y la futura renegociación del acuerdo durante la mesa redonda "Relación comercial México-Estados Unidos en el marco de la presidencia de Donald Trump".
Con la Facultad de Derecho como escenario de la conferencia, el doctor Ruperto Patiño Manffer, exdirector de dicho plantel educativo, explicó que durante la inminente renegociación del TLCAN el gobierno encabezado por Donald Trump deberá respetar los principios establecidos por la Organización Mundial del Comercio (OMC).
“Estados Unidos (EU) ha pedido la revisión del acuerdo y habría que ver en que términos y que está pidiendo, que les incomoda, porque a final de cuentas las reglas básicas de la OMC están por encima del Tratado de Libre Comercio y los tres países tienen que cumplirlas porque esa es la relación con el resto del mundo”.
El también académico señaló que, por ahora, tanto Donald Trump como sus asesores evitarán que la revisión del acuerdo comercial provoque conflictos comerciales con otros países, por lo que México no debería estar tan angustiado por lo que quieran discutir los Estados Unidos en la mesa de renegociación.
Por su parte Elizabeth Gutiérrez Romero, secretaria académica del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN), criticó las promesas hechas durante la campaña presidencial del ahora mandatario estadounidense, en especial, el regreso de empleos del sector manufacturero.
“En la actualidad, muchos analistas señalan que la promesa de Trump de hacer retornar el empleo manufacturero parece aún más difícil debido a los procesos de automatización y robotización que caracterizan a la producción manufacturera en nuestros días”.
Gutiérrez Romero centró otra de sus observaciones en la amenaza del presidente Trump de abandonar el TLCAN. De seguir ese camino, el siguiente paso de ese proceso sería la implementación de impuestos fronterizos lo que traería graves consecuencias para ambos países.
“México es el primer socio comercial de estados tan grandes como California, Texas o Arizona. La industria está tan imbricada (sic) que las pérdidas serían altísimas tanto para México como para Estados Unidos en su totalidad”.
En el caso de Texas, la salida del TLCAN generaría en nuestro país una tarifa arancelaria de un 4.6 por ciento sobre las autopartes provenientes de ese estado, lo que se traduciría en un costo extra de 469 millones de dólares.
En su participación la doctora Claudia Maya, académica de la Facultad de Contaduría y Administración (FCA), analizó los datos macroeconómicos del TLC desde su implementación en 1995, haciendo énfasis en dos aspectos: crecimiento de la economía y desempleo.
“Después de 1995, cuando entra en acción el Tratado de Libre Comercio, el crecimiento de la economía mexicana ha descendido, no hemos alcanzado niveles de crecimiento como los habíamos tenido en las décadas de los setenta y ochenta (que se llegaron a ubicar entre un 8 y 9 por ciento)”.
Sobre el desempleo, la investigadora agregó que si bien en la primera década de este siglo México llegó a tener una tasa cercana al 1.8 por ciento, a partir del 2010 este indicador ha llegado a un nivel por arriba del que se tenía antes de la firma del TLCAN.
Como conclusión, Maya reprobó los recortes al gasto público emprendidos por el gobierno federal para este año, pues ese tipo de política pública sólo genera consecuencias negativas.
“Mientras nos sigan diciendo que tenemos que adoptar mayores políticas de austeridad y nosotros sigamos aplaudiendo eso, vamos a tener menos oportunidades para toda la población en general y menos niveles de crecimiento. Al no haber inversión, no hay crecimiento y bajo un esquema de austeridad lo único que estamos favoreciendo es una mayor reducción de nuestra economía”.
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