Reforma de las pensiones en Francia: El cansancio de una juventud ignorada

El enojo de los franceses sigue vivo, en todo el país, apoyado por los sindicatos. Fotografía: Aminata Cissé

Por Enzo Tarantino
Francia. El giro de las aspiraciones futuras de los jóvenes en contra de los proyectos del gobierno ha provocado una situación inestable. Nuevos cuestionamientos aparecieron en el paisaje político francés después de la aplicación de la reforma de las pensiones, juzgada “autoritaria” y “ilegitima” por la mayoría de los franceses. ¿Qué reveló ese episodio sobre la cohesión social y la relación de los jóvenes con los políticos? 

La presidencia de Macron: un cambio drástico 

Emmanuel Macron fue elegido presidente de la República Francesa en 2017. Su gobierno, En Marche, pretende seguir una política centrista que mezcle los ideales sociales de la izquierda francesa y la libertad financiera protegida por la derecha. Sin embargo, hubo un cambio non négociable en la elección del outsider de la política. Ni de derecha, ni de izquierda, ex banquier y actor del sector privado, Emmanuel Macron ha sido descubrido por la mayoría de los franceses en 2017, año en cual fue elegido presidente de la República. Con una campaña electoral muy personalizada, el candidato usó su imagen y los expertos en marketing de su partido para convencer y lograr ser elegido con un nuevo partido político. 

Durante 5 años, no propondrá ninguna medida emblemática (debido a la crisis de los chalecos amarillos, luego a la pandemia mundial de Covid). Con una izquierda y una derecha francesas muy debilitadas, Macron y su nuevo partido Renaissance (Renacimiento) logró ser reelegido en 2022 frente a Marine Le Pen (extrema derecha). A partir de entonces, cambió de rumbo: su política fue mucho más ambiciosa, tanto que la fuerza con que impuso sus ideas conmocionó. Entre ellas, la reforma de las pensiones es la más controvertida de su segundo quinquenio. 

La reforma de las pensiones  

Actualmente, el sistema en vigor es un sistema de reparto. Eso significa que las cotizaciones de los trabajadores se utilizan directamente para financiar las pensiones de los jubilados de hoy. En otras palabras, cada generación contribuye para la generación anterior según un principio de solidaridad. 
En Francia, para jubilarse hay que hacer dos cálculos: 
  • la edad mínima legal de jubilación: no es posible decidir jubilarse antes de esta edad. 
  • el número de trimestres necesarios para poder jubilarse con la pensión íntegra: para percibir una pensión de jubilación íntegra, debe haber trabajado un determinado número de trimestres. Cuando hablamos de pensión completa, hablamos del porcentaje del salario anterior que se percibe al retirado: es del 50 % para los trabajadores del sector privado y del 75 % para los funcionarios.  
El proyecto de ley Renaissance pretende retrasar progresivamente la edad mínima legal de jubilación hasta los 64 años en 2030 (62 actualmente), lo que implícitamente aumenta el número de trimestres trabajados si un(a) francés(a) quiere percibir una pensión completa. También será necesario haber cotizado 43 años para alcanzar la plena edad de pensión. 
 
Técnicamente, desde el momento en que la reforma entre en vigor, probablemente a partir de 2025, se aplicará de forma progresiva. En efecto, cada año se sumarán 3 meses de cotización para alcanzar la edad legal de jubilación. En práctica:  


Esa reforma se aplicará de manera progresiva y será efectiva por completa en 2030. Es importante precisar que la edad legal de jubilación corresponde a la edad a la que se puede dejar de trabajar y recibir la jubilación. Pero si el nivel de cotización se considera insuficiente, dado el número de trimestres trabajados a lo largo de la vida, esta edad de jubilación no garantiza una pensión completa. Efectivamente, la “tasa” de la pensión completa se reduce del 0,625% por trimestre. Si un individuo sigue ejerciendo una actividad profesional a los 67 años, una pensión completa le será atribuida, aunque no haya cotizado suficiente a la largo de su vida. 

El golpe de la fuerza  

Esta es la octava reforma de pensiones anunciada desde 1993. Un tema muy sensible en Francia, ya que los ex presidentes de la V República TODOS han retrocedido ante las fuertes protestas suscitadas por este tema. Pero Emmanuel Macron pretende convertirla en la medida insignia de su mandato. Dijo, cuando surgieron las primeras protestas en Francia, "si no querían jubilarse a los 64 años, no deberían volver a votar para mí".
  
