EL ARTE DE EDUCAR DE JIMÉNEZ GENCHI
Por Alma Nayeli Villegas Juárez
México (Aunam). Paola Jiménez Genchi, diseñadora gráfica y profesora de la Escuela Nacional Preparatoria número 4, demuestra cómo el artista surge, cuando ama lo que hace.
La profesora comienza su contacto con las artes y el diseño en su infancia, cuando jugaba con sus hermanos (dos hombres y tres mujeres) a ‘la casita’. “Para nosotros jugar a la casita era hacer nuestras propias casitas, recortábamos de las revistas los muebles, hacíamos como maquetas y con nuestros muñecos jugábamos en ellas”, recuerda.
Su formación educativa la realizó en el Colegio y Universidad La Salle, en dónde como tarea para conocer el futuro profesional de los alumnos realizaron una investigación sobre cada una de las carreras profesionales. Ella quería estudiar arquitectura. “Tuve que investigar también sobre artes visuales y me gustó más que la arquitectura, pero pensé de qué iba a vivir; así me decidí por el diseño”.
Sus estudios profesionales los realizó en la Escuela Nacional de Estudios Profesionales Acatlán, de la Universidad Nacional Autónoma de México. El cambio de instituciones le gustó, ya que en la UNAM encontró toda una diversidad, misma que no se encuentra en La Salle, “donde tienes que seguir siempre una rutina sin poder salirte de lo establecido, no puedes faltar, son muy estrictos, hay muchas reglas, aunque estaba acostumbrada un poco a ellas”, debido a que su padre es militar.
Finalizó la carrera y comenzó a trabajar en una agencia de publicidad, en donde sólo estuvo por un año, ya que su hermano le propuso que intentará trabajar en la UNAM y así inició cubriendo la incapacidad de un profesor y cuando éste regreso, afortunadamente para ella, otro maestro se retiró y así pudo tomar la plaza.
Tras un año de trabajo dejó la agencia para dedicarse por completo a la preparatoria, donde ya lleva 14 años laborando como maestra. “Me gusta trabajar aquí, es muy tranquilo, además estoy aquí por la diversión y frescura que dan los jóvenes, te mantienen muy al día”. Aunque para mantener su puesto le exigen ciertas cosas, como cursos de pedagogía y actualización.
¿Es un arte dar clases?
“Al dar clases adquieres experiencia en todos los sentidos. El trato con los adolescentes, inculcar cultura, motivarlos. Para una clase investigo la técnica y lo hago antes para podérselos dar. Cree que un maestro debe involucrar a los alumnos, recuerdo mis clases de prepa, en las que sólo me ponían un objeto en frente y tenía que dibujarlo, yo creo que hay que darles movimiento a las clases, no hacerlas monótonas, a veces los dejo ir al cine o al museo, trato de que sean libres son salirse de ciertos términos”.
Mientras contesta las dudas de sus alumnos con paciencia, y se disculpa constantemente, sigue contando su historia. “No me gusta que tengan dudas, trato de que no crean que está complicado. Lo que no me gusta es que me vean como su mamá y no me gustan esas actitudes, yo sólo soy la maestra pregúntenme dudas del trabajo, no sí entran o no a clase”. Y a pesar de tener un cariño especial hacia sus alumnos, nunca ha tenido el sentimiento materno hacia ellos, mismo que refleja desde niña, “nunca quise jugar a la mamá, ni hablaba de si me iba a casar”.
En cuanto a su trabajo como diseñadora ha realizado exposiciones colegiadas con un compañero, quien también es profesor de la preparatoria, que la invita a presentar trabajos con él cuando realiza dichas exposiciones. “Los diseñadores no tenemos mucha obra; he presentado dos o tres obras, en exposiciones en San Ildefonso y en un café de La Condesa”.
