REVISTAS DEL CCA, DIVULGACIÓN DEL CONOCIMIENTO Y ÉXITO

Por Abraham Huitrón Vázquez
México (Aunam). Las tres funciones sustantivas de la Universidad Nacional Autónoma de México son: la docencia, la investigación y la difusión. Es justamente en esta última donde sobresalen esfuerzos importantes, porque publicaciones editadas por esta casa de estudios se coloquen dentro de las más reconocidas a nivel mundial.

Dos de ellas son las publicadas por el Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA), que cuenta con Atmósfera y Revista Internacional de Contaminación Ambiental, con 22 y 25 años de antigüedad, respectivamente; las cuales han ganado una importante reputación internacional. Para este efecto, el profesor Claudio Amescua García, académico y editor técnico del CCA, accedió a platicar con Aunam sobre el impacto de las mismas y los proyectos.

“Ambas publican resultados de investigación a nivel especializado”, aclara el profesor. Cada una trata temas de un área de investigación respectiva del centro; sin embargo, esto es una coincidencia, ya que éstas surgieron antes de que el Centro se organizara en los departamentos actuales.

En general las revistas especializadas se basan en contribuciones, y éstas no son la excepción. Aunque admite que al principio fue difícil conseguir colaboraciones, actualmente se tienen, aproximadamente, ochenta escritos en proceso de publicación por revista. Este proceso es largo y llega a tardar poco menos de un año.

Explica que los artículos pasan por una revisión y por un proceso de arbitraje conocido como revisión por pares. En ambas revistas, el 30 por ciento de los artículos que se reciben son rechazados. La labor del académico, es justamente coordinar la recepción de los artículos y hacer una revisión previa antes de mandarlos a arbitraje. “Debe de existir uniformidad de estilo en la revista”, menciona.

“Normalmente se consulta a dos árbitros, y si existe disparedad de opiniones, se busca un tercero”. Cuando un artículo es bueno, no pasa más de dos veces a revisión. Después van a diseño, para darle los últimos ajustes, y posteriormente es reenviado al autor para que revise si falta algún detalle, finalmente se manda a la imprenta y a la página de internet.

Actualmente se publican con seis artículos cada una, trimestralmente, y con un tiraje de 200 ejemplares para Atmósfera y 250 para Revista Internacional de Contaminación Ambiental; la primera está únicamente disponible en inglés y la segunda en ese idioma y en español.

“En un principio eran trimestrales porque no teníamos material suficiente para publicar con una menor periodicidad, sin embargo, con el material que recibimos ahora, sería posible que salieran bimestralmente, o incluso cada mes, pero no tenemos personal suficiente”, comentó Amescua García.

Este mismo factor dificulta aumentar la cantidad de artículos por número publicado; pues al personal editorial sólo lo conforman cinco personas, de las cuales dos de ellos (entre estos el profesor Amescua) son también académicos del CCA.

El Académico resalta el apoyo brindado por la actual administración, gracias al cual han comenzado a tener una importante reputación internacional. Su factor de impacto ha sido tal, que el CCA es el único instituto de la UNAM que tiene dos revistas dentro del Citation index, encargado de evaluar qué tanto se citan las revistas especializadas mundialmente, colocando a Atmósfera en tercer sitio, mientras que su segunda revista recientemente consiguió su ingreso.

También existe un apoyo por parte de la UNAM, que desea impulsar a todas sus publicaciones para que ingresen a este tipo de rankings, lo que le ayudaría a subir escalas dentro de la clasificación de las mejores 100 universidades del mundo. Para lo cual, las revistas deben de cumplir con una serie de requisitos, que las revistas del CCA ya tienen desde hace varios años.

“Los artículos que actualmente estamos recibiendo, nos llegan desde Iberoamérica, hasta la India, Turquía y Egipto”. Lo cual nos da una idea de la repercusión que tienen a nivel mundial. Sin embargo, y el propio Claudio Amescua lo aclara: “Estas revistas no están hechas para ganar dinero”, ya que el poco que se consigue apenas sirve para recuperar algo de lo invertido. La mayor parte de los ingresos llegan por suscripciones que hacen bibliotecas de diferentes partes del mundo.

La Revista Internacional de Contaminación Ambiental, cuenta actualmente con el respaldo de la Universidad Autónoma de Tlaxcala y la Universidad Veracruzana, lo que implica que sea de las pocas publicaciones de carácter interinstitucional.

“Las revistas están en acceso abierto, es decir, cualquiera las puede ver en internet e imprimirlas. Y es que no se puede cobrarle al pueblo porque éste ya pagó esos resultados y no se le puede cobrar dos veces”, asegura Amescua, quien deja claro su compromiso con que el público en general se acerque a la ciencia.

Si bien ambas son especializadas, ya existe un proyecto para que se publique vía internet una revista de divulgación. Sin embargo, una vez más el poco personal dificulta el trabajo, además de que en esta ocasión se le tendría que pagar a los investigadores o a especialistas en divulgación para que contribuyan, ya que es bastante complicado escribir en un lenguaje comprensible para quienes no estén tan familiarizados con temas científicos.

Por último, Claudio Amescua ve con buenos ojos el futuro de las publicaciones especializadas y de divulgación en nuestro país. “Existe un apoyo importante de la administración central de la UNAM, además cada dependencia se esfuerza en sus propias publicaciones, por lo que creo es buen momento para que cada una de las que tienen revistas especializadas, comiencen a interesarse por las de divulgación”.

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