RICARDO OTERO, DEPORTE CON CONTEXTO
Por: Marisol Galaviz
Ciudad de México (Aunam). Periodista de deportes, aunque no formado en las aulas sino que, como él mismo menciona, fue la vida la que lo llevó a esta su verdadera vocación. Ricardo Otero comenzó en el periódico Reforma, para de ahí saltar al canal de Televisa especializado en deportes, Televisa Deportes Network, como redactor, locutor, reportero. Fue coordinador de la sección de deportes en el diario La Razón. Actualmente trabaja en el área digital de Univisión, en la sección de deportes, además de ser colaborador del sitio de noticias Vice.
Algo que caracteriza el trabajo de Otero es su capacidad por mostrar el contexto de los sucesos o de las personas de las que habla. Esa capacidad de poner las cosas “en perspectiva” y de brindar información de calidad sea cual sea la noticia lo ha llevado a expandir sus horizontes más allá de lo deportivo. En el 2015 colaboró en el libro Ayotzinapa, la travesía de las tortugas.
¿Cuál es tu opinión sobre los medios deportivos en México?
Nos ha tocado una época de transición muy complicada, de los medios análogos a los digitales. La migración de los periódicos ha sido complicada, por no decir hostil. En el camino hemos dado pasos equivocados y hemos aprendido de nuestros propios errores. El fenómeno de las redes sociales viene de 2009 a la fecha; a mí me tocó abrir la cuenta de Twitter de Cancha, del diario Reforma. Facebook ha evolucionado mucho también. Es estar en constante actualización.
El error más grave que cometió el periodismo al volverse digital es hacerse gratuito, estoy convencido de eso. Se han probado esquemas mixtos, como el New York Times, lo mismo El País, Washington Post. Mi generación ya no lee periódicos y estamos perfectamente enterados. Los periódicos los guardas como objeto de culto, cuando ocurre algo muy importante. La evolución ha sido complicada y el propio gremio hemos, de repente, vemos más cómo adaptar el periodismo a internet en lugar de ver cómo adaptamos el internet al periodismo, que es como debería de ser.
Y como ya todo es medible, empezamos a ver qué es lo que le llama más la atención a la gente, y salen medios como Juan Futbol, que es eso, un aficionado y eso va dirigido a un mercado, pero si lo que quieres es periodismo, no va por ahí. Es cada vez más difícil hacer periodismo de largo aliento. Y curiosamente el mismo grupo que lleva Juan Futbol también tiene Cámara húngara, que le está apostando a eso.
Lo que llevamos de este siglo ha sido un periodo de “prueba y error” para el periodismo”. La mayoría de los periodistas no sabemos para donde ir y nos está costando trabajo.
Algunos opinan que el periodismo especializado es una respuesta al problema de la nueva gratuidad en el periodismo digital, ¿tú qué opinas al respecto?
Yo te diría que es al revés. En Reforma, la sección de espectáculos, deportes, eran las que mantenían al periódico rentable, y la secciones como Nacional eran las que le daban el prestigio. El periodismo especializado es un fenómeno de décadas atrás, en el periodismo impreso, y se ha tenido que amparar un poco en el entretenimiento, que no es malo, para poder costear sus trabajos.
Voy a tomar una frase que me dijo mi ex jefe Francisco Javier González, que ante la adversidad sacamos más a flote el ingenio y la creatividad. Yo veo el ejemplo de Animal Político que dirige Daniel Moreno, si bien uno puede ingresar a su portal de manera gratuita, tienen un esquema de fondeadora para que la gente aporte de manera voluntaria al sitio web. Esa es una idea que pocos medios se han atrevido a hacer.
¿Por qué la gente no está dispuesta a pagar por el trabajo del periodista?
Ya acostumbramos demasiado al mercado al contenido gratis, acostumbramos al mercado y es muy difícil romper ese hábito de consumo. Animal Político sí está haciendo un esfuerzo por este problema, aunque son conscientes de que no pueden poner su contenido con costo. Es complicado porque si no manejas bien este esquema puede parecer que estás pidiendo caridad o generando lástima, que es peor, cuando lo que ofrecemos como periodistas es un servicio como cualquier otro.
¿Cómo hacerle? Si tuviera yo la fórmula te la daría y ya la estaría implementando, pero no la tengo. Lo más cercano creo es lo que está haciendo Animal Político.
¿Crees que los periodistas, deportivos o de cualquier otra fuente, están bien preparados?
A mí me cuesta mucho trabajo responder eso porque yo no estudié una carrera relacionada con el periodismo, muchos tampoco. El periodismo es un oficio, se aprende en la calle. La nota no está en tu computadora ni en tu celular, está en la calle. Evidentemente estudiar algo relacionado con comunicación y periodismo te da ventaja. Pero creo que ese es el problema esencial, que cada vez salimos menos a la calle, cada vez hacemos menos cosas. Estamos perdiendo la esencia aventurera, porque vivimos en un mundo cada vez más cómodo. Más allá de la falta preparación.