Paola Jiménez le da más importancia a su trabajo como maestra. “Investigo sobre las diferentes técnicas para que tengan confianza”; esto, por que cree que algunos maestros son celosos de su trabajo por lo mismo ella busca sus propios métodos para dar clase.
En cuanto a su trabajo como diseñadora, actualmente se dedica a los llamados freelance, ya que hace trabajos en la agencia de una amiga a quien conoció en la carrera. En dicha agencia realizó recientemente unos diseños para perfumes.
“Para poder diseñar algo pienso qué es lo que quiero hacer e imagino el resultado final”. Esta idea la aplica a cada una de sus actividades, tanto en el trabajo profesional como en el que desempeña como docente.
Por otra parte, la formación que tuvo desde niña ha marcado su trabajo profesional; ya que al tener un padre dedicado a la milicia, las ideas de éste forjaron su vida, un ejemplo de ello es la constancia. “Los militares sólo pueden faltar a sus trabajos si están en la escuela”. Esta constancia, aunada a la necesidad de seguir las reglas, le permiten que su trabajo rinda mayores frutos.
Uno de sus principales objetivos es que los alumnos aprendan de ella y que les pueda dejar algo para su vida futura. “Algunos alumnos tienen muchísima creatividad, hay quienes sí se inclinan por el área (artes) y hay otros que a pesar de sus capacidades artísticas, se inclinan hacia otros lados, como medicina, pero trato de no influir en ellos”.
Pero todo esto no sólo se refleja en el arte de sus diseños, sino también en el modo de planear, estructurar y de llevar a cabo una clase; de inculcar valores y cultura en sus alumnos, pero sobre todo, de guiarlos para que desarrollen con libertad sus capacidades artísticas y que éstas les sean funcionales en algún momento de la vida.
Actualmente esta profesora y artista se encuentra colaborando con el proyecto para el Estadio Olímpico Universitario en el que participan las Preparatorias de la Universidad Nacional Autónoma de México.
México (Aunam). Paola Jiménez Genchi, diseñadora gráfica y profesora de la Escuela Nacional Preparatoria número 4, demuestra cómo el artista surge, cuando ama lo que hace.
La profesora comienza su contacto con las artes y el diseño en su infancia, cuando jugaba con sus hermanos (dos hombres y tres mujeres) a ‘la casita’. “Para nosotros jugar a la casita era hacer nuestras propias casitas, recortábamos de las revistas los muebles, hacíamos como maquetas y con nuestros muñecos jugábamos en ellas”, recuerda.
Su formación educativa la realizó en el Colegio y Universidad La Salle, en dónde como tarea para conocer el futuro profesional de los alumnos realizaron una investigación sobre cada una de las carreras profesionales. Ella quería estudiar arquitectura. “Tuve que investigar también sobre artes visuales y me gustó más que la arquitectura, pero pensé de qué iba a vivir; así me decidí por el diseño”.
Sus estudios profesionales los realizó en la Escuela Nacional de Estudios Profesionales Acatlán, de la Universidad Nacional Autónoma de México. El cambio de instituciones le gustó, ya que en la UNAM encontró toda una diversidad, misma que no se encuentra en La Salle, “donde tienes que seguir siempre una rutina sin poder salirte de lo establecido, no puedes faltar, son muy estrictos, hay muchas reglas, aunque estaba acostumbrada un poco a ellas”, debido a que su padre es militar.
Finalizó la carrera y comenzó a trabajar en una agencia de publicidad, en donde sólo estuvo por un año, ya que su hermano le propuso que intentará trabajar en la UNAM y así inició cubriendo la incapacidad de un profesor y cuando éste regreso, afortunadamente para ella, otro maestro se retiró y así pudo tomar la plaza.
Tras un año de trabajo dejó la agencia para dedicarse por completo a la preparatoria, donde ya lleva 14 años laborando como maestra. “Me gusta trabajar aquí, es muy tranquilo, además estoy aquí por la diversión y frescura que dan los jóvenes, te mantienen muy al día”. Aunque para mantener su puesto le exigen ciertas cosas, como cursos de pedagogía y actualización.
