EXIGUOS PUESTOS DIRECTIVOS PARA MUJERES EN MÉXICO
Por Rosa Santana
México (Aunam). Los estereotipos que han acompañado a la mujer a lo largo de la historia la ubican en una situación de desventaja en las empresas; aunque cada vez es mayor el número de mujeres en puestos de liderazgo, el porcentaje de ellas en puestos de alta gerencia es bajo.
Actualmente, en México hay más 112 millones 336 mil 538 personas. De éstas, 54 millones 885 mil 231 son hombres, y 57 millones 481 mil 307 son mujeres. Es decir, hay 2 millones 596 mil 76 mujeres más según el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática.
Sin embargo, las mujeres tienen las desventajas de no obtener un ascenso rápidamente y sufren salarios más bajos que los de los hombres, a pesar representar el 40 por ciento de la mano de obra.
En entrevista, Julita Tapia de 30 años comentó: “Cuando trabajaba en la empresa de publicidad OMD, mi jefa me prometió un ascenso a la gerencia, en ese tiempo entro a trabajar un nuevo empleado al cual mi jefa me pidió enseñarle cómo funcionaba todo, después de un tiempo el puesto se lo dieron a él, le reclamé el hecho a mi entonces jefa y presente mi renuncia”.
El salario de las mujeres en México todavía es inferior al que reciben los hombres por el mismo trabajo, en nuestro país las mujeres ganan 14.2 por ciento menos que los hombres y la diferencia puede ir entre el 4 por ciento o 36 por ciento dependiendo de la ocupación.
Es decir que mientras los hombres reciben 1 dólar, las mujeres sólo reciben 80 centavos, según una nota del periódico El Occidental del 7 de marzo del año pasado.
Son tan numerosas dificultades para aspirar a puestos directivos en grandes empresas y a veces son tan grandes esas dificultades que las mujeres prefieren darse por vencidas, incursionar en empresas menos reconocidas o buscar desarrollo profesional en negocios propios.
Bloqueadas y sin patrocinadores las mujeres no logran descifrar la ruta que les permita subir hacia la cima del éxito. Como resultado de esto, las mujeres suelen verse encasilladas en puestos como ejecutivas o asistentes sin entender por qué los hombres ocupan roles más importantes como productores o creadores.
Numerosas mujeres son relegadas por un asunto de simple temporalidad, hay una “cierta edad” establecida por las grandes empresas; es ahí donde los profesionistas deben decidir jugársela por el gran ascenso que los pondrá en la línea para llegar un puesto directivo y mientras se da un buen momento para los hombres en las mujeres no sucede así.
El momento de dar el gran salto suele llegar a los cuarenta, cuando los ejecutivos ya han obtenido reconocimiento y la perspectiva necesarios para hacerse cargo del negocio. En esa etapa de la vida las mujeres con hijos ya tienen mucho más en que preocuparse y suelen dejar a un lado sus aspiraciones laborales.
Muchas en el mercado laboral, pocos puestos altos
Son muchas las mujeres en el mercado laboral, pero pocas en altos cargos en las empresas, esto significa que un 34 por ciento de las empresas mundiales no cuenta con mujeres en puestos gerenciales.
Aunque en la última década de este siglo, la presencia de ellas en altos puestos ha ido aumentando tanto en el sector público como en el privado, según la página web del Instituto Nacional de las Mujeres, en México, el índice de partición en este último escalón aún es bajo, al representar poco menos del 10 por ciento y en los niveles más altos ni siquiera llega al 5 por ciento.
Según un estudio realizado por Grant Thornton en 2011, con la opinión de distintas mujeres ejecutivas a nivel mundial sobre su desarrollo profesional, seis de cada 10 consideró que es exitosa o muy exitosa, lo cual significa un 60 por ciento; mientras en México el 77 por ciento de las mujeres considera positivo su desarrollo laboral, porcentaje contradictorio con la realidad.
Pero no sólo las empresas contribuyen a que las mujeres no asciendan a un puesto alto. En el estudio mencionado, ellas señalan que el nacimiento y la educación de los hijos es un factor para que el éxito profesional no llegue rápidamente o simplemente no llegue. Un dato de Borda Hartmann dice que el 95 por ciento de las mujeres combina sus actividades laborales con los quehaceres del hogar.
¿Y después del ascenso…?
Aun cuando las mujeres lleguen a obtener el ascenso, se enfrentan a un dilema: si actúan como el inconfundible líder masculino, sienten que son frías o duras porque su comportamiento desentona con el típico de una mujer y si actúan con el comportamiento propio de su género, son vistas como menos efectivas debido a que el actuar de los hombres es considerado como más firme.
En los últimos quince años ha aumentado el número de mujeres en puestos de dirección de las principales empresas en México, hay un avance en el sentido de una mayor igualdad en los corporativos y una muestra de esto es que dichas empresas han registrado un avance.
El estudio referido también demostró que hay mayores posibilidades de desarrollo cuando hay mayor proporción de mujeres en puestos gerenciales, los negocios con más alto número de mujeres en sus juntas directivas superaron a sus rivales en términos de rentabilidad respecto al capital invertido. Además, un estudio realizado en 2011 por la Universidad de Leeds, en Reino Unido, demostró que tener al menos una mujer dentro de una junta directiva reduce las posibilidades de pérdida en los negocios.