¿Cuál es el principal problema al que se enfrenta el periodista deportivo?
Nos debemos al público, y si el público no distingue entre comunicador, animador, cronista y periodista, estamos fritos. Y efectivamente estamos fritos. Yo lo veo con gente que brincó a los medios gracias a su cuenta de Twitter y que ellos mismos tienen que aclarar en su biografía “no soy periodista” y la gente piensa que sí son porque dan información. También hay que entender que no todo lo que se presenta en los medios es periodismo y que incluso no todo lo que se presenta en los medios informativos es periodismo. Hay gente que piensa que un buen periodista es aquel que dice en lo que ellos están de acuerdo y no es así.
Para mí un periodista es alguien que investiga y que informa, es alguien que cuenta historias, en cualquier fuente. El periodismo es cómo cuentas la historia, cómo la investigas, como atrapas al lector. Creo que en la fuente deportiva lo que más nos falta es el rigor y el respeto por la audiencia.
¿Por qué te gusta combinar lo deportivo y lo social?
En este mundo todo está relacionado. Me dedico a los deportes porque me apasionan desde niño. Ahora, por poner un ejemplo, el futbol es algo que apasiona a millones alrededor del mundo y por lo mismo se ha convertido en una industria de muchísimo dinero. Hay muchísimas empresas que giran alrededor del deporte. Temas políticos, por ejemplo, como en su momento Hitler utilizó los Juegos Olímpicos de 1936 como propaganda para su régimen, como Benito Mussolini usó a la selección italiana de futbol, que era un cero a la izquierda, y lo convirtió en bicampeón mundial.
Otro ejemplo, Fidel Castro convirtió al desarrollo deportivo en uno de los pilares del régimen; en 1972 ganan la primera medalla olímpica de oro de la Revolución, fue un boxeador llamado Orlando Martínez que se la gana a un mexicano, Alfonso Zamora. Y de ahí empiezas a ver todo lo que generó el deporte cubano, y se convierte en una potencia mundial en deportes gracias a su régimen.
Yo estoy seguro de que si quisiera contar la historia de Keylor Navas, portero del Real Madrid, tengo que ir a sus raíces religiosas, de cuando fue monaguillo en Pérez Zeledón en Costa Rica. Todo está relacionado. El deporte está ligado con todo, a mí me gusta ver cómo el deporte está afectando para bien y para mal al mundo y no puedo hacer eso si ignoro que se relaciona con todas las áreas del desarrollo humano.
Ciudad de México (Aunam). Periodista de deportes, aunque no formado en las aulas sino que, como él mismo menciona, fue la vida la que lo llevó a esta su verdadera vocación. Ricardo Otero comenzó en el periódico Reforma, para de ahí saltar al canal de Televisa especializado en deportes, Televisa Deportes Network, como redactor, locutor, reportero. Fue coordinador de la sección de deportes en el diario La Razón. Actualmente trabaja en el área digital de Univisión, en la sección de deportes, además de ser colaborador del sitio de noticias Vice.
Algo que caracteriza el trabajo de Otero es su capacidad por mostrar el contexto de los sucesos o de las personas de las que habla. Esa capacidad de poner las cosas “en perspectiva” y de brindar información de calidad sea cual sea la noticia lo ha llevado a expandir sus horizontes más allá de lo deportivo. En el 2015 colaboró en el libro Ayotzinapa, la travesía de las tortugas.
¿Cuál es tu opinión sobre los medios deportivos en México?
Nos ha tocado una época de transición muy complicada, de los medios análogos a los digitales. La migración de los periódicos ha sido complicada, por no decir hostil. En el camino hemos dado pasos equivocados y hemos aprendido de nuestros propios errores. El fenómeno de las redes sociales viene de 2009 a la fecha; a mí me tocó abrir la cuenta de Twitter de Cancha, del diario Reforma. Facebook ha evolucionado mucho también. Es estar en constante actualización.
El error más grave que cometió el periodismo al volverse digital es hacerse gratuito, estoy convencido de eso. Se han probado esquemas mixtos, como el New York Times, lo mismo El País, Washington Post. Mi generación ya no lee periódicos y estamos perfectamente enterados. Los periódicos los guardas como objeto de culto, cuando ocurre algo muy importante. La evolución ha sido complicada y el propio gremio hemos, de repente, vemos más cómo adaptar el periodismo a internet en lugar de ver cómo adaptamos el internet al periodismo, que es como debería de ser.
Y como ya todo es medible, empezamos a ver qué es lo que le llama más la atención a la gente, y salen medios como Juan Futbol, que es eso, un aficionado y eso va dirigido a un mercado, pero si lo que quieres es periodismo, no va por ahí. Es cada vez más difícil hacer periodismo de largo aliento. Y curiosamente el mismo grupo que lleva Juan Futbol también tiene Cámara húngara, que le está apostando a eso.