¿Es un arte dar clases?
“Al dar clases adquieres experiencia en todos los sentidos. El trato con los adolescentes, inculcar cultura, motivarlos. Para una clase investigo la técnica y lo hago antes para podérselos dar. Cree que un maestro debe involucrar a los alumnos, recuerdo mis clases de prepa, en las que sólo me ponían un objeto en frente y tenía que dibujarlo, yo creo que hay que darles movimiento a las clases, no hacerlas monótonas, a veces los dejo ir al cine o al museo, trato de que sean libres son salirse de ciertos términos”.
Mientras contesta las dudas de sus alumnos con paciencia, y se disculpa constantemente, sigue contando su historia. “No me gusta que tengan dudas, trato de que no crean que está complicado. Lo que no me gusta es que me vean como su mamá y no me gustan esas actitudes, yo sólo soy la maestra pregúntenme dudas del trabajo, no sí entran o no a clase”. Y a pesar de tener un cariño especial hacia sus alumnos, nunca ha tenido el sentimiento materno hacia ellos, mismo que refleja desde niña, “nunca quise jugar a la mamá, ni hablaba de si me iba a casar”.
En cuanto a su trabajo como diseñadora ha realizado exposiciones colegiadas con un compañero, quien también es profesor de la preparatoria, que la invita a presentar trabajos con él cuando realiza dichas exposiciones. “Los diseñadores no tenemos mucha obra; he presentado dos o tres obras, en exposiciones en San Ildefonso y en un café de La Condesa”.
Paola Jiménez le da más importancia a su trabajo como maestra. “Investigo sobre las diferentes técnicas para que tengan confianza”; esto, por que cree que algunos maestros son celosos de su trabajo por lo mismo ella busca sus propios métodos para dar clase.
En cuanto a su trabajo como diseñadora, actualmente se dedica a los llamados freelance, ya que hace trabajos en la agencia de una amiga a quien conoció en la carrera. En dicha agencia realizó recientemente unos diseños para perfumes.
“Para poder diseñar algo pienso qué es lo que quiero hacer e imagino el resultado final”. Esta idea la aplica a cada una de sus actividades, tanto en el trabajo profesional como en el que desempeña como docente.
Por otra parte, la formación que tuvo desde niña ha marcado su trabajo profesional; ya que al tener un padre dedicado a la milicia, las ideas de éste forjaron su vida, un ejemplo de ello es la constancia. “Los militares sólo pueden faltar a sus trabajos si están en la escuela”. Esta constancia, aunada a la necesidad de seguir las reglas, le permiten que su trabajo rinda mayores frutos.
Uno de sus principales objetivos es que los alumnos aprendan de ella y que les pueda dejar algo para su vida futura. “Algunos alumnos tienen muchísima creatividad, hay quienes sí se inclinan por el área (artes) y hay otros que a pesar de sus capacidades artísticas, se inclinan hacia otros lados, como medicina, pero trato de no influir en ellos”.
Pero todo esto no sólo se refleja en el arte de sus diseños, sino también en el modo de planear, estructurar y de llevar a cabo una clase; de inculcar valores y cultura en sus alumnos, pero sobre todo, de guiarlos para que desarrollen con libertad sus capacidades artísticas y que éstas les sean funcionales en algún momento de la vida.
Actualmente esta profesora y artista se encuentra colaborando con el proyecto para el Estadio Olímpico Universitario en el que participan las Preparatorias de la Universidad Nacional Autónoma de México.
La profesora Paola Jiménez Genchi es buena, lo unico malo es que me robó una pintura que hice para participar en los interprepas del '98 aprovechando el paro. Espero que la vida se lo retribuya como se lo merece, porque de verdad hice un enorme esfuerzo para realizar la pintura y para conseguir los fondos pues el enmarcado llevaba especificaciones especiales para exposición..
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