Cristal inquebrantable: el martillo y la dedicación



Por J. Valdez
México. Detrás del Estadio Olímpico Universitario, apartado de la civilización estudiantil (donde Dios no pasó), se encuentra la Pista de Calentamiento, dónde entrenan los diferentes equipos de atletismo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), entre ellos, el de lanzamiento de martillo. El sol irradia y derrite, son casi las 11 del día. Por los torniquetes de la puerta, viene saliendo otro sol, su nombre es Cristal. 

Cristal y su martillo vuelan muy alto (y muy lejos), específicamente, 40 metros de distancia. Esa es la marca que Cristal López, estudiante de veterinaria en la UNAM, busca alcanzar en la próxima Universiada Nacional en Sonora. Por segundo año consecutivo, se clasificó para competir con las mejores lanzadoras del país. 

Pero ¿cómo llegó Cristal a ser la mejor lanzadora de la UNAM? Su historia comienza en el equipo de atletismo de prepa 5. Allí, Cristal quería ser corredora, pero como no era muy buena, llegó un punto en el que el entrenador la invitó a lanzamiento de martillo. 

La primera competencia y primeros Juegos Universitarios de Cristal fueron terribles porque se resbaló en sus lanzamientos. Ella tenía la promesa con su yo de la prepa de redimirse algún día. En esta primera etapa no pudo despegar demasiado, ya que incluso la pandemia le impidió terminar su trayectoria en la prepa, y lo dejó de hacer. Casi un año lo abandonó y se centró en sus estudios, pero sentía que le hacía falta algo en su vida. Trató de hacer deporte por sí misma como salir a correr, pero no era suficiente. 

El miedo invadía a Cristal, porque en un inicio dudaba mucho de ella y volverlo a intentar: “muchas personas en su momento no tenían expectativas fuertes de mi, y creían que no iba a ser buena lanzadora, porque no soy robusta o tengo las características físicas de la mayoría de las lanzadoras. Pero yo me esforcé y me esforcé, y al regresar, logré ganar los juegos universitarios que tanto me prometí. Me demostré a mi misma que la disciplina lo hace todo”, señaló.

Si investigamos en internet, una de las características de un cristal es su fragilidad. Bueno, esta Cristal está lejos de cumplir con eso. Una de las principales cualidades de Cristal es su fortaleza, la cual hizo que se sobrepusiera a todos los comentarios y estereotipos que la intentaban detener en sus metas. 

El lanzamiento de martillo es un deporte donde se necesita mucha fuerza, velocidad y coordinación: “hay momentos en los que estoy exhausta física y mentalmente. Para llegar a ser lanzadora tienes que manejar mucho la parte mental, tienes que dominar tus miedos. Lo primero que piensas es que te vas a caer al girar, pero tienes que superar esa parte psicológica”, indica Cristal. 

“Es muy agotador, pero al final todo vale la pena. Cada entrenamiento, cada vez que tu piensas que ya no puedes, cada vez que lloraste porque piensas que no sirves para esto. Cada una de esas cosas finalmente quedan en segundo plano porque vas logrando tus metas”. 

Cristal nos compartió que tiene que invertirle 3 o 4 horas por sesión: “es un deporte donde si dejas de ir uno o dos días, tu progreso realmente se estanca bastante y disminuye tu nivel”. 

Es por ello que entrena todos los días, menos los domingos. Todos los días debe estar a las 7 de la mañana en CU, incluso aunque no tenga ganas de pararse. Los lunes, miércoles y viernes hacen gimnasio, trabajo de halterofilia para incrementar su fuerza. Martes, jueves y sábados entrenan la parte técnica, la de lanzamientos, donde pueden medir su progreso. Conforme incrementa su fuerza también la distancia de sus lanzamientos. 

“Yo al inicio venía a hacer esto como hobbie, no con la finalidad de ser buena. Conforme pasaron las competencias, yo trataba de buscar la motivación y establecer metas pequeñas”. 

Hace un año Cristal logró clasificar también a la competencia Nacional, en Yucatán, pero por una lesión no pudo rendir como le hubiera gustado. Es por ello que busca superarse a sí misma y alcanzar los 40 metros en la Universiada Nacional en Sonora a inicios de junio. Es la única lanzadora de la UNAM que logró clasificar, y es quien tiene mejores marcas en este deporte.  

Conforme fue pasando el tiempo, los papás de Cris la fueron apoyando más porque se dieron cuenta de lo complicado que fue todo el proceso, de pararse a las 4 de la mañana para ir a entrenar y hacer 3 horas de camino, llegar, hacer tarea y de nuevo irse a las 4 de la mañana: "gracias a ellos he podido mejorar porque ellos me escuchan". 

Combinar dos de sus más grandes pasiones y amores, lanzar martillo y la veterinaria, es todo un reto que Cristal tiene que superar todos y cada uno de sus días. Cristal se levanta a las 3 de la mañana para trabajar en una veterinaria que rescata y rehabilita a gatitos. Luego a entrenar, después a regresar un rato al trabajo y después a la facultad.  

Cristal es el ejemplo perfecto de dedicación, fortaleza, amor por los animales. La disciplina que ha tenido en todos y cada uno de sus días, la ha llevado a conseguir sus logros, a ser la mejor lanzadora de nuestra universidad, nuestra representante en la próxima Universiada, donde buscará superarse y sumar un resultado que llene de orgullo a su familia, a ella y a todas las personas que la han acompañado para llegar hasta acá. 

"Tal vez no te salga a la primera, segunda o tercera vez…pero en algún punto te va a salir. Sin embargo si uno no lo intenta, nunca va a salir".

Decidida e inquebrantable, porque no importa a qué reto se enfrente. Cristal siempre ha logrado salir de muchas situaciones y cumplir los objetivos de una u otra forma. Y sin duda lo seguirá haciendo. Porque la clave es nunca rendirse, y sobre todo, hacer las cosas con amor, es lo que más importa en todo lo que hacemos. 




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1 comentario:

  1. La verdad no es fácil hacer esto, pero esto es un claro ejemplo de que, los sacrificios implican, a largo plazo, satisfacciones y ella es un claro ejemplo de ello.

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