Sin embargo, este proyecto de ley debe, como todos los demás, ser votado por la mayoría de los 577 diputados de la Asamblea Nacional para ser adoptado. Y si bien Renacimiento, el partido actualmente en el poder, tiene una mayoría relativa (170 diputados), no tiene la mayoría absoluta, porque los partidos de oposición representan 407 diputados en la Asamblea. Como era de esperar, el proyecto de ley fue rechazado en la Asamblea Nacional, porque la mayoría de los partidos (socialista, Nueva Unión Popular ecológica y social, el Rassemblement National (Reunión Nacional, extrema derecha francesa - en particular, se opusieron). Eso era sin contar con un artículo preciso, el llamado “49.3” de la Constitución de la Quinta República (1958): 

“El Primer Ministro podrá, previa deliberación del Consejo de Ministros, comprometer la responsabilidad del Gobierno ante la Asamblea Nacional en la votación de un proyecto de ley de financiación de las finanzas o de la seguridad social. En este caso, este proyecto de ley se considerará adoptado, a menos que se apruebe una moción de censura, presentada en las veinticuatro horas siguientes, en las condiciones previstas en el párrafo anterior. El Primer Ministro podrá, además, recurrir a este procedimiento para otro proyecto o proposición de ley por período de sesiones”. Artículo 49, apartado 3, Constitución francesa.

En pocos meses, son 12 “49,3” disparados por el gobierno para tener aprobadas todas las medidas en el presupuesto del Estado y la reforma de las pensiones. Pero entonces, ¿qué es la moción de censura? 
Es el principal medio del que dispone un parlamento para mostrar su desaprobación de la política del gobierno y obligarlo a dimitir, es decir, para mostrar su desconfianza hacia el gobierno de turno. Debe reunir los votos de la mayoría absoluta de los miembros que componen la Asamblea Nacional, es decir, 289 votos. Sólo cuentan los votos “a favor”. Se considera que los miembros que se abstienen o no participan en la votación apoyan al gobierno. Desde la proclamación de la Quinta República el 4 de octubre de 1958, se han presentado 127 mociones de censura, lo que da fe de una importante vitalidad política. Sin embargo, el 20 de marzo de 2023, el gobierno estuvo realmente cerca de renunciar. Fue con 9 votos de diferencia que pudo mantenerse en el poder después de la moción de censura , y de ahí fue el comienzo de lo que algunos llaman “La Nueva Revolución Francesa”. 

El inicio de las protestas  

En todo el país se multiplicaron los movimientos en contra a esa reforma, pero también para señalar la ilegitimad del artículo 49.3 y el abuso de su uso esos últimos meses. Desde enero, la incertidumbre se cierne sobre todo el país. Hay que decir que Francia, muy apegada a sus libertades individuales, sabe manifestar sus derechos. Conocido como el país "en manifestación perpetua", no tardaron varios millones de franceses en encontrarse expresando su descontento en las calles. Según el principal sindicato francés, la CGT (Confederación General del Trabajo), 2,8 millones de franceses se unieron para bloquear la actividad económica en el país a partir de enero. Estas manifestaciones se multiplicaron en muchas ciudades y alcanzaron fácilmente los 3 millones de manifestantes en marzo (alrededor del 4,5% de la población francesa). En las encuestas dadas en las redes sociales, más del 80% de los franceses están en contra de la reforma. Pero ante la falta de toma en cuenta de estos movimientos por parte del ejecutivo, París poco a poco se inflamó; creando un gran movimiento de inseguridad en el país. 

Hablé con un turista mexicano en París, en marzo de 2023, cuando las manifestaciones tomaron la apariencia de una Revolución. César tiene 27 años, y se fue a París de visita, pero también para promocionar su marca de joyería. Le hice unas preguntas: 

Descríbeme: ¿Cómo era el ambiente cuando llegaste? ¿cómo la situación impactó tu estancia como turista? 

Como turista mis planes se estropearon completamente. Primero tuve suerte de no perder el vuelo por la cantidad de cosas que estaban cancelando. Al llegar no pude ir a visitar nada por que todo estaba cerrando desde temprano. 