México (Aunam). Los estereotipos que han acompañado a la mujer a lo largo de la historia la ubican en una situación de desventaja en las empresas; aunque cada vez es mayor el número de mujeres en puestos de liderazgo, el porcentaje de ellas en puestos de alta gerencia es bajo.
Actualmente, en México hay más 112 millones 336 mil 538 personas. De éstas, 54 millones 885 mil 231 son hombres, y 57 millones 481 mil 307 son mujeres. Es decir, hay 2 millones 596 mil 76 mujeres más según el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática.
Sin embargo, las mujeres tienen las desventajas de no obtener un ascenso rápidamente y sufren salarios más bajos que los de los hombres, a pesar representar el 40 por ciento de la mano de obra.
En entrevista, Julita Tapia de 30 años comentó: “Cuando trabajaba en la empresa de publicidad OMD, mi jefa me prometió un ascenso a la gerencia, en ese tiempo entro a trabajar un nuevo empleado al cual mi jefa me pidió enseñarle cómo funcionaba todo, después de un tiempo el puesto se lo dieron a él, le reclamé el hecho a mi entonces jefa y presente mi renuncia”.
El salario de las mujeres en México todavía es inferior al que reciben los hombres por el mismo trabajo, en nuestro país las mujeres ganan 14.2 por ciento menos que los hombres y la diferencia puede ir entre el 4 por ciento o 36 por ciento dependiendo de la ocupación.
Es decir que mientras los hombres reciben 1 dólar, las mujeres sólo reciben 80 centavos, según una nota del periódico El Occidental del 7 de marzo del año pasado.
Son tan numerosas dificultades para aspirar a puestos directivos en grandes empresas y a veces son tan grandes esas dificultades que las mujeres prefieren darse por vencidas, incursionar en empresas menos reconocidas o buscar desarrollo profesional en negocios propios.
Bloqueadas y sin patrocinadores las mujeres no logran descifrar la ruta que les permita subir hacia la cima del éxito. Como resultado de esto, las mujeres suelen verse encasilladas en puestos como ejecutivas o asistentes sin entender por qué los hombres ocupan roles más importantes como productores o creadores.
Numerosas mujeres son relegadas por un asunto de simple temporalidad, hay una “cierta edad” establecida por las grandes empresas; es ahí donde los profesionistas deben decidir jugársela por el gran ascenso que los pondrá en la línea para llegar un puesto directivo y mientras se da un buen momento para los hombres en las mujeres no sucede así.
El momento de dar el gran salto suele llegar a los cuarenta, cuando los ejecutivos ya han obtenido reconocimiento y la perspectiva necesarios para hacerse cargo del negocio. En esa etapa de la vida las mujeres con hijos ya tienen mucho más en que preocuparse y suelen dejar a un lado sus aspiraciones laborales.
Muchas en el mercado laboral, pocos puestos altos
Son muchas las mujeres en el mercado laboral, pero pocas en altos cargos en las empresas, esto significa que un 34 por ciento de las empresas mundiales no cuenta con mujeres en puestos gerenciales.
Aunque en la última década de este siglo, la presencia de ellas en altos puestos ha ido aumentando tanto en el sector público como en el privado, según la página web del Instituto Nacional de las Mujeres, en México, el índice de partición en este último escalón aún es bajo, al representar poco menos del 10 por ciento y en los niveles más altos ni siquiera llega al 5 por ciento.
Según un estudio realizado por Grant Thornton en 2011, con la opinión de distintas mujeres ejecutivas a nivel mundial sobre su desarrollo profesional, seis de cada 10 consideró que es exitosa o muy exitosa, lo cual significa un 60 por ciento; mientras en México el 77 por ciento de las mujeres considera positivo su desarrollo laboral, porcentaje contradictorio con la realidad.
Pero no sólo las empresas contribuyen a que las mujeres no asciendan a un puesto alto. En el estudio mencionado, ellas señalan que el nacimiento y la educación de los hijos es un factor para que el éxito profesional no llegue rápidamente o simplemente no llegue. Un dato de Borda Hartmann dice que el 95 por ciento de las mujeres combina sus actividades laborales con los quehaceres del hogar.
¿Y después del ascenso…?
Aun cuando las mujeres lleguen a obtener el ascenso, se enfrentan a un dilema: si actúan como el inconfundible líder masculino, sienten que son frías o duras porque su comportamiento desentona con el típico de una mujer y si actúan con el comportamiento propio de su género, son vistas como menos efectivas debido a que el actuar de los hombres es considerado como más firme.
En los últimos quince años ha aumentado el número de mujeres en puestos de dirección de las principales empresas en México, hay un avance en el sentido de una mayor igualdad en los corporativos y una muestra de esto es que dichas empresas han registrado un avance.
El estudio referido también demostró que hay mayores posibilidades de desarrollo cuando hay mayor proporción de mujeres en puestos gerenciales, los negocios con más alto número de mujeres en sus juntas directivas superaron a sus rivales en términos de rentabilidad respecto al capital invertido. Además, un estudio realizado en 2011 por la Universidad de Leeds, en Reino Unido, demostró que tener al menos una mujer dentro de una junta directiva reduce las posibilidades de pérdida en los negocios.
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