Lo que llevamos de este siglo ha sido un periodo de “prueba y error” para el periodismo”. La mayoría de los periodistas no sabemos para donde ir y nos está costando trabajo.
Algunos opinan que el periodismo especializado es una respuesta al problema de la nueva gratuidad en el periodismo digital, ¿tú qué opinas al respecto?
Yo te diría que es al revés. En Reforma, la sección de espectáculos, deportes, eran las que mantenían al periódico rentable, y la secciones como Nacional eran las que le daban el prestigio. El periodismo especializado es un fenómeno de décadas atrás, en el periodismo impreso, y se ha tenido que amparar un poco en el entretenimiento, que no es malo, para poder costear sus trabajos.
Voy a tomar una frase que me dijo mi ex jefe Francisco Javier González, que ante la adversidad sacamos más a flote el ingenio y la creatividad. Yo veo el ejemplo de Animal Político que dirige Daniel Moreno, si bien uno puede ingresar a su portal de manera gratuita, tienen un esquema de fondeadora para que la gente aporte de manera voluntaria al sitio web. Esa es una idea que pocos medios se han atrevido a hacer.
¿Por qué la gente no está dispuesta a pagar por el trabajo del periodista?
Ya acostumbramos demasiado al mercado al contenido gratis, acostumbramos al mercado y es muy difícil romper ese hábito de consumo. Animal Político sí está haciendo un esfuerzo por este problema, aunque son conscientes de que no pueden poner su contenido con costo. Es complicado porque si no manejas bien este esquema puede parecer que estás pidiendo caridad o generando lástima, que es peor, cuando lo que ofrecemos como periodistas es un servicio como cualquier otro.
¿Cómo hacerle? Si tuviera yo la fórmula te la daría y ya la estaría implementando, pero no la tengo. Lo más cercano creo es lo que está haciendo Animal Político.
¿Crees que los periodistas, deportivos o de cualquier otra fuente, están bien preparados?
A mí me cuesta mucho trabajo responder eso porque yo no estudié una carrera relacionada con el periodismo, muchos tampoco. El periodismo es un oficio, se aprende en la calle. La nota no está en tu computadora ni en tu celular, está en la calle. Evidentemente estudiar algo relacionado con comunicación y periodismo te da ventaja. Pero creo que ese es el problema esencial, que cada vez salimos menos a la calle, cada vez hacemos menos cosas. Estamos perdiendo la esencia aventurera, porque vivimos en un mundo cada vez más cómodo. Más allá de la falta preparación.
¿Cuál es el principal problema al que se enfrenta el periodista deportivo?
Nos debemos al público, y si el público no distingue entre comunicador, animador, cronista y periodista, estamos fritos. Y efectivamente estamos fritos. Yo lo veo con gente que brincó a los medios gracias a su cuenta de Twitter y que ellos mismos tienen que aclarar en su biografía “no soy periodista” y la gente piensa que sí son porque dan información. También hay que entender que no todo lo que se presenta en los medios es periodismo y que incluso no todo lo que se presenta en los medios informativos es periodismo. Hay gente que piensa que un buen periodista es aquel que dice en lo que ellos están de acuerdo y no es así.
Para mí un periodista es alguien que investiga y que informa, es alguien que cuenta historias, en cualquier fuente. El periodismo es cómo cuentas la historia, cómo la investigas, como atrapas al lector. Creo que en la fuente deportiva lo que más nos falta es el rigor y el respeto por la audiencia.
¿Por qué te gusta combinar lo deportivo y lo social?
En este mundo todo está relacionado. Me dedico a los deportes porque me apasionan desde niño. Ahora, por poner un ejemplo, el futbol es algo que apasiona a millones alrededor del mundo y por lo mismo se ha convertido en una industria de muchísimo dinero. Hay muchísimas empresas que giran alrededor del deporte. Temas políticos, por ejemplo, como en su momento Hitler utilizó los Juegos Olímpicos de 1936 como propaganda para su régimen, como Benito Mussolini usó a la selección italiana de futbol, que era un cero a la izquierda, y lo convirtió en bicampeón mundial.
Otro ejemplo, Fidel Castro convirtió al desarrollo deportivo en uno de los pilares del régimen; en 1972 ganan la primera medalla olímpica de oro de la Revolución, fue un boxeador llamado Orlando Martínez que se la gana a un mexicano, Alfonso Zamora. Y de ahí empiezas a ver todo lo que generó el deporte cubano, y se convierte en una potencia mundial en deportes gracias a su régimen.
Yo estoy seguro de que si quisiera contar la historia de Keylor Navas, portero del Real Madrid, tengo que ir a sus raíces religiosas, de cuando fue monaguillo en Pérez Zeledón en Costa Rica. Todo está relacionado. El deporte está ligado con todo, a mí me gusta ver cómo el deporte está afectando para bien y para mal al mundo y no puedo hacer eso si ignoro que se relaciona con todas las áreas del desarrollo humano.
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