Entonces, ¿De qué manera aprovechaste tu tiempo en Paris?  

Me pareció que no habría nada mejor que hacer más que unirme a la marcha pero resulta que me estaba metiendo en terrenos peligrosos por lo enojada que estaba la gente, y fuera de los enojados había demasiadas ganas de dañar todo lo que encontraran al paso 

¿A qué se parece una manifestación en ese contexto? 

Estuve dentro de todo, viendo que ocurría, corriendo por mi seguridad, refugiándome de los mismos protestantes y la policía por qué no sabes qué está pasando en verdad y hasta dónde puede llegar. Los protestantes destruían, pintaban, prendían todo a su camino, la ciudad protestando dejó de funcionar en las actividades esenciales como el transporte y recoger la basura al menos eso fue lo más notorio. La policía cerrando paso de las manifestaciones sin embargo me pareció muy loco el contraataque por parte de ellos usando gas lacrimógeno. No se lo deseo a nadie, arde como la chingada y metido entre la multitud no tienes a donde huir de esto. Después del ataque de lacrimógeno las calles estaban repletas de gente llorando con la cara irritada. 

¿Crees que hoy en día es peligroso manifestar en Francia? 

Es peligroso. Aún yo como turista sufrí de recibir el gas y también muy cerca había explosiones de petardos que los manifestantes aventaban por donde fuera sin tomar en cuenta que pueden lastimar a alguien mismo de los que están manifestando. Vi de todo: manifestantes pacíficos, agresivos… y me llama mucho la atención toda la gente adulta presentándose a algo tan riesgoso. En fin, una aventura más. 

Un paseo en las calles de Paris. (Huelga de basureros) - 22/03/2023. Fotografía: César

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Obviamente, las manifestaciones impresionantes que ocurren en Francia produjeron unas imágenes que han dado la vuelta al mundo en las redes sociales.  

¿Qué podría ser mejor que reunirse con una copa de vino y un plato de embutidos franceses después de un día de eludir las reuniones de los parisinos descontentos? 

Más allá de una imagen que se convirtió viral en Internet, hay que entender una fractura del paisaje político francés y una debilidad de la cohesión social; con un electorado de adultos jóvenes, a menudo ejecutivos o empleados del sector privado constituyendo un factor poderoso en la victoria repetida de Macron en las elecciones presidenciales de 2022, y una juventud más sensible a los temas ecológicos y sociales. 

Una crisis de la cohesión social a gran escala : un reporte sociológico homogéneo 

Asistimos sin duda a una crisis social, ya que las confrontaciones no se limitan al nivel de modo de producción (obreros/burguesía). Desde 2017, con el episodio de los chalecos amarillos, luego de la gestión de la pandemia de Covid-19 y ahora con la reforma de las pensiones, la crisis social puede ser analizada por el nivel de formación social. Efectivamente, observamos el fortalecimiento de la oposición entre el pueblo y el bloque del poder. De hecho, ese enfrentamiento, que va más allá de un enfrentamiento por condiciones / clases sociales es un criterio fundamental de la definición del populismo por Ernesto Laclau. 

En esa lógica, la conquista y el ejercicio del poder constituye la prioridad - la agenda y la comprensión de los intereses del pueblo son secundarias. Francia, en su postura internacional, siempre defiende el concepto del Estado de Derecho. Hans Kelsen teorizó ese concepto fundamental, como un Estado con normas jurídicas jerarquizadas de tal manera que la potencia del Estado sea limitada. Sin embargo, es innegable que la potencia del Estado en Francia es, cada año, más importante. Mientras hace una década calificábamos el sistema político francés como un régimen parlamentario (poder ejecutivo representando un símbolo más que un actor de decisiones políticas), los sociólogos contemporáneos se acuerdan en decir que el presidencialismo es más relevante para calificar al sistema político con la presidencia de Macron.  

Como lo mencionó César, los efectivos de policía son masivos. Son desplegados miles de policías en todo el país, con armas blancas y gas lacrimógeno. Se multiplicaron los casos de violencia policial, lo que alertó la ONG Amnesty Internacional que promueve el respeto de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Publicó un reporte llamado “Violencias policiales en Francia” denunciando el uso non necesario de la violencia en su política “de seguridad” y de mantenimiento del orden.   

