“EL JAZZ ESTÁ REGRESANDO”: ED LORENZ
Por Alan Osornio Velázquez
México (Aunam). Hojas y ramas van de un lado a otro, un par de aves intenta deleitar con cadencia y ritmo a los transeúntes, quienes hacen caso omiso y continúan su trayecto. El aire huele a música esta noche, el jazz está a punto de hacer gala con su expresión armoniosa y elegante. Cae la noche en un recinto que espera una velada llena de jazz. El Lunario ya muestra señas de vida.
Alrededor de cincuenta personas esperan afuera del lugar, donde Ed Lorenz, acompañado de su Jazz Quartet, celebra diez años de trayectoria musical con un tributo a Elvis Presley, Frank Sinatra y otros grandes de la música.
Una vez dentro, y diez minutos después de la hora anunciada, las luces se apagan, el silencio invade al Lunario. Se observan salir las siluetas de los músicos para afinar instrumentos: bajo, contrabajo, piano y batería son los elegidos para acompañar esta noche a la voz grave de Ed Lorenz. Todo está listo.
El evento inicia; entre aplausos, el público recibe a Lorenz, quien, sin decir palabra alguna, hace gala de su voz: “Come fly with me”, canción que hiciera famosa el estadunidense Frank Sinatra en 1958, es interpretada de manera sublime por el crooner mexicano, generando aplausos en cada uno de los más de cuatrocientos asistentes que casi llenan el aforo.
Lorenz, enfundado en un traje negro, camisa blanca y corbata verde, despide sus primeras palabras de la noche “Gracias, muchas gracias”, para continuar con “Love me tender”.
“Just in time”, “It´s impossible”, y otros éxitos de sus tres producciones causan que el público se encuentre más animado en cada canción; Lorenz sonríe mientras pequeñas gotas de sudor se hacen presentes en su rostro, toma un pañuelo blanco y limpia su cara. Sabe que el momento más romántico de la noche ha llegado y así lo hace saber.
El piano y su voz como cómplices, dan vida a ”Because of you” un tema con dedicatoria especial para la esposa del intérprete, con la que cumple 18 años de matrimonio. “Con todo mi amor para ti”, dice nostálgico Lorenz mientras entona las primeras palabras de la canción.
“El jazz es un género que está regresando”, asegura Lorenz con una sonrisa que, junto a sus grandes interpretaciones, le valen piropos por parte del público femenino en más de una ocasión.
Lorenz abandona por un instante el escenario, los músicos permanecen tocando; el público repite al unísono “otra, otra”. Lorenz regresa y después de decir “con mucho gusto”, interpreta “For once in my life”, tema de su primer disco titulado “Time to”. Fallos en el micrófono obligan al músico a cambiarlo, pero no influyen en el desarrollo del gran final.
La noche está en su esplendor, el frío es imperceptible; el calor llena la sala. Ed Lorenz interpreta un clásico: “My way”, culminando así una hora y media llena de jazz, bromas y, sobre todo, deleite musical para los asistentes.
“Muchísimas gracias, hasta muy pronto”, fueron las últimas palabras del intérprete antes de desaparecer del escenario. Un pequeño sector del público pide una última interpretación, en esta ocasión no tienen suerte; las luces se encienden, algunos asistentes se levantan para abandonar el lugar.
El escenario queda vacío. El cuarteto, conformado por Arturo Baez (contrabajo), Gabriel Puentes (batería), Juan José López (bajo) y Miguel Villicaña (piano), agradece al respetable y se retira.
Casi es media noche y en el baño del recinto un señor silba “My way”, la última canción interpretada. Las personas comienzan a abandonar el lugar. El Lunario va quedando solo; el jazz…el jazz está regresando.
México (Aunam). Hojas y ramas van de un lado a otro, un par de aves intenta deleitar con cadencia y ritmo a los transeúntes, quienes hacen caso omiso y continúan su trayecto. El aire huele a música esta noche, el jazz está a punto de hacer gala con su expresión armoniosa y elegante. Cae la noche en un recinto que espera una velada llena de jazz. El Lunario ya muestra señas de vida.
Alrededor de cincuenta personas esperan afuera del lugar, donde Ed Lorenz, acompañado de su Jazz Quartet, celebra diez años de trayectoria musical con un tributo a Elvis Presley, Frank Sinatra y otros grandes de la música.
Una vez dentro, y diez minutos después de la hora anunciada, las luces se apagan, el silencio invade al Lunario. Se observan salir las siluetas de los músicos para afinar instrumentos: bajo, contrabajo, piano y batería son los elegidos para acompañar esta noche a la voz grave de Ed Lorenz. Todo está listo.
El evento inicia; entre aplausos, el público recibe a Lorenz, quien, sin decir palabra alguna, hace gala de su voz: “Come fly with me”, canción que hiciera famosa el estadunidense Frank Sinatra en 1958, es interpretada de manera sublime por el crooner mexicano, generando aplausos en cada uno de los más de cuatrocientos asistentes que casi llenan el aforo.
Lorenz, enfundado en un traje negro, camisa blanca y corbata verde, despide sus primeras palabras de la noche “Gracias, muchas gracias”, para continuar con “Love me tender”.
“Just in time”, “It´s impossible”, y otros éxitos de sus tres producciones causan que el público se encuentre más animado en cada canción; Lorenz sonríe mientras pequeñas gotas de sudor se hacen presentes en su rostro, toma un pañuelo blanco y limpia su cara. Sabe que el momento más romántico de la noche ha llegado y así lo hace saber.
El piano y su voz como cómplices, dan vida a ”Because of you” un tema con dedicatoria especial para la esposa del intérprete, con la que cumple 18 años de matrimonio. “Con todo mi amor para ti”, dice nostálgico Lorenz mientras entona las primeras palabras de la canción.
“El jazz es un género que está regresando”, asegura Lorenz con una sonrisa que, junto a sus grandes interpretaciones, le valen piropos por parte del público femenino en más de una ocasión.
Lorenz abandona por un instante el escenario, los músicos permanecen tocando; el público repite al unísono “otra, otra”. Lorenz regresa y después de decir “con mucho gusto”, interpreta “For once in my life”, tema de su primer disco titulado “Time to”. Fallos en el micrófono obligan al músico a cambiarlo, pero no influyen en el desarrollo del gran final.
La noche está en su esplendor, el frío es imperceptible; el calor llena la sala. Ed Lorenz interpreta un clásico: “My way”, culminando así una hora y media llena de jazz, bromas y, sobre todo, deleite musical para los asistentes.
“Muchísimas gracias, hasta muy pronto”, fueron las últimas palabras del intérprete antes de desaparecer del escenario. Un pequeño sector del público pide una última interpretación, en esta ocasión no tienen suerte; las luces se encienden, algunos asistentes se levantan para abandonar el lugar.
El escenario queda vacío. El cuarteto, conformado por Arturo Baez (contrabajo), Gabriel Puentes (batería), Juan José López (bajo) y Miguel Villicaña (piano), agradece al respetable y se retira.
Casi es media noche y en el baño del recinto un señor silba “My way”, la última canción interpretada. Las personas comienzan a abandonar el lugar. El Lunario va quedando solo; el jazz…el jazz está regresando.
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