“Malos tratamientos y torturas, decesos durante arrestos, represión violenta en las manifestaciones, controles policial a carácter discriminatorio y observaciones racistas, los descarríos de las fuerzas del orden en Francia son múltiples”: Amnesty Internacional, 2020. 
 
Las prácticas abusivas se intensificaron y ahora más que nunca se discuta el carácter democrático, con la concentración del poder entre las manos del ejecutivo y sus oficiales de policía. En una transmisión en directo del periodista Remy Buisine para el medio Brut, vimos a la fuerza policial golpear, usar gases lacrimógenos a quemarropa, lisiar y luego herir al periodista en el suelo, obligándolo a detener su transmisión en vivo.  

El 04 abril pasado tuvo lugar la 52° sesión del Consejo de los derechos humanos de la ONU (Organización de las Naciones Unidas). Esa asamblea ha sido el lugar de las lecciones dadas a Francia sobre el respeto de los derechos humanos : aún las dictaduras más represivas de estosmismo se prestaron al juego. Es el caso de China, Rusia y Irán especialmente, que expresaron sus inquietudes en cuanto a las violencias y abusos por parte de la policía.  

¿Atraviesa Francia una crisis democrática? 

Imagen viral en las redes sociales, indicadora de una fractura social importante.

Para los sociólogos franceses más activos del siglo XXI, no hay dudas. Entre ellos, Pierre Rosanvallon es historiador y sociólogo francés. Famoso por sus trabajos sobre la historia de la democracia y el modelo político francés, Rosanvallon cuestiona el papel del estado y la cuestión de la justicia social en las sociedades contemporáneas. En varios medios de comunicación francófonos, como el periódico televisado Quotidien, habla de “crisis democrática”.  

“La democracia no vive solamente de la letra de la Constitución, también vive del espíritu de las instituciones”: Pierre Rosanvallon, Quotidien - 17/04/2023 

Hablar del espíritu de la ley, es indirectamente referirse al pensador del “Siglo de las luces” en Europa - Montesquieu. Publicó un libro intitulado De l’esprit des lois (Del espíritu de las leyes), y ha introducido una teoría política más relevante que nunca para analizar el funcionamiento de nuestras democracias modernas. Define las leyes no como mandamientos a seguir, sino como “las relaciones necesarias que se derivan de la naturaleza de las cosas”; esta definición también se aplica a las leyes humanas, y en su caso la "naturaleza de las cosas" está definida por elementos culturales (tradiciones, religión, etc.). Esta definición cuestiona la universalidad de la ley y implica que cada sociedad tiene sus propias necesidades. Justo, es con exactitud no vivir solamente de la letra de la Constitución, como dijo Rosanvallon, sino adaptarla según el espíritu institucional democrático propio. 

 El sociólogo P.Rosanvallon ya ha sido muy solicitado por los medios de comunicación después de sus trabajos analizando la crisis social de los chalecos amarillos (2017-2019). Precisa que la crisis que vive Francia ahora mismo es la crisis democrática la más grave desde la proclamación de la V República en 1958. Solo hay que sumergirnos en sus libros para entender su lógica. En su obra Les épreuves de la vie : Comprendre autrement les Français, publicado en 2021, Rosanvallon establece 3 tipos de  “pruebas de la vida”. Entre ellas, la prueba de la integridad personal, la de la incertidumbre y la de la relación social. Es esta precisamente que puede ser relacionada con la crisis actual: en la prueba de la relación social, el sociólogo toma en cuenta el desprecio, la injusticia y la discriminación. Esas dichas pruebas son intolerables en una sociedad en la que todos aspiramos a ser alguien. Desde 2018, habla de un “desencanto del mundo” como producto de esas pruebas que llegaron a ser vividas diariamente para los ciudadanos franceses. Siguiendo sus trabajos, si el sociólogo descríbale la crisis actual como la peor que tuvimos desde 1958, entonces estaríamos llegando al apogeo del desencanto del mundo. Alain Duhamel, periodista político francés y también muy activo en los medios de comunicación, testifica su armonía con el pensamiento de Pierre Rosanvallon, lo que nos indica que las consecuencias sociales ya son alarmantes.  

Los economistas invalidan los argumentos del gobierno  

Los economistas reaccionaron rápidamente a los argumentos del gobierno para legitimar esa reforma. Según la mayor parte de aquellos, esos argumentos son anticuados. El primer argumento siendo que como viviríamos más, tendríamos que trabajar más. El economista Michaël Zemmour , profesor titular universitario a La Sorbonne Paris, contestó y invalidó ese argumento en el medio de comunicación Mediapart, medio de investigación a la izquierda del escenario político. Efectivamente, antes de conocer la jubilación a los 62 años (sistema actual), François Mitterand instauró la jubilación a los 60 años en 1983. 

Zemmour explica que el mercado del trabajo no tuvo tiempo adaptarse al cambio 60-62 que ya retrasaron de nuevo la edad de jubilación. ¿La consecuencia? - la edad de jubilación aumenta más rápidamente que la esperanza de vida, por lo cual el primer argumento del gobierno es inválido. Además, también se puede matizar el alargamiento de la esperanza de vida, que no quiere decir que nuestra salud se mejora (problemas sanitarios, aumenta de las enfermedades cardiovasculares…). 

Otro argumento económico del gobierno : hay que reformar el sistema o tendremos un déficit de 12 mil millones de euros en los próximos años. Sin embargo, ese mismo sistema genera 300 mil millones de euros cada año; Michaël Zemmour relativiza ese “déficit” que no representaría nada grave para la economía, porque corresponde a solamente 4% de las recetas generadas por el sistema de las pensiones. 

También hay que analizar un giro en la actitud gubernamental. Mientras cuando empezaron los debates sobre esa reforma, legitimaron ese proyecto como una reforma justa / de justicia social; progresivamente dejaron de usar ese término. En los debates actuales, ya no hablan de reforma justa, pero piden a los franceses hacer un esfuerzo.  

Una de las consecuencias de esta reforma de la que queremos hablar, y que muchas veces es silenciada, es la injusticia dirigida a las mujeres. La economista Anne-Sophie Alsif, aunque defiende la necesidad de reformar el sistema, señala la injusticia implícita hacia las mujeres. Efectivamente, con esa reforma, las mujeres trabajarán en promedio 9 meses más, contra 5 para los hombres. La economista Rachel Silvera, codirectriz del grupo de investigaciones MAGE (Mercado del Trabajo y Genero) explica esas desigualdades introducidas por la reforma en un video para el medio económico BLAST. Justo porque las mujeres se jubilan 7 meses más tarde que los hombres, es difícil para una cierta parte de ellas esperar jubilarse con una pensión completa. 

Por eso, 40% de ellas se jubilan sin haber cotizado lo suficiente para obtener una pensión completa, y por ello su pensión es más débil que la de los hombres. Efectivamente, es absolutamente innegable que las mujeres tienen una probabilidad mucho más grande que los hombres a tener una carrera profesional “entrecortada”. Trabajan más a tiempo parcial, son confrontadas al techo de cristal (hecho de tener más dificultades que los hombres a beneficiar de una ascensión social y acceder a los empleos con responsabilidad), pero también a la pared de cristal (hecho de tener empleos desvalorizados en sociedad, como los empleos en el ámbito de la salud/ del cuidado…). Otra variable importante: después del nacimiento de un bebé, 50% de las mujeres disminuían o paran completamente sus actividades profesionales, contra 10% de los hombres. Esos momentos “vacíos” en la carera profesional de una mujer hacen mucho más difícil cotizar suficiente.  Son 19% (contra 9% de los hombres) a trabajar hasta los 67 años para que se cancele el criterio de cotización y que pueden obtener una pensión completa, a veces apenas suficiente para (sobre)vivir. Todos esos factores son significativos de los 22% a los 28% de diferencia de salario entre el hombre y la mujer francés, y esas diferencias se ahondan en el momento de jubilarse. 

En conclusión, hay dos resultados posibles para las mujeres: acentuar el porcentaje de las que trabajan hasta los 67 años y aumentar las desigualdades en términos de la edad de jubilación (las mujeres trabajarán en promedio 5 meses más que los hombres por esa reforma). Además, el gobierno se arriesga a profundizar aún más la diferencia salarial de los jubilados (hombre/mujer) por la continuación de un modelo con límites a la expansión profesional de la mujer en Francia. 

Consecuencias nacionales y en la política exterior francesa  

Obviamente, ya que se trata de una reforma nacional, impactando a la mayoridad de la población, las reacciones fueron abundantes, diversas, sujetas a debates continuos. No importa la condición social; esa reforma despertó a los franceses a través del país. Paris, pero también Toulouse, Montpellier, Marseille, Nantes, Strasbourg, Bordeaux, Lille, Lyon… tantas ciudades que fueron el punto de encuentro de millones de manifestantes desde enero. Naturalmente, las miradas de varios países europeos, precisamente de la Unión Europea, se giraron hacia Francia.  

Hemos escuchado dos tipos de reacciones exteriores principales. Primero, y la que se propagó más en los redes sociales, es la idea que los franceses son de naturaleza revolucionarios, y por ello tienen una reacción excesiva debido a la situación. Es lo que es implícitamente dicho con César. Del otro lado; puede ser visto como un ejemplo de luchas comunes. “Si estuviéramos conscientes de nuestros derechos, lucharíamos como Francia”, hemos escuchado también por parte de países cualificados de “tercermundistas” por ejemplo. Para Aminata y Laurine, dos jóvenes adultas francesas de la región Sur de Francia, la razón del enojo general de la población es causada por el desprecio ejecutivo; y la tendencia del Presidente a ocuparse de los asuntos exteriores (guerre en Ucrania), mientras la situación sigue “caótica”. 


Escenarios políticos futuros preocupantes para la juventud  

Ya que en Francia la dicotomía izquierda/derecha aparece como obsoleta, todos los escenarios son posibles en las próximas elecciones presidenciales de 2027. Efectivamente, Emmanuel Macron nunca logró la unanimidad de los jóvenes. Por ello, su política impopular podría tener impactos durables en el comportamiento electoral y la relación de los jóvenes con la política. Aunque como periodistas, muchos se niegan a hacer prospectiva de la política; hoy en día con las observaciones de expertos y los sondeos recientes es posible deducir un escenario preciso.  

“Marine Le Pen es la gran ganadora silenciosa”: Soazig Quemener, redactora jefa de Marianne. 

En efecto, es innegable el ascenso de la extrema derecha francesa en el paisaje político esos 20 últimos años. Cada elección presidencial desde 2002, el partido Le Front National, (ahora llamado el Rassemblement National), siempre mejora su resultado. Antes partido del sensacional polemista Jean-Marie Le Pen y hoy dirigido por su hija, Marine Le Pen, el partido se soltó de los prejuicios de la opinión pública sobre la radicalidad de ese partido. En 2017 como en 2022, llegó al segundo turno de las elecciones, con 41,45% de los sufragios exprimidos en las últimas elecciones. 

De hecho, cambió esa opinión hasta el punto de que aún unos intelectuales, periodistas y partisanos de otros partidos políticos se acuerdan en decir que Marine Le Pen es la política que más entiende las necesidades del pueblo. Hablando de las cuestiones sociales y sobretodo del poder adquisitivo (en un contexto de inflación importante), Le Pen progresa en todos los sondeos. Si la próxima elección presidencial tuviera lugar en 2023, todos los sondeos la declaran ganadora de la elección y próxima presidente de Francia. Progresó en casi todas las categorías socio-profesionales (obreros, empleados, agricultores, artesanos, comerciantes y jefes de empresa, profesiones intermediarias). La popularidad de Le Pen llegó a más de 20% en todas esas categorías, es decir que es la primer opción que elegirían más de 20% de todas personas en esas CSP (categorías socio-profesionales). La única excepción de la categoría “ejecutivos y profesiones intelectuales superioras” donde su popularidad se estabiliza a menos de 20%. 

Laurine, estudiante que sigue creyendo que Macron es la mejor solución para mantener un “equilibrio” en el país, confirma esa inquietud de polarización de la política a la extrema derecha. Declara : “Si nos quejamos de todos los presidentes, dejamos la puerta abierta a la extrema derecha para 2027”. No importa los pro y anti-Macron, la inquietud de un futuro inseguro para la juventud es una preocupación colectiva y sin fronteras. A la nación de los derechos humanos, le falta mucho por cumplir y asegurar un ambiente de paz sostenible